Khan

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Arthur apareció en las escaleras de la pequeña casa con el pijama, una toalla al cuello y el cabello revuelto. Pasó al baño y luego se dejó caer en la silla frente a un humilde desayuno, bebió de la taza de té frente a él y soltó un suspiro de satisfacción.
Khan estaba frente a él viéndolo atentamente con la barbilla descansando en sus manos. Miraba al pelirrojo llevar pastelitos y galletas a su boca mientras volvía a llenar su taza con una segunda ronda de té. Cuando notó las miradas sobre él, alejó la galleta que estaba por consumir y se tocó la cara en busca de restos de comida

-¿Pasa algo?

-Eres hermoso

Arthur soltó una risa tímida y revolvió su cabello

-Gracias

-Pero comes demasiado

-Vaya forma de arruinar el momento. ¿En serio lo crees?

-Lo veo

-Yo creo que como lo normal. John hacía spaghetti todos los jueves y acabábamos la olla completa

-Pero ahora solo somos dos, pareciera que comes por tus hermanos

Arthur contempló la mesa. Panecillos y galletas por todas partes, ademas de una deliciosa taza de té que volvió a llenar dos veces mas. Apartó su taza y se recostó en la silla con una mueca de duda

-Creo que ya acabé el desayuno

Khan asintió y levantó los platos sucios para llevarlos al fregadero. En eso, Arthur bajó la mirada a su estómago y lo palpó suavemente

-¿Realmente subí de peso?

Recibió un beso de su pareja en la cabeza y lo vio irse escaleras arriba. Lo siguió hasta el cuarto y lo encontró cambiando su camiseta

-No me canso de ver eso

El pelinegro lanzó la ropa a la cama y se acercó con el torso desnudo a su novio, entrelazó sus dedos y alejó un mechón de cabello de su rostro

-Yo no me canso de verte a ti

Arthur recibió pequeños besos en el cuello que le provocaron cosquillas, alejó a Khan y se excusó de la habitación diciendo que tomaría un baño. El mayor se veía tentado a compartir la ducha pero debía irse a trabajar, terminó de cambiarse, tomó su bolso y se despidió de Arthur para finalmente dejar la pintoresca casita.

Hace ocho años Khan comenzó a impartir clases de Artes Marciales por cuenta propia. Luego de ser despedido de la Academia Flota Estelar por agresión a otro profesor, pasó dos años con trabajos de medio tiempo y sintiéndose miserable al no poder gastar dinero en regalos para Arthur. Fue cuando el pelirrojo habló con él sobre sus multiples talentos, que decidió impartir clases por sí mismo y actualmente dirige y enseña en su propia academia.
Debido a la ubicación aislada de la casita que compartía con Arthur, ambos debían levantarse junto al sol y comenzar sus días tan temprano como les sea posible. Es por eso que en las mañanas, Arthur lucía tan poco descansado y Khan se encargaba del desayuno. Un gran cambio para los dos.

Khan caminó muchas calles hasta llegar a la Academia Intergalactica, siempre era el primero en llegar. Abrió las puertas y fue directo a los vestidores para ponerse ropa adecuada de entrenamiento, los estudiantes llegarían en 20 minutos. Acomodó el gran salón donde entrenaba, preparó las colchonetas en el suelo, los objetos de lucha y le dio paso al grupo de chicos que esperaban tras las puertas. Khan había aprendido a controlar a grandes cantidades de alumnos debido a su fuerte carácter autoritario y su apariencia aterradora, el salón estaba repleto de chicos entre 10 y 25 años que lo admiraban y respetaban tanto como él a ellos. Ordenó que se pusieran en parejas a un lado de las colchonetas y comenzaran a practicar el bloquear ataques.

Mientras caminaba por el salón revisando a cada par, vio a un chico nuevo ingresar al lugar. Lo miró atentamente antes de acercarse, alto y de cabello castaño bien peinado, llevaba una camisa bajo una brillante chaqueta azul y pantalones ajustados con zapatos. Una vestimenta poco adecuada para la situación. Cuando estuvo mas cerca pudo ver mejor sus facciones y su ceño se frunció al reconocer aquellos ojos. Se acercó de forma intimidante al muchacho, éste solo sonrió y puso una mano en su cintura

-Buenas tardes. Quisiera inscribirme en la academia

Khan quería negarse rotundamente, pero no tenía razones validas o suficientes para rechazarlo. El muchacho caminó por el lugar con una sonrisa mirando a los estudiantes, Khan ponía todo su esfuerzo en no echarlo del salón

-Tienen buenos movimientos e interesantes técnicas. Definitivamente quiero estudiar aquí. ¿Dónde puedo anotarme?

-Sígueme

Sacó al chico del salón y lo guió hasta una pequeña oficina. Mientras buscaba los papeles necesarios, veía como el muchacho inspeccionaba el lugar aun con esa sonrisa que le provocaba profundo desagrado. Aclaró su garganta y le indicó que tomara asiento frente a él

-¿Nombre completo?

-Encantador Tiberius Kirk

-¿Edad?

-16

-Nombre de tus padres

-James Tiberius Kirk y Spock Kirk

El lápiz de Khan se partió en su manos al escuchar aquel nombre. Respiró hondo y cogió otro para continuar

-¿Sabes tu documento?

-Claro

Encantador tomó el lapiz y escribió en la hoja. Khan lo miraba incredulo, era idéntico al "Capitan" Kirk. Le devolvió la hoja sonriente junto al lapiz

-Me tomé la libertad de llenar las otras casillas. ¿Ya soy estudiante oficial?

-Si. Bienvenido a la Academia Intergalactica

-Grandioso. Me presentaré mañana a primera hora. ¿Le molesta si observo el resto de la clase? Con permiso, entonces

Cuando el chico se fue, Khan solo pudo soltar un suspiro y golpear el escritorio. ¿Por qué seguía apareciendo en sus vidas? Sin duda alguna, las clases serían mucho mas tediosas a partir de ahora.

Te llevo a cuestas (Freebatch Crossover - Segundo Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora