Capítulo 71.

23 6 4
                                    

Diciembre 7, 2013

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Diciembre 7, 2013.

Efímero: Aquello que dura por un corto periodo de tiempo.

Así sentía que había sido la felicidad en mi vida, efímera, no había un rastro de felicidad en mi alma.

Me sentía tan vacía, tan sucia, tan sin ganas de existir en ese momento, mis dolores constantes me recordaban el infierno que había pasado.

Milagro.

Eso era lo que decían las enfermeras cuando iban a verme y pasaban el tratamiento.

Era un milagro que estuviera viva, nadie podía creer que mi cuerpo haya aguantado tanto.

¿Realmente estoy viva?

Porque justo en ese momento me sentía muerta en vida.

No sentía amor, emoción, alegría hacía nada, todo lo que había en mí eran dolores y tristezas.

Una amargura instalada en mi pecho que me hacía aborrecer quien era.

Nadie quería hablar sobre lo que pasó, evitaban tocar el tema o preguntar nada.

Veía lástima en sus miradas y me hacía sentir un bicho raro, no quería que me tuvieran lástima, quería que me vieran como siempre lo hicieron.

No sabía que estaba siendo más difícil para mi, el dolor atorado en mi pecho, o el dolor que veía en los ojos de todos cuando se acercaban a mi.

Max, sus ojos seguían siendo mi ancla, pero no me gustaba lo que veía en su mirada, no había ese acendrado que me gustaba en él, al contrario, había odio, rencor, resentimiento, sentimientos que no habían habitado en él hacía mucho, me mataba saber que yo era la causa de esos sentimientos en él.

Ethan estaba tan desesperado que me generaba culpa, no era su culpa lo que me había pasado y aún así se veía culpable, él no lo hubiese podido evitar, nadie lo hubiese podido evitar, si no era en ese momento, hubiese sido en otro momento.

Esa gente iba por mi, sin importar nada.

Eso lo había entendido con las pocas palabras que había dicho el hombre de la sonrisa siniestra.

No entendía si era algo personal y una venganza antigua con alguien más.

No sabía que había pasado aquel día, ni dónde estaba ese sujeto o si volvería por mí, nadie quiso decirme cómo me habían sacado de allí

Tampoco quería hablar sobre ello, de hecho, no quería hablar en general, mi voz se escuchaba muy ajena a mi, no me reconocía y eso me asustaba.

Infertilidad.

Eso fue lo que dijo el médico que me atendió las heridas internas.

No lo había mencionado antes, ni hablado con mucha gente, pero yo quería tener hijos, siempre me vi siendo mamá, con un pequeño hombrecito en mi vida, que fuese solo mío y poder ayudarlo en todos los pasos de su vida, siempre me imaginé de madre, y esa gente del infierno me había arrebatado un sueño que no pude materializar.

Mundos Alternos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora