Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)

Arthur

Luego de que John se fuera y Oliver regresara, el pelirrojo le pidió al agente inmobiliario que lo llevara a su casa para verla. Al principio no creyeron que fuera buena idea por si Khan estaba allí, pero insistió tanto que acabaron subiendo a La Bestia e iniciaron viaje.

-No puedo creer que tengo mi propia casa

Arthur jugaba en los asientos traseros con la consola de videojuegos de Gary, la musica de la vieja cinta en el toca-cintas estaba medianamente fuerte, el conductor golpeaba los dedos en el volante al ritmo de esta mientras Oliver revisaba asuntos de trabajo en su teléfono.

-No puedo creer que esté en venta

El pelirrojo se inclinó hacia adelante preocupado

-¡¿Mi casa esta en venta?!

-¿Qué? No,no tu casa. Una residencia que quieren demoler para hacer una vía de circunvalación. ¿Por qué venderla si la van a tirar abajo?

Arthur volvió a apoyarse en los asientos con un suspiro. Cuando vio que había perdido la partida, bajó la consola y  se dedicó a mirar por la ventana. Entonces reconoció un edificio y golpeó el hombro de Gary para que se detuviera.

-¿Qué es eso?

Oliver miró por la ventanilla y Gary se le tiró encima para poder ver también.

-La Academia Flota Estelar- respondió el rubio

Arthur tuvo la sensación de ya haber estado ahí, en las escaleras exactamente, mirando el cielo. Pero también creía conocer el interior, un vago recuerdo de un enorme gimnasio surgió en su mente. Se vio a si mismo en una pose ridícula de pelea, sintió un escalofrío en la espalda cuando recordó su cercanía con otro cuerpo. Tocó la punta de su nariz con la sensación de que alguien lo había hecho antes, un toque suave, como un beso.

-¿Vine aquí alguna vez?

-Si,cuando seguimos a..- Gary recibió un golpe de Oliver para que callara

-Estuviste interesado en estudiar aquí así que hiciste un recorrido por el lugar

-Ya veo..

Algo en eso no lo convencía, él sabía que algo pasó allí, pero aún no sabia que. Su hermano le indicó a Gary que siguiera conduciendo pero se detuvieron pocos metros adelante cuando Arthur volvió a exigirle. Era una simple calle, cerca había un puesto de helados pero nada mas. Era eso exactamente lo que había llamado la atención del pelirrojo, creyó haber consumido un helado de allí y caminado a través de esa calle, pero recordaba el lugar de noche y que su helado había caido al suelo. También lo invadió cierta tristeza, algo pasó en ese lugar, imaginó su silueta caminando por ahí y se vio llorando, pero tampoco sabía porque. ¿Qué era lo que estaba recordando? ¿Por qué parecía tan importante?

-El parque- murmuró

-¿Quieres ir al parque?- preguntó Oliver

-Hubo una feria

-La hay casi todos los días

-Yo.. compré té, pero no estaba solo. Recuerdo muy bien que era de chocolate

Recordó una canción, de sus favoritas, se la dedicó a alguien. Entonces otro recuerdo lo invadió, una taza de té rota. Un lugar cerrado con demasiadas cosas para recordarlas, su mente se centró en una mesa y en su mano cubierta de la bebida caliente. Eso llevó a la imagen de otra taza quebrada en el suelo, la vio caer del regazo de alguien. Se tomó la cabeza, le comenzó a doler y sintió un mareo repentino.

-¿Estas bien?- preguntó su hermano

-Quiero volver a casa

-Falta mucho

-No, a casa. A nuestra casa, por favor, quiero volver

Una vez situada en ese lugar, su mente no dejaba de vagar por allí. Vio la imagen de un teléfono destrozado, se vio de pie con los ojos cerrado y las manos en alto, algo en sus labios le impedía hablar y una fuerza desconocida no lo dejaba moverse. Sintió que fue cargado sobre el hombro de alguien y lanzado a una cama, no podía ver el rostro de la persona pero de alguna forma sabía que era la misma en cada recuerdo.

-¿Deberíamos llamar a John?- preguntó Gary preocupado

-No quiero molestarlo mas, acaba de volver a su casa. Ademas,- se inclinó para hablarle a su amigo al oido,- no creo que sea buena idea llevarlo al departamento

Oliver se acomodó para ver a Arthur

-Volveremos a casa, tranquilo

Gary puso el auto en marcha y partieron, por un desvío tuvieron que tomar otro camino que llevaba a un sitio que a Oliver le hubiera gustado evitar. Habló con Arthur para mantenerlo distraído y evitar que mirase hacia la Academia Intergaláctica, propiedad y lugar de trabajo de su novio.

Cuando llegaron a la casa, Arthur se fue directo a su vieja habitación, Oliver y Gary tomaron cervezas del refrigerador y se dejaron caer en el sofá. El pelirrojo revolvía su cabello intentando apaciguar los recuerdos abrumadores, no podía concentrarse en ninguno en particular, todo se amontonaba y las imagenes parecían superponerse. Se sentó en la cama para estar quieto, pero el tacto del colchón solo trajo otra memoria. Su cuerpo sometido a caricias y besos, sentía manos por su abdomen y toques suaves específicamente en los sectores donde tenía pecas amontonadas. Era una sensación calida y agradable, cerró los ojos y dejó que el placer lo invadiera; sentía dedos pasar por su cabello, una fina nariz acariciar su cuello aspirando su aroma, un agarre seguro en sus manos. Todo eso era suficiente para saber que tuvo relaciones con alguien, con un hombre.

Abrió los ojos y por un segundo creyó ver todas sus pertenencias donde solían estar. Otra vez lo invadió la tristeza y sintió ganas de llorar, amaba su cuarto pero en ese momento tuvo la sensación de que la habitación fue un refugio en algún momento. Un refugio que lo mantenía alejado del mundo y cualquier contacto, especialmente físico. No supo cuando fue que se rodeó en un abrazo, su cuerpo lo protegía inconcientemente de algo. Algo que lo asustaba demasiado.
Esa sensación horrible se expandió por todo su cuerpo, siendo el punto mas fuerte su entrepierna, toda esa area emanaba un aura oscura y sentía que un campo de fuerza se creaba a su alrededor, haciendo imposible acercar siquiera sus propias manos. Algo realmente traumático sucedió y no estaba seguro de querer recordarlo.
Hizo mas apretado el abrazo y cerró los ojos con fuerza para retener las lagrimas, de repente añoraba la compañía, pero no sabía de quien.