Cuando menos lo esperas, tu vida da un giro y el amor no será la salvación.
¿Dónde queda tu integridad cuando la oscuridad te alcanza?
Caminas, caes, tomas un respiro y miras al frente, siempre al frente porque si volteas, te caes de nuevo.
***
Dos...
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Diciembre 16, 2013.
Mondo: Limpio y libre de cosas añadidas o superfluas.
Limpia, era algo que no me había sentido más desde que me habían secuestrado, mondo era un sentimiento que había perdido y que veía muy lejano de recuperar.
Antes odiaba los lunes, de verdad lo hacía.
Pero ese lunes, para mí tenía un matiz diferente, quizá fuera el hecho de que mi rostro por fin había sanado por completo, o porque por fin mis heridas internas comenzaban a sanar y el dolor empezaba a disminuir, o quizá fuese porque pasó el doctor y dijo que de seguir así podría ir esa semana a casa.
El fin de semana había pasado rápido, las chicas habían estado conmigo, riendo y parloteando acerca de todo lo que había pasado en la graduación, diciendo lo mucho que les había hecho falta. Me dejó un sabor agridulce no haber estado allí, no haber podido ir al baile de graduación y tomarme esa foto que en unos años me avergonzaría.
Pero me sentía feliz de que mis amigas si hubiesen estado y lo hayan disfrutado, sentía que lo había vivido a través de ellas y sus historias.
Ethan por el contrario, no quiso mencionar nada al respecto, le incomodaba siquiera tocar el tema, y aunque yo estaba bien con la situación, respetaba que él no.
Max me había acompañado esos días, no digo que mejoré mucho de un día al otro, seguía hablando poco y teniendo tolerancia cero a la cercanía masculina, pero ya no me sentía incómoda cerca de él, además de que había cumplido muy bien con su palabra, nos habíamos adaptado a la situación reciente y él comenzaba a ser él estando conmigo.
Hacía comentarios subidos de tono, bromeaba sobre cualquier cosa y hablaba de todo sin preocuparse por si me incomodaba o no. Cosa que agradecí, no quería que cambiara nada en él solo por mis temores pasajeros.
Él me había enamorado por quien era y quería que eso siguiera así.
Mi madre me había dejado dicho con Ethan, que ya sabía que podrían darme de alta y entonces ella se haría cargo de mí, porque yo aún era menor de edad.
Me había molestado mucho, pero decidí ignorarla. Esa situación era muy molesta e incómoda.
Era obvio que yo no podía estar sola, pero también era cierto que no quería verla, mi madre me había decepcionado al punto de no quererla cerca, mucho menos durante mi recuperación, sentía que retrasaría el proceso.
No dije nada, pero Max estaba molesto por ello y sabía que a mi me molestaba también, supe que se estaba conteniendo cuando apretó sus manos en puños y saltó la vena de su frente.
Agradecí que no dijese nada a pesar de ello, quería pensar con tranquilidad lo que iba a hacer y concentrarme más en mi, que en ella. No entendía si yo solo había estado ciega con respecto a mamá y ella siempre había sido así o realmente los sucesos recientes la habían moldeado de esa forma.
