XVI

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Minho se encontraba sentado en los columpios de aquel parque tan cercano a su hogar. Amaba estar allí con todo su ser, era su lugar preferido en el mundo.

Le generaba una gran paz el sentir el viento chocando con su cara cada vez que se amacaba como si se tratara de un niño pequeño, cerró sus ojos y solo se dedicó a sentir el viento.

Si dejaba de pensar por un momento podía sentir que volaba.

Respiraba con tranquilidad, en aquel momento no pensaba en nada más, sus preocupaciones habían despejado su mente.

Escuchó como otra persona se sentaba en el columpio a su lado.

Abrió sus ojos y frenó su hamaca para observar al rubio que se columpiaba a su lado.

- No quise interrumpirte, te veías bastante feliz. - Habló Felix con la mirada perdida en el pasto. - Iba camino a tu casa pero te encontré aquí así que preferí no ir. -

- Lo supuse. - Minho le sonrío y se levantó de la atracción infantil seguido por el menor.

Tomó la mochila que había dejado en el piso unos minutos atrás. Entonces se enderezo y dio media vuelta para encontrarse con el rostro del otro chico.

Nunca le había prestado real atención a sus facciones pero ahora que lo veía detalladamente, era simplemente hermoso.

En este momento no contaba con casi nada de maquillaje, solo con un poco de corrector para cubrir sus ojeras y con un leve bálsamo labial que hacia ver sus labios más rosados y brillantes que como normalmente eran.

- Iremos a un bosque que hay cerca de aquí para tomar las fotos. - Le avisó el mayor mientras comenzaba a caminar a paso relajado, siendo seguido por el rubio que caminaba a su lado.

-¿Tenías una cámara de repuesto o ya pudiste comprar otra?- Preguntó el menor mientras pasaban por debajo de un árbol, las hojas de este se estaban cayendo.

- Tengo más cámaras de repuesto pero ya pudieron comprarme la que perdí, ahora debo hacer las tareas del hogar para pagarla. - Contó Minho mientras acomodaba las cintas de su mochila para que sea más cómoda de cargar y que se adapte bien a su espalda.

Un silencio incómodo estuvo presente por unos minutos hasta que finalmente llegaron al esperado bosque del que Minho habló.

Ambos entraron teniendo cuidado con no tropezarse con las raíces de los inmensos árboles que habían por ahí.

El castaño no tardó en sacar su cámara para estrenarla y comenzar a sacar fotos a la naturaleza que lo rodeaba.

Felix lo vio totalmente entusiasmado viendo donde las fotos quedarían más bonitas y moviéndose en diferentes ángulos para ver como saldría mejor, como si la alegría del mayor fuera contagiosa sonrió.

Habían pasado ya varios días desde que aquella desagradable noticia había llegado a Felix, unos aproximados quince días.

Se consideraba mucho mejor que el día en el que hablo con sus padres, se estaba conteniendo demasiado las lágrimas desde ese día pero ya había llorado demasiado, no quería seguir.

De repente volvió a la realidad notando como Minho lo miraba, acababa de decirle algo pero no sabía que era.

-¿Ah? perdona no escuche. -

El mayor frunció el ceño y se acercó a él con rapidez. -¿Te encuentras bien? tienes la mirada perdida y los ojos muy brillosos, además de que estás en las nubes. Si no te sientes bien dímelo y te llevo a tu casa, solo quería hacer esto porque tu querías recompensarme lo de la cámara pero en realidad no me importa, ¿quieres irte?- Preguntó finalmente.

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora