Smaug

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Cuando se enteró de la visita de Encantador a Bilbo enfureció. Fue en busca del principito y lo golpeó sin darle oportunidad de hablar. Sus padres se enteraron de todas sus golpizas y como castigo lo echaron de la casa, se quedaría un mes con la familia de Hamish. Estaba tan molesto que no recordaba el echo de que su hermano y su novio eran primos, por lo que se llevó una grata sorpresa cuando lo encontró en ma reunión familiar a la que se vio obligado a asistir. Lo primero que hizo fue encerrarse en un cuarto con él para aclarar todo

-¿Dónde estuviste? ¿Qué fue esa llamada? ¿Hector te contactó?

-¿Qué? No, Hector nisiquiera habló conmigo. Encantador fue quien me visitó y luego me invitó a su casa

-¿Su casa?

-Hicimos algo muy genial. Dolió un poco pero estuvo bien

-¿¿Dolió??- tomó de los hombros al castaño y lo sacudió, -¡¿Qué demonios te hizo?!

-¡U-Un arete! ¡Tranquilo!- se soltó del agarre y corrió su cabello para enseñarle, -¿Lo ves? Cielos, ¿qué te pasa?

-Estaba muy preocupado por la ultima llamada que hiciste

-Yo creí que me buscarías, pero Encantador fue quien tocó a mi puerta

-No sabía donde encontrarte

-Pues él sí

-Hector le dijo

-¿Y él no es tu amigo? ¿Por qué tú no lo sabías?

-No quiso decirme

-O no quisiste escuchar. Dos palabras, Smaug. Dilas y estas perdonado

-...

-No es tan difícil y nadie está aquí para oírte

-Lo..Lo siento

-Te perdono

Bilbo lo rodeó y apretó en un abrazo. El mayor apenas sentía su fuerza pero era adorable. Lo separó y tomó delicadamente el arete

-Te queda bien

-¿¿Si?? Ahora soy igual que tú

-No quiero que seas como yo. Quiero que seas mejor

Bilbo soltó una risa y asintió

-Lo seré

Smaug puso una mano en su mejilla y se acercó lentamente a su rostro, no quería espantarlo. Separó sus labios y soltó un ultimo aliento antes de ser sorprendidos por la puerta.

-Bilbo, tu padre te busca

Stephen se apareció en el cuarto y llamó a su hijo. Bilbo se apresuró a ver a su impaciente padre y Smaug salió caminando bajo la fija mirada del hombre.

-No te apures, hombrecito. Apenas tiene 15

Smaug se detuvo en la puerta y lo miró de reojo

-También soy menor, así que es legal, ¿no?

Sonrió de lado y bajó las escaleras. Stephen apretó los dientes y bajó a pisotones. ¿Por qué todos querían robar a su familia? Cuando Smaug se apareció en la sala de la pequeña casita, fue interceptado por Hamish.

-¿Quieres ir a la piscina?

-No, gracias

Hamish bajó la cabeza triste, Bilbo se acercó a él

-No te preocupes, Hamish. Podemos jugar solos

Smaug agarró del brazo al castaño

-Espera, ¿tú vas?

-Claro, nadar es divertido

-Iré- declaró

-¿De verdad?- preguntó Hamish

-Si

-¡Bien! ¡Invitaré a los adultos!

Bilbo le regaló una sonrisa a Smaug y siguió a su primo. El mayor no perdería la oportunidad de ver a su novio en traje de baño, sería un idiota. Se acercó a los adultos que estaban en la cocina preparando bebidas y aclaró su garganta

-¿John?

El doctor volteó y le sonrió

-¿Si, Smaug?

-¿Podrías..? ¿Tendrías un traje de baño para prestarme?

-Hmm, creo que el de Sherlock podría quedarte. Estoy seguro que él no lo usará

John fue al segundo piso donde todos habían dejado sus bolsos personales y Smaug lo siguió. Revisó una mochila negra hasta que encontró la prenda y se la dio al chico

-Gracias

-Para lo que necesites, estoy abajo. El baño esta aquí en frente

-Entendido

Revolvió el cabello del chico sin pensarlo y lo dejó solo. Smaug se cruzó al baño para cambiarse y después bajó a la sala, adicionalmente llevaba su chaqueta roja para cubrirse. Al no encontrar a nadie salió al jardín, conformado por todas las hectáreas de terreno que la casa poseía. Era un lindo cesped para andar descalzo y un día despejado para disfrutar. Encontró a John con sus hermanos acomodando una mesa, dos hombres bebían cerveza un poco mas alejados y los demas estaban en la piscina o sus alrededores. Le tocaron el hombro y volteó, Bilbo lo veía con una sonrisa; tenía puesto un traje de baño marrón rojizo y el pecho totalmente descubierto, delgado y ligeramente bronceado. En la pálida piel de Smaug se notó el inmediato sonrojo de sus mejillas.

-¿Ya estas colorado? Si que te quemas rapido, y el sol nisiquiera esta fuerte

-No acostumbro a salir mucho

-Entiendo. Hey, me gusta tu traje

-A mí me gustas tú

Maldición, ¿dije eso o lo pensé?

Bilbo soltó una risa

-Gracias. También me gustas

-Te ves muy bien

-Tú igual, por lo que puedo decir

-No me gusta exponerme

-Pero así no puedes entrar al agua

-Claro..

Con algo de vergüenza se retiró la chaqueta y quedó al descubierto. Ahora era Bilbo el que no dejaba de mirar

-N-No sabía que hacías ejercicio

-¿Cómo crees que se luchar?

-Cierto.. ¿Por qué no vamos al agua?

Antes de que se fuera, Smaug le agarró el brazo y lo atrajo hacia él. Sus torsos casi rozando pusieron muy nervioso al menor

-No estaras intentando provocarme, ¿o sí, Baggins?

-¿Baggins?

Demonios, lo dije sin pensar.

Bilbo se mordió el labio felíz y se movió levemente de arriba a abajo con emoción.

-Dijiste mi nombre correctamente

-Si

Recibió un abrazo sorpresa y un inesperado beso en la mejilla para el que Bilbo tuvo que ponerse en puntas.

-Nademos juntos

Tomó la mano de Smaug y volvió a dedicarle una sonrisa. El mayor estaba muriendo por dentro de tanta dulzura, no sabía como tratar con ella. Formó una pequeña sonrisa y se aferró a la mano de su novio, a lo lejos vio a su padre y le sonrió con superioridad. Estar con esa familia no sería tan malo después de todo, podía hacer lo que quisiera y no había reglas estrictas ni etiqueta, era libre.

The End

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora