Capítulo 43.

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Octubre 10, 2013

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Octubre 10, 2013.

Largos cuatro días desde que habían intentado envenenar a Mía, cuatro días de angustias, incertidumbres y preocupaciones para todos sus allegados.

El lunes parecía que estaba mejorando, el doctor dijo que había respondido al tratamiento y que podrían pasar a verla en lo que la subieran a piso, pero el martes, tuvo un intento de infarto, según lo que explicó el doctor, el veneno seguía en su sistema y había querido detener su corazón, así que la volvieron a meter a cuidados intensivos hasta lograr estabilizar de nuevo, el día anterior se había recuperado considerablemente y la habían podido ver cuando la llevaron a una habitación.

Ya era jueves y aunque Mía se veía mejor y los resultados daban buenas expectativas, no saldría hasta el día siguiente.

Sin embargo, nadie se sentía seguro sacando a Mía del hospital, aunque nadie se atreviera a decir algo, todos pensaban lo mismo, aún no habían podido encontrar al responsable del envenenamiento, lo cual los mantenía alertas de quien entraba o salía del hospital.

Max y Ethan habían estado haciendo guardia fuera de habitación, no permitían que nadie ajeno a ella entrara. 

Estaban muy alertas por los mínimos detalles que pudiesen ser relevantes, sin embargo, al hospital solo habían ido sus amigas de la escuela y familia cercana, nadie extraño, tampoco era que dejaban pasar a nadie, se cuidaban de los extraños.

Lamentablemente, la noticia no se pudo mantener en secreto, una de la enfermeras había reconocido a Mía y había corrido la voz por todo el hospital, al parecer alguien que estaba de paso escuchó el rumor de que la modelo Mía Ferrer había sido internada en ese hospital y había dado el anuncio a la prensa, por lo que había fotógrafos y periodistas afuera esperando por alguna noticia.

La mamá de Mía se mantenía alejada de todo el escándalo sin querer dar declaraciones y Max no se sentía en condiciones para calmar los rumores, se decía desde que había entrado por una sobredosis de drogas, por anorexia hasta por intento de suicidio, cada rumor era peor que el otro, pero nadie quería salir a decir nada.

Se suponía que Fletcher daría las declaraciones esa misma tarde, pero aún estaba armando todo el parte médico con los doctores que la habían atendido para poder esclarecer todas las dudas que pudiesen presentar los periodistas.

De todas formas, la duda más importante que todos tenían era, ¿quién había sido el responsable? Aún no habían podido dar con él y los mantenía en ascuas a todos. 

—Es una pesadilla entrar al hospital —chilló la prima de Máx, llegando seguida de sus otras dos amigas.

—De haber sabido que había periodistas me habría peinado —bufó Mary siguiéndole el paso, Emma negó con la cabeza irritada y se acercó a los chicos que seguían en la puerta.

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