Capítulo 57.

28 6 0
                                    

Noviembre 7, 2013

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Noviembre 7, 2013.

—¿Alguna pista de lo que planea Cervantes? —Interrogó mientras leía las notas del informante de Franco.

—Aún no tenemos nada en concreto, pero tenemos alguien que se puede infiltrar —respondió Chui, pasándole unos documentos.

—No puede ser alguien nuevo, o de afuera, o desconocido, Cervantes no se va a dejar sacar información de nuevo, además no está más en su cueva —descartó al ver que era alguien aspirante a ser parte de Gasset.

—¿Qué propones? No lo podemos secuestrar de nuevo —la miró Franco paseándose por el lugar ansioso.

—Sé que algo hará en contra de Mía, pero aún no logro dar con él qué —murmuró levantándose del escritorio para caminar de un lado a otro, al otro extremo de la oficina.

Había recibido información de que Cervantes había desaparecido unos días, diciendo que se tomaría vacaciones, ella mejor que nadie sabía que en ese trabajo no había vacaciones nunca, el tipo era mafioso, un paso en falso y lo agarraba la policía, estaba segura que era una coartada para salir del lugar sin tantas preguntas y poder ejecutar su plan.

Sus hombres se habían desplegado, con él solo había llevado a los de máxima confianza y no había dicho mucho acerca de donde estaría.

Tenía miedo que le diera rienda suelta a su plan y ellos siguieran sin descubrir de qué iba.

No estaba dispuesta a rendirse, o a fallar, o perder a alguien, aunque fuese Mía, la chica había mostrado interés en ayudar, no la hacía mala y no le iba a ser indiferente.

—Llama a Mia —propuso Sebas, ella lo miró con una ceja alzada y él bufó— si tan segura estás de que va por ella, llámala, pide un resumen de su agenda, es modelo, debe tener una, vamos a vigilarla —explicó y se encogió de hombros al ver que todos le prestaban atención.

—No es tan descabellado lo que dice —apoyó Tavo— lo más seguro es que Cervantes ya la estuviera siguiendo y sepa sus movimientos, pero no puede saber los siguientes —frunció el ceño pensativo.

—Quizá tengan razón —razonó Diabla deteniéndose en su lugar para mirarlos con seriedad.

—¿Alguien me recuerda por qué Cervantes quiere a Mía? —Preguntó Maite con gesto confundido.

Diabla la miró con una ceja alzada, Dani rodó los ojos metiéndole una colleja y Sofi se rió de su inocencia.

—No sabemos el porqué, solo tenemos lo que dijo Alan y lo que dijo Lupe, podemos deducir que la quiere para tomar el lugar que Diabla no tomó —explicó Sofi un poco contrariada con la situación.

Nadie entendía detrás de qué iban.

—Debimos matarlo cuando pudimos —bufó Franco— ahora su obsesión insana no nos estaría dando tantos dolores de cabeza —rodó los ojos tirándose en el sofá junto a Maite, quien tenía el ceño fruncido tratando de entender todo.

Mundos Alternos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora