Estaba terminando de ajustar el reloj a su muñeca cuando la voz que menos quería oir en ese momento hizo eco en la sala
-Ollie, ¿por qué me ignoras?
Ignoró a su amigo y ajustó una vez mas su corbata para luego tomar su maletín de negocios y dirigirse a la puerta, pero Gary le bloqueó el paso
-Quitate
-Te hice el desayuno
-No tengo hambre
El mas alto le arrebató las llaves y las lanzó al otro lado de la sala dejándolo sin opciones. Oliver soltó el maletín y se cruzó de brazos
-¿Qué quieres?
-Saber porque me ignoras
-¿Es en serio? Te acostaste con mi novio. ¡Mi novio!
-No. Uh uh, eso jamas pasó
-Lo que vi demuestra lo contrario
-¿Nos estabas espiando?
-Te fuiste a un bar con mi sexy novio. ¡Por supuesto que los seguí!- Se frotó el puente de la nariz y dio la vuelta para ir por las llaves, -No tengo tiempo para esto. Debo ir al trabajo
-Oliver, escúchame. Jamas toqué a Julian. Admito que se me insinuó varias veces, pero jamas lo haría con tu novio por mas sensual que sea
-¿Qué me dices de lo que pasó en la habitación?
-Aunque me hubiera gustado, me resistí a sus encantos hasta que cayó dormido. Yo tomé la silla, aun me duele la espalda
Oliver no sabía si creerle o no, Gary ya había mentido varias veces para su beneficio propio, incluso diciendo que su madre había muerto cuando no era así.
Lo apartó de la entrada y se fue, decidió que una caminata le haría mejor que un viaje en taxi. Era tanta la frustración que tenía que hasta su propio paso le molestaba y se quejaba de sí mismo por no ir mas rapido. Soltó el maletín y se revolvió el cabello desesperado, ¿qué debía creer? Miró su reflejo en el gran ventanal a su lado, su rostro lucía horrible, después de todo no pudo dormir en toda la noche. Sus visión pasó de enfocarse a sí mismo a ver el interior del lugar, era un bar que no conocía hasta el momento. Se dijo a sí mismo que sus esfuerzos eran en vano, que de todas formas ya tenía el éxito que quería, e ingresó al lugar ignorando su trabajo.El interior estaba oscuro a diferencia de la calle, las paredes eran iluminadas por luces de colores fríos y diferentes rayos de luz intermitente se movían en todas direcciones alumbrando a quienes bailaban en la pista central. Oliver se había metido a una discoteca-bar que, a pesar de ser tan temprano, estaba repleta de gente. Pero él solo veía plumas y peinados extravagantes por todas partes. Caminó pegado a la pared hasta llegar a una mesa libre de las que rodeaban la pista, que era la atracción principal en el lugar y por lo tanto lo que ocupaba mas espacio. Veía balcones de cristal que separaban el segundo piso donde había aun mas gente, toda con vestimentas complejas y al parecer mucho dinero. Percibía cierto detalle que todos tenían en común, pero no sabía muy bien el que. Una copa frente a él lo distrajo de su investigación y lo obligó a alzar la vista, una persona alta, que no estaba seguro de si era hombre o mujer, le guiñó el ojo antes de desaparecer con una bandeja de plata en la que había llevado la bebida. Oliver no dudo y acabó el contenido de la copa en segundos, de todas formas aun le dolía la cabeza de la noche anterior. Cuando la base de cristal tocó la mesa, alguien ya había tomado asiento frente al agente, la misma persona que le había llevado la copa ahora vacía.
-¿Qué haces aquí? No parece ser tu tipo de fiestas
La persona tenía voz demasiado grave, indicaba que era un hombre, aunque su largo cabello negro y el vestido rosado que llevaba decía lo contrario. Sobre sus hombros descansaba un abrigo de pelo falso que acariciaba las afiladas mejillas que aquel extravagante hombre portaba y que ayudaban a resaltar sus filosos ojos.
-Entré por la bebida
Debajo de la mesa sintió el roce de las altas botas de cuero contra su pierna, creía que se debía a la altura del contrario y en consecuencia a sus largas piernas.
-Pareces un cachorrito fuera de lugar. ¿Me dejas cuidar de ti?
Los labios pintados de un rosado brillante formaron una sonrisa de forma casi perfecta que llamó la atención de Oliver. Los alargado ojos lo miraban con una intensidad que parecía querer robar su alma. Y sin embargo su voz permanecía monótona, todo lo controlaba con sus expresiones. Oliver bebió de la copa nuevamente sin saber cuando se había vuelto a llenar y se inclinó sobre la mesa
-¿Puedo saber tu nombre?
-Todo
Se puso de pie, se paseó alrededor de Oliver y pasó un dedo por su barbilla antes de ingresar a la pista de baile. El agente no dudo en seguirlo, hipnotizado por la melodía y el alcohol. En segundos se vio rodeado por varios de los extravagantes personajes del lugar y giraba en su sitio admirando los brillantes colores que comenzaban a marearlo. No supo cuando fue que cayó dormido.
ESTÁS LEYENDO
Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)
FanficHan pasado diez años desde que sus vidas se mezclaron volviéndose una misma. Creían que ya todo lo habían superado y que nada podía mejorar ni empeorar. Pero el pasado acecha a quien no lo supera y el futuro pone a prueba la moral. SEGUNDO LIBRO. Co...