Sherlock/Hamish

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Después de la visita a Andy y la rapida reunión en casa de Oliver, John y Hamish por fin estaban de regreso en el departamento. John casi tiene un infarto al ver a Rosie sentada en el sofá sin supervisión ni almohadas de seguridad, Hamish corrió a su cuarto para resguardarse de la tormenta, cuando su papá apretaba los labios en una expresión de fastidio sabía que iban a haber problemas.
John llamó a Sherlock, quien se apareció con una expresión de cansancio y la tenía la mirada perdida. El doctor supo cual era la razón y eso lo molestó. Queriendo contener su voz, llamó a su hijo, le confió a la bebé y les ordenó que bajaran al departamento de la Sra. Hudson. Apenas se cerró la puerta desapareció su paciencia

-¿Qué hiciste?

-No se de que hablas

John apretó el puño y dio un pequeño paso hacia adelante

-Te voy a dar otra oportunidad. ¿Qué demonios hiciste, Sherlock?

-Tengo un caso que requiere toda mi concentración y potencial. Esta es la única forma en que..-

Por primera vez luego de muchos años John golpeó a Sherlock. Se agarró la muñeca de la mano con la que lo hizo y lo miró directo a los ojos.

-Dijiste que ya no lo harías

Sherlock, con un claro golpe marcado en su rostro, no pudo devolverle la mirada

-Por Dios santo, estabas a cargo de una niña. Una bebé

-Rosie es capaz de..-

-¡Rosie es una bebé! Y la unica que debería haber en esta casa.  No sabía que estaba lidiando con tres niños. No te creí capaz de..-

-¡Lo necesitaba! ¿¿Esta bien?? Cuando me echaste de la casa de tu hermano entré en panico, nunca fue mi intención desobedecerte o decepcionarte. Luego regresaste al departamento y lo primero que hiciste fue gritarme a la cara lo mal padre que soy por no alimentar a los niños. Si no hacía esto sería algo mucho peor

-Pensé que podías controlarte

-No tengas pensamientos imposibles

-Sherlock, nuestro tiempo de compañerismo ya pasó. Ahora somos padres, no podemos darnos el lujo de abrir viejas heridas o recaer en adicciones

-Tenemos suerte,entonces,de que nuestro hijo sea responsable y se haga cargo cuando estés ocupado. Eso nos ahorra tiempo a los dos y podemos trabajar en paz

-¡Es un niño! Tiene diez años, no es responsable de nada mas que sus calificaciones en la escuela

Tras la puerta del departamento se oían los gritos claramente, Hamish nunca había bajado las escaleras. Se aferró a su hermanita lo mas fuerte que pudo e intentó contenerse por ella, porque si tu lloras el bebé lo hará también. Antes de seguir escuchando la discusión, decidió que lo mejor era irse con alguien que pudiera cuidarlos de momento. Se alivió de haberse dejado la mochila, pero no tenía nada de Rosie. ¿Quién era alguien que tuviera experiencia con niños y espacio para cuidar de ellos? Sentó a Rosie al final de la escalera junto a su mochila y fue al departamento de la casera.

-¿Me prestaría su teléfono, Sra. Hudson? Padre esta haciendo demasiado ruido y no puedo llamar

-Claro querido, pasa

El niño corrió dentro del departamento, tomó el teléfono de línea y marcó. No quería mostrarse desesperado, pero lo estaba. Cuando atendieron se aferró al teléfono como si fuera su ultima esperanza e hizo la llamada lo mas corta posible.
A la media hora, alguien llegó al edificio con insistentes golpes en la puerta, Hamish abrió de inmediato, la silueta de un adulto se recortó bajo el marco. El niño se puso la mochila, tomó a su hermana y siguió al hombre hasta el auto. Fue un viaje corto, tal vez porque estaba perdido en sus pensamientos y concentrando sus emociones para contenerse.
Cuando llegaron a la casa, Rosie fue dejada dormida en una habitación y Hamish se quedó en el sofá de la sala. Con todo asegurado, comenzó a temblar y se permitió empezar a llorar.

-Lo se,lo se. Tranquilo

Everett abrazó a Hamish y dejó que se desahogara hecho una bolita en su pecho

-Eres un niño muy fuerte. Estoy orgulloso de ti

Hamish intentaba hablar entre hipidos y llanto, pero no lograba articular palabras. Solo pequeños gritos y quejidos salían de su boca. Everett acariciaba su cabeza con cariño y lo rodeaba con protección.

-No tienes que explicarte. Suelta todo lo que necesites

Levi se acercó sigilosamente y se posó sobre el niño para taparlo. Bilbo no bajó hasta que su papá le dio permiso y se sentó junto a su primo.

-Pasará aquí la noche, ¿de acuerdo?

El castaño asintió y se llevó al niño a su cuarto. El agente buscó su teléfono con la intención de hacer unas llamadas.
En el piso superior, Hamish estaba sentado en la cama abrazando sus rodillas, Levi seguía a su alrededor envolviendo su pequeño cuerpo de forma protectora.

-¿Quieres leer algo?- preguntó Bilbo revisando su biblioteca- Tengo muchos clasicos, también algunos comics si.. quieres

Hamish no le prestaba atención. Mantenía la mirada baja y una expresión sufrida. Bilbo se sentó a su lado

-¿Quieres hablar de lo que pasó?

-Nunca oí a mis padres discutir así. Parecía grave

-Mis padres también discuten, pero luego andan bien cariñosos

Hamish torció la boca

-Nunca vi a mis padres darse un beso o abrazarse

-Bueno, padre dice que el tío Oliver no es un gran ejemplo a seguir con respecto a demostrar cariño. Pero papá dijo que si pasas un día con los tios Arthur y Khan podrías empalagarte

Hamish formó una pequeña sonrisa y se imaginó como sería si sus padres fueran así de demostrativos. Sabe que los aman a él y a Rosie, pero entre ellos algo no parecía funcionar.
Bilbo miró su teléfono y sonrió

-¿Quieres conocer a alguien?

-¿A quién?

Se inclinó para susurrarle al oido

-Mi novio

Hamish abrió la boca en sorpresa y asintió emocionado. Bilbo hizo una video llamada y esperó ansioso, se decepcionó por lo que vio.

-¿Es él?- preguntó Hamish

-Claro que no. Ese chico está demente

En la pantalla estaba el rostro de Hector mirando curioso

-¿Qué haces con el teléfono de Smaug?- preguntó el castaño

-¿Tú porque llamas?

-Quiero hablar con él

-Está ocupado

Bilbo miró a su primo y luego al celular

-Tengo a William

Por alguna razón se cortó la llamada. Intentó volver a contactarlos, pero fue en vano. Miró a Hamish con hombros encogidos y le pasó su teléfono

-Papá estará ocupado, ¿por qué no escuchas música?

Le prestó unos audífonos y él tomó un libro, sabía que su padre soltaría algunos gritos asi que quizo disminuir el ruido tanto como pudo para no preocupar mas al pequeño.

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora