Stephen

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Era de madrugada, el auto estaba detenido en la entrada. Everett apretaba nervioso el volante, en su estómago sentía un vacío. El viaje se había alargado dos días mas y acabaron regresando un martes, la estadía fue una pesadilla para todos.

-¿Cómo te sientes?- preguntó Gary

Con una mano temblorosa, Everett sacó rapido las llaves de su saco y se las dio

-Ve llevando el equipaje, ya voy

Gary salió del auto, tomó los bolsos del maletero y entró a la casa. Lo recibió un Stephen alterado y ansioso

-¿Y Everett? ¿Dónde esta? ¿Cómo fue todo?

Gary le dio una mala mirada, dejó las cosas en el suelo y lo señaló

-Tú y yo tenemos que hablar

Everett pasó una mano por su  cabello y alzó la mirada con un suspiro. Del bolsillo interior sacó su tarjeta de acceso mas su identificación y las guardó en la guantera, donde encontró otro objeto. Tomó la alianza de matrimonio, la apretó en su puño y lo llevó a su frente antes de golpear molesto el volante. Respiró profundo antes de colocarla de nuevo en su dedos y salió del auto.
Se acercó a la puerta de la casa y abrió con temor, vio a Stephen levantarse del sofá y caminar hacia él con una expresión de alivio. Tomó sus manos y le sonrió gentilmente

-Me alegra que hayas vuelto

-Stephen..-

-¿Por qué no te sientas? Debes estar agotado

Lo guió hasta el sofa y se sentó junto a él. Everett miró toda la sala

-¿Dónde esta Gary?

-Le di la habitación de huéspedes y cayó como un tronco

Everett se acomodó para ver cara a cara a su esposo

-Stephen, escucha..-

-¿Quieres un poco de café?

-No. Stephen, escúchame

-Iré a preparar el agua

-¿Stephen, puedes..-

-Everett, descuida- lo abrazó con firmeza y besé su mejilla, -Esta bien

El agente se aferró a la ropa de su pareja y ocultó el rostro en su hombro.

-Perdí mi trabajo

-Lo sé

-Lo perdí todo, todo lo que me esforcé en conseguir por tantos años. Los perdí a ti y a Bilbo

-No me perdiste. Siempre estaré contigo. -Se alejó y le sonrió, -Ademas traes el anillo

Everett arrugó la nariz y tomó el rostro de Stephen

-Al diablo el divorcio

-Así es

Se besaron para calmar el ambiente y soltaron una pequeña risa en los labios del otro. Al separarse, Stephen se puso de pie e incitó a Everett a hacer lo mismo.

-Tengo una sorpresa

-¿Ahora?

-Te aseguro qur valdrá la pena

Llevó de la mano a su esposo escaleras arriba hasta el segundo piso, Everett cubrió su boca al verlo. Bilbo dormía pacíficamente en su cama, con el cabello revuelto y babeando la almohada.

-¿Cómo?..

-Fue largo y pesado, incluso costó algo de dinero, pero pude llevar el caso a un jurado y gané.. ganamos el juicio

Everett se acercó a su hijo, soltó una risa temblorosa y besó su frente. Bilbo formó una sonrisa en sueños. La pareja volvió a bajar y decidieron tomar ese café en la cocina.

-¿Qué haremos ahora? Tendré que conseguir otro trabajo

-No te preocupes por eso, Ev. Tengo todo bajo control

-Ser guardia de museo no cobra mucho, que digamos

-Pero si un neurocirujano

Everett escupió el café de vuelta en su taza y miró a su esposo

-¿Cómo dices?

-Esto es algo de antes que te fueras de viaje. Lo mantuve en secreto porque.. Bueno, no se porque. Pero ahora podemos volver a como eramos en un principio

-Stephen, ¿cómo me ocultaste algo así? ¿Te operaste las manos? ¿Qué hay de tus nervios?

-Ya estoy mucho mejor. Hice un trato con un viejo colega y accedió a tratarme a cambio de que le diera un nuevo rostro

-¿Hiciste cirugía plastica?

-No,no. Buscaba un nuevo modelo para su catalogo y le ofrecí a Arthur

-¡¿Arthur?!

Everett cubrió su boca y soltó un suspiro

-¿Ofreciste a mi hermano como modelo?

-Fue antes del accidente, pero supe que va bien, al menos en la unica sesión que tuvo

Everett tomó su cabeza y negó

-Estoy saturado. Suceden demasiadas cosas y me ocultaste demasiadas cosas. No puedo siquiera enojarme de tanto que hay por procesar

-Esas son las buenas noticias

-¿Buenas? ¿Cuales podrían ser las malas?

Stephen bajó la mirada a su taza y pasó el dedo por el borde. Se mojó los labios antes de hablar

-Julian no está bien

-¿Qué le sucede?

-Esta muy enfermo. John cree...

Stephen se cubrió la boca y miró hacia otro lado, sus lagrimas preocuparon a Everett

-Cree que no lo logrará

-Lo siento tanto, Stephen

-Lo se, lo se. Todos lo sienten

Everett tomó la mano de su esposo para darle fuerza. No quería ni pensar en Oliver.

-¿Has ido a verlo?

-No puedo. He visto tantas personas al borde de la muerte, he salvado a esas personas y sin embargo, no puedo acercarme a mi hermano

-Es comprensible. Verlo así es.. Jamás lo imaginarías

-Tampoco he hablado con mis hermanos. John me notificó de todo. Soy un desastre

-Stephen, es un momento muy delicado para todos ustedes, seguramente Khan también esta igual de debil. No te culpes por algo natural

-Prometí ir a verlo

-Y por supuesto que iré contigo. Recuerda que no estas solo y no debes enfrentarlo de esa forma

Stephen apretó la mano de Everett y le sonrió a medias

-No sabes cuanto te necesité

-Ya estoy de vuelta y no iré a ninguna parte

Algo tocó tímidamente el hombro de Everett, y al voltear el gente se encontró con una brillante capa levitando

-También te extrañé, Levi

La capa estiró sus extremos con felicidad y envolvió al agente en un abrazo. Stephen se movió de su lugar para besar a su esposo y desearle las buenas noches. Everett extrañaba estar en casa y no cambiaría a su familia por nada, nisiquiera el trabajo.

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora