Smaug

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No podía dejar de verlo. Aún con aquel enano molesto saltando de aquí y allá a su alrededor, Bolson se veía hermoso cuando reía. De vez en cuando echaba miradas fugaces en medio de la clase y en los recesos, cuando se sentó a su lado para hablar del trabajo no apartó la vista de él. Bilbo comenzaba a sentirse incomodo, creía que Smaug estaba molesto por el accidente.
Cuando fue hora de la salida, el mas alto reparó en la ausencia de su libro en el momento que sintió la inconfundible fragancia

-Puedo olerte, ladrón

Se dio la vuelta y ahí estaba Bilbo, con el libro en alto. Samug se lo arrebató y lo guardó en su bolso

-¿Ibas a golpearme?

-Era una broma. Tu lo haces todo el tiempo y quise..-

-Vengarte

-No,no. Creí que lo hacías a modo de juego

Smaug echó un vistazo, solo quedaban ellos. Tomó a Bilbo del saco rojo que siempre llevaba puesto y lo atrajo para darle un rápido beso

-¿Eso te parece a modo de juego?

Antes de que pudiera decir algo, Bilbo fue soltado bruscamente chocando con el pupitre tras él. No sabía si debía estar asustado o tomárselo a broma, Smaug tenía un rostro serio mientras terminaba de guardar sus cosas.

-¿Estas bien?

-No podría estar mejor- se colgó el bolso y dio la vuelta para irse pero Bilbo estaba frente a él -Muévete

-¿Estas molesto conmigo?

-Muévete

-Lo de recién fue una broma, ¿verdad?

-Bolson..

-Lamento lo del libro, no lo volveré a hacer. Tampoco te devolveré el gesto si no quieres

Smaug torció la boca y frunció el ceño. Posó una mano sobre el brazo de Bilbo y, como si fuera una garra, hizo presión para luego acercarse a su rostro

-No pienses que el accidente va a cambiar algo. Tú y yo no somos amigos ni nada parecido

Lo apartó con un empujón y salió del salón, pero Bilbo no se rendiría tan facil. Lo siguió, se detuvo en medio del pasillo y alzó la voz

-¿Te gustó?- El mas alto detuvo su andar, dio la vuelta y miró al chico -¿Te gustó el beso?

Smaug corrió hacia él y le apretó las mejillas impidiendo su habla

-¿Qué haces? Callate

-Mhmhm- Lo liberó la presión para escuchar lo que tenía que decir -Lo de recién no fue broma. Querías hacerlo, te gusto

De repente Bilbo se encontró en el suelo, con un rasguño en su mejilla a causa de las largas uñas del mas alto y un dolor en su pecho que indicaba un empujón

-¿Crees que sabes todo? No eres mas que un simple enano. Ríndete, Bolson

Samug se fue dejando al chico en el suelo.

Afuera comenzaba a llover, eso lo frustró aun mas. Sacó un pequeño paraguas de su bolso, lo expandió para hacerlo mas largo y lo abrió. Caminó en silencio mojando sus zapatos, su cabello mojado soltaba gotas en su rostro, luego de unas calles guardó el paraguas y se dejó consumir por la lluvia. Llegó a su casa empapado, una mujer lo atendió en la entrada llevándole una toalla y retirando sus ropas mojadas.

-Gracias, A

Caminó en ropa interior con toalla en la cabeza hasta la sala y se sentó frente al fuego encendido del hogar. Hizo caso omiso a las voces que se presentaban de fondo desde los sillones, solo miraba las llamas de forma tan intensa como si pudiera absorber su poder.

-Smaug, ¿qué te he dicho de andar así por la casa?- fue las voz fría de su padre la que escuchó primero

-Mycroft, déjalo. No hay nadie mas aquí- el comprensivo tono de su papá no se hizo esperar.

Agradeció en silencio al hombre de cabello plata y continuó con su misión de competir en un duelo de miradas con las ardientes llamas.

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora