Capítulo 29.

26 8 0
                                    

Septiembre 11, 2013

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Septiembre 11, 2013

Máx había cumplido lo que dijo, no pasó nada, nos dimos una ducha (cada quien por su lado) y nos acostamos abrazados, hablamos hasta que nos entró el sueño, entonces él estuvo besando mi cuello y acariciando mi cabello hasta que me dormí. 

Amanecí bañada en sudor, con su brazo alrededor de mi cintura y su cabeza recostada de mi pecho.

Fue una imagen muy tierna, quizá era algo que esperaba se repitieria.

Me di una rápida ducha y me puse el uniforme para ir el instituto, cuando terminé me encontré a Máx abajo, terminando de preparar el desayuno.

Señores, me les caso con este hombre.

—Buenos días —entré sonriente, yendo hasta él para abrazarlo.

—Buenos días pequeña, ¿dormiste bien? —Saludo dándome un beso rápido en los labios.

—Hace mucho no descansaba tan bien —confesé sonriente mientras me sentaba en una de las sillas de la encimera.

—¿Alguna razón en especial? —Preguntó divertido.

—Quizá que dormí con mi sexy novio haciéndome mimos —respondí con un mohín.

—¿Ah si, con que sexy novio? —Me miro de vuelta divertido, alzando una ceja— me parece que alguien se golpeó la cabeza al despertar —bromeó.

—Oye —me quejé— eres el sueño húmedo de toda mujer que te conozca —aseguré.

—¿Tienes sueños humedos conmigo? —Alzó un ceja intrigado.

Me sonrojé por lo que había dicho y quise morderme la lengua, murmuré cualquier cosa con los dientes apretados haciendolo reir con mi reacción y me picoteó las mejillas.

—Estas sonrojada —informó lo obvio, podía sentir mis mejillas calientes.

Si, las morenas también nos sonrojamos.

Que mierda.

—Déjame —le manoteé— ¿que hay en el menú de hoy, señor? —Indagué curiosa viendo como terminaba de servir los platos.

—Te hice panqueques de avena con miel, fruta picada y café con leche, con poca azúcar —informó poniéndolo todo frente a mi.

—Me conoces tan bien —reconocí sonriente, empezando a tomar mi café.

—Claro que sí, mi pequeña —sonrió con ternura y se dispuso a comer— termina rápido, así te lleve al instituto, yo debo ir a la agencia a hacer papeleo —informó.

Mundos Alternos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora