Capítulo 48.

25 7 0
                                    

Octubre 19, 2013

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Octubre 19, 2013.

Estaba nerviosa, pero decir nerviosa es poco, estaba que me hacía pis en los pantalones. 

Iba a conocer a la abuela.

Había tenido tres días para prepararme mentalmente, pero estaba nerviosa, muy nerviosa.

Ethan iba conduciendo a mi lado, igual de silencioso que yo.

Al final no había tenido que insistir mucho, yo misma le había pedido que me llevara al punto de encuentro con Diabla, porque no podía caminar sin sentir mis piernas temblar, e irme en taxi no me parecía buena idea con toda la atención que estaba teniendo por el momento.

Había hecho una lista mental de las preguntas que le quería hacer, luego de 17 años, se me había abierto la puerta a la curiosidad por saber de papá.

No sabía cómo era, dónde estaba, si nos quería a pesar de todo, estaba muy confusa con toda la situación y la historia que mamá me había contado solo me dejaba más curiosa, además quería saber si era cierta.

Ethan me miró de reojo cuando se acercó al parque donde habíamos quedado la gemela del terror y yo, para vernos.

—¿Del 1 al 10, qué tan nerviosa estás? —Preguntó Ethan mirando a la otra gemela recostada de su auto.

—Del 1 al me hago pis si me bajo ahora —susurré mirando como la chica se acercaba a nosotros.

—Me alegra saber que no soy el único que se está haciendo pis —se quejó removiendose en su asiento.

Vimos cómo Diabla nos hizo una seña, así que nos bajamos del auto luego de soltar un suspiro angustiado.

—No dejes que me mate —susurró Ethan bajando del auto.

No creía que lo matara, pero sinceramente ella no transmitía mucha confianza.

—Creí que vendrías con el muñequito de torta —dijo mirando con seriedad a Ethan, haciendo que este me mirara nervioso.

—Hoy vengo en reunión familiar —resumi cortante.

Ella me miró curiosa pero solo hizo un gesto con su cabeza para que la siguiéramos.

Ethan me tomó de la mano nervioso, pero se la solté asqueada al ver lo mojada que estaba.

—Lo siento —murmuró secando sus manos en el pantalón.

Mundos Alternos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora