Smaug

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De vuelta en esa enorme casa elegante, la ahora familia de cuatro entró y se pudo sentir el calor del fuego encendido del hogar. También los pasos de mas entre ellos. Mycroft dejó su sombrilla junto a la puerta de entrada y se dirigió al salón comedor seguido de su fiel secretaria, entonces Greg se agachó frente al menor de todos y le sonrió

-Bueno, Hamish, este será tu nuevo hogar. Espero que te guste

-¿A quién no le gustaría vivir aquí?- la voz de John resonó por el hall de entrada

El niño estaba triste, solo asintió en silencio y apretó la correa de su mochila. Greg se puso de pie y soltó un suspiro de pesadez

-Smaug, enseñale tu cuarto

-Si,padre

Cuando estiró la mano, Hamish de inmediato se aferró a ella con fuerza. El par fue seguido por otros hermanos que por alguna razón seguían al rededor e inquietaban al niño. Subieron muchas escaleras hasta el segundo piso y pasaron por un tenebroso pasillo hasta el cuarto del fondo, todo eso parecía de una pelicula de terror. Pero cuando Smaug abrió la puerta sus temores se esfumaron. Al contrario del resto de la casa, el cuarto del adolescente era como el ala de un castillo de cuentos de hadas. Altas ventanas con cortinas de seda, paredes de ladrillos grises, una chimenea y sobre todo una enorme cama. Hamish corrió hacia ella y con un poco de esfuerzo logró subir, ya que el mueble estaba posado sobre una plataforma de piedra que la hacía aun mas alta.

-Todo es enorme

-¿Te parece?- preguntó divertido Smaug

-Vives como un príncipe

Los hermanos Dixon se miraron y soltaron una carcajada, Samug los vio de mala manera pero esta vez eso no tuvo efecto

-¿Un príncipe?- cuestionó John

-Sería mas bien un dragón- secundó Hector

-Solitario

-Arrogante

-Avaro

-Gruñón

-Posesivo

-Agresivo

-Y sobre todo, dramatico

Finalizaron al unisono, Hamish soltó una risa oculta bajo su mano y miró a Smaug desviar la mirada fastidiado. El de rulos bajó de la cama y sin aviso abrazó al mas alto por la cadera

-Me gusta tener un dragón como hermano mayor

Smaug torció la boca y acabó soltando un suspiro seguido de una sonrisa imperceptible

-Wow,ni Bolsón logró eso- susurró John a su hermano

-Es ciertamente increible lo que hace el amor fraternal

Ambos rubios se vieron de arriba a abajo y negaron

-Nah

Hamish se separó de su hermano y le enseñó una sonrisa. Samug debía acostumbrarse eso tanto por el niño como por su novio, ambos eran tan alegres.

-Será mejor que te des un baño, tuviste un día largo. ¿Tienes cambio de ropa?

-Si

Hamish corrió hacia su mochila sobre la cama y sacó un conjunto azul de pijama para enseñarle a su hermano

-Mira,tiene abejas. Padre me lo compró

-Es muy lindo

-Es tan lindo. ¡Dejame ayudarte!

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora