Mundos Alternos ✔

Capítulo 79.

Diciembre 21, 2013.

—Todos esperan —Anunció Franco entrando a la oficina.

Diabla lo miró por un segundo, admirando sus ojos extraños, suspiró y asintió saliendo hasta donde estaba su manada.

Al salir del bar los encontró a todos alineados en sus motos esperando órdenes, sabían que ese día sería decisivo, un nuevo capítulo se estaba por escribir en la historia de los dos barrios rivales con más poder de la zona.

—Los quiero a todos alertas, sin distracciones de ningún tipo, disputas, diferencias o derivados se quedan de la puerta de Storni para dentro, allá afuera los quiero concentrados —Avisó paseándose frente a ellos con la seriedad y seguridad que la caracterizaba.

»Pregunta, duda o incertidumbre, se hace ahora, allá no quiero titubeos, sus armas cargadas y su seguridad intacta —Los miró de nuevo, esperando que alguno dijera algo.

—¿Estamos seguros de lo que vamos a hacer? —Preguntó Cris con la sutileza que lo caracterizaba.

—¿Quieren seguir con la guerra y derramar más sangre? —Preguntó de vuelta Diabla con el entrecejo fruncido.

»Perdimos compañeros, amigos, jóvenes que apenas empezaban a vivir al rescatar a Mía de las garras de ese bastardo, personas que no tenían idea en lo que se estaban metiendo y aún así fueron fieles a nosotros y a su barrio, ¿quieren perder más jóvenes? —Alzó la voz para hacerse escuchar con claridad y pasó la mirada de uno a otro, todos con los rostros afligidos recordando las pérdidas y los inconvenientes que pasaron ese día.

—Incluso nosotros corrimos mucho riesgo y salimos de milagro de ese enfrentamiento —Concordó Sofi mirando a Tavo, que aún tenía secuelas de su accidente.

—Merecemos un poco de paz en el barrio —aseguró Maite con gesto lastimero, era quien más sufría la guerra que se había formado.

—¿Eso responde tu pregunta Cristo? —Diabla caminó hasta él, quien estaba con gesto serio y pensativo escuchando lo que decían sus amigos.

—Nunca pongo en duda tus planes Diabla, pero es tener prácticamente el control de ambos barrios, Lorca no estará de acuerdo —murmuró mirándola con incertidumbre.

Lo miró por un segundo y se alejó para hablarle a toda la manada en general.

—No nos vamos a meter en cosas de Molinos, Lorca necesita un jefe y nuestra gente necesita paz y seguridad, haciendo un tratado de paz entre ambos barrios conseguiremos eso, claro está, no lo haremos con alguien que era fiel a Cervantes, no confío en ellos —Negó con la cabeza, caminando de un lado a otro.

—¿Y si lo haces en este chico recién aparecido que no tiene nombre? —Preguntó Sebas con ironía.

Diabla rodó los ojos y se acercó a él.