Khan

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El temido profesor de Artes Marciales de la Academia Intergaláctica caminaba esa mañana junto a un hombre que lucía igual de intimidante que él. Quien lo secundaba era un hombre con cabello casi rapado, expresion seria y ropas oscuras, cargaba lo que parecía ser un estuche de rifle en su espalda y llevaba botas militares.
Cuando se presentó en el salón, todos los chicos se quedaron tiesos observando cada detalle del extraño hombre. Khan dio dos palmadas para que comenzaran los ejercicios, su compañero dejó su equipaje en un banco y comenzaron a caminar por el gran salón

-Gracias por venir, Declan

-No hay problema

-Entiendo que estés ocupado pero aprecio que me dieras un poco de tu tiempo

-No es nada. ¿Qué es lo que querías pedir?

-Que les enseñes ejercicios de combate. Especialmente quiero que fijes la mira en ese muchacho

Khan señaló a través del salón a Encantador, el chico tenía mallas ajustadas para luchar y una camisa con mangas infladas enseñando su pecho. Declan se giró a su amigo y asintió

-Creo que puedo enseñarles una o dos cosas

Se quitó la chaqueta que llevaba quedando con una camisa blanca, alzó sus mangas y volvió a asentir. Khan dio dos palmadas para ser oído, los estudiantes detuvieron sus ejercicios y se amontonaron frente a los adultos

-Él es Declan,quiero que todos vean sus movimientos con atención y lo sigan. Kirk, ven aquí

El muchacho de perfecto cabello se acercó con una sonrisa, Khan lo tomó de los hombros y lo posó frente a su amigo

-Tú seras usado como ejemplo ya que eres el mas nuevo

-Bien. ¿Qué debo.. ¡Auch!

El chico se inclinó sosteniendo su nariz adolorido, alzó la vista y miró confundido al hombre rubio que portaba una mirada seria pero una sonrisa divertida

-Nunca bajes la guardia al comenzar una pelea- dijo Declan mientras retomaba su posición inicial

Encantador se limpió la sangre manchando su camisa y regresó a su posición decidido a ganar el combate. Los demás alumnos y Khan observaban asombrados y entretenidos, Encantador recibía tantos golpes como los daba, aunque ninguno llegaba a su contrincante. Declan acabó por tirar al chico al suelo y dejarlo inmovilizado con un pie sobre su brazo y sosteniendo sus pantorrillas

-Bien,le doy la victoria

El hombre se puso de pie y también el muchacho, que sacudió sus ropas y regresó al grupo. Declan se quedó a cargo del resto de la clase mientras Khan atendía unos asuntos.

En el pasillo de la academia, Khan devolvía una llamada que había llegado a su teléfono hace unos minutos.

-Hola, ¿qué necesitabas?... Si, estoy seguro que iremos... Sin invitados extra esta vez, lo se. Aunque no fui yo quien invitó a extraños esa vez... Si,si. Adiós

Guardó el teléfono en su bolso al momento en que su amigo salía del salón principal. Declan se cruzó de brazos y lo miró expectante, como si quisiera una respuesta a una pregunta antes hecha

-¿Qué sucede?

-¿Canto?

-¿Disculpa?

Con un movimiento de cabeza le indicó que se regresara al salón, cuando Declan abrió la puerta vieron a Encantador rodeado por los estudiantes mientras cantaba con gestos exagerados una canción que seguramente tenía por nombre Agony de tanto que el chico repetía esa palabra. Khan pasó cansado una mano por su rostro y se abrió paso entre sus estudiantes hasta llegar a la "estrella" y tomarlo de la muñeca para inmovilizarlo.

-¿Qué crees que haces?

-Una demostración

-Si quieres cantar te sugiero que busques clases de teatro y no de lucha

Soltó bruscamente al chico y le dio una mirada a todos los demás que exitosamente los hizo regresar a sus entrenamientos, a excepción de Encantador. El muchacho estaba en el banco como castigo, momento que aprovechó para saludar por mensaje al pequeño encanto que conoció en esa misma clase. Khan, por su parte, despidió a su amigo en la entrada de la academia con la promesa de volver a verse y regresó al salón para supervisar su clase y al intruso que tuvo que aceptar forzosamente entre sus estudiantes.
Aunque sus ojos paseaban por el salón, su mente viajaba a la noche anterior cuando Arthur llegó mas tarde de lo usual. Recordaba verlo portar una sonrisa de mil soles al llegar que duró toda la cena y hasta que fueron a dormir. Khan aun no sabía la razón pero estaba feliz por Arthur si le iba bien en el trabajo, aun así las dudas comenzaban a brotar sin razón aparente provocando incomodidad.

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora