Cuando menos lo esperas, tu vida da un giro y el amor no será la salvación.
¿Dónde queda tu integridad cuando la oscuridad te alcanza?
Caminas, caes, tomas un respiro y miras al frente, siempre al frente porque si volteas, te caes de nuevo.
***
Dos...
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Julio 27, 2013.
Era sábado por la noche, desfile de modas, de parejas.
PRIMER DESFILE DE PAREJAS.
PÚBLICO.
Creí que eso sería más fácil. Pero de verdad había mucha tensión.
Philip por un lado volviéndome loca, mi agente gritando sugerencias para mi apariencia, el organizador gritando órdenes, las chicas de vestuario cambiando mi ropa cada dos minutos, los de maquillaje peleando con los de peinado y vestuario porque no les dejan espacio para trabajar, mamá llamando para decir que estaba atrasada, Ethan mandando a callar a todo el mundo y buscando algún ligue para pasar la noche, Max perdido, no lo localizaban y realmente me preocupaba más que se arrepintiera a último minuto.
Si no aparecía.
¡LO MATABA!
—¿Quieres respirar? —Sugirió Philip— cuando dejas de respirar por minutos, parece que mueres, no lo hagas —pidió mientras arreglaba un mechón de cabello y me observaba de lejos.
—¿Qué saben de Max? —Indagué por enésima vez.
—Tranquila primita —gritó Ethan— si se arrepiente le recuerdo lo que es meterse con un Corona —guiñó un ojo para darme confianza, pero sólo me ponía más nerviosa.
—Querrás decir Ferrer —recordé— y gracias, pero no ayudas, si no llega yo misma me hago cargo —aseguré.
—¿Alguien puede buscar unos zapatos rojos en este lugar? —Gritó alguien de vestuario detrás de las cortinas haciendo que la paciencia llegara a mi límite.
—¿QUIEREN DEJAR DE GRITAR? —Moví mis brazos exasperada mientras cerraba los ojos tratando de relajarme.
—Tú eres la que grita —escuché en mi oído.
—No gritara si ellos dejaran de gritar y hablar al mismo tiempo, si Ethan no fuera tan idiota, si mi madre pudiese llegar a tiempo y si el imbécil de mi supuesto novio se dignara a contestar el teléfono —hablé entre dientes muy molesta— ¿ALGUIEN QUIERE LOCALIZAR A MI NOVIO? —Volví a gritar desesperada.
—¿Quieres DEJAR DE GRITAR, RELAJARTE Y ABRIR LOS OJOS? —Escuché gritar a Ethan también exasperado.
—No quiero —dije berrinchuda— quiero a mi novio y que todos dejen de hablar, necesito una aspirina —murmuré con un puchero.
