bad reputation» minlix

LIX

Felix escuchaba atentamente todas las cosas que debería saber para saber defenderse, él no entendía nada.

Solo sabía que las cosas marchaban bien, habría un juicio.

Haerin le hablaba pacientemente, le indicaba detalladamente todo lo que debería decir en el juicio, claramente iba a contar lo que le había pasado pero habían ciertos detalles que debía profundizar para que su testimonio tuviera más valor.

Suspiró, estaba feliz, inseguro y agotado al mismo tiempo.

Se encontraba sentado en uno de los sofás que habían en el living de la casa de Haerin, la mujer se encontraba sentada en otro sofá en frente suyo.

Estaba sintiéndose demasiado inseguro, había posibilidad de que perdiera el juicio, tenía la suficiente confianza como para saber que con todas las pruebas y testimonios que tenía contaba con una mayor probabilidad de ganar, aunque eso era un plan independiente de cualquier otra alternativa.

Podría suceder que Yoonoh, Taeyong y Jeno tuvieran buenos abogados que pudieran cambiar los hechos a su favor, las posibilidades eran pocas pero no nulas.

Escuchó las puertas de la casa abriéndose y giró la cabeza, Minho estaba allí.

Las clases ya habían terminado pero considerando que ese era el último año de aquel castaño habían muchas razones por las que seguir reuniéndose con sus compañeros.

Minho tendría una fiesta de graduación y unos dos días después tenía la graduación en sí, la emoción del chico era muy notable.

Y cómo no estaría feliz, había terminado la preparatoria con un buen promedio e iría a una buena universidad.

—¿Bok?

Felix pareció volver a la realidad en cuanto escuchó la voz de Haerin, antes de poder responderle sintió unos brazos abrazando su cuello y una presión en su cabeza.

—¿Qué hacen?

—Le hablaba de qué debe decir en el juicio en contra de Taeyong, Jeno y Yoonoh. Finalmente si habrá uno así que debe prepararse desde ahora, probablemente sea antes de las festividades, no falta mucho.

Minho sonrió. —Habrá juicio, eso es algo realmente bueno. Aunque— dejó de hablar en cuanto notó como el menor se tensaba —. ¿Qué sucede?

—No es un tema del que me emocione hablar, quiero decir, me pone feliz saber que habrá un juicio pero igualmente no sé si es que voy a perderlo o si lo ganaré pero tendrán poco tiempo en prisión o si pagan su fianza. Son demasiadas alternativas y hacen que me sienta demasiado inseguro con esta decisión, no sé si denunciarlos haya sido algo bueno.

Sintió como Minho dejaba un casto beso en su mejilla derecha con dulzura.—No voy a hablarte de eso si es que no te sientes cómodo y mi mamá ya se está aburriendo así que, ¿qué cuentas?

Haerin frunció el ceño fingiendo estar enojada. —Supongo que ya me robaste su atención, voy a la cocina, seguimos hablando otro día Bok.

Felix asintió y le sonrió a la mujer mientras veía como se iba caminando lentamente.

—Ya me crecieron las raíces así que pensé en no teñirme el cabello nuevamente, osea, no voy a dejarlo en mi color natural pero quiero teñirme el cabello de otro color, ¿qué opinas?—Habló repentinamente.

Minho soltó el cuerpo del menor para darle toda la vuelta al sofá y sentarse a su lado. —Cualquier color que te pongas te quedará bien, Lix.

—Lo dudo. En este momento tengo en mente ponerme el cabello rojo, o quizás rosa, ya lo tuve naranja antes — Negó para si mismo —. Parecía un niñito.

—Te veías muy bonito a decir verdad, te veías más pequeño pero es porque lo eras, tus facciones no estaban tan definidas y tus mejillas estaban más gorditas de lo que están ahora, me hubiera gustado haber podido apretarlas. — Hizo un puchero.

—Sigo teniendo muchos mofletes así que no te perdiste de nada.

Minho apretó con poca fuerza una mejilla del chico y le sonrió. —¿Quieres ir a mi cuarto?

El menor lo miró de mala manera. —No puedo irme muy tarde hoy, mi madre me dijo que debía volver temprano. En serio no entiendo cómo es que ella aún no se da cuenta que vivo todo el día en tu casa y no en la de Woo, no tendría sentido que el vaya a mi casa si es que él va a la mía.

—¿Ella sabe que soy tu novio?

Felix negó. —No, ni siquiera sabe que soy gay, tiene la mente muy cerrada, no sé si lo entenderá y antes de cualquier conflicto prefiero no decirle, al menos no ahora.

—Está bien, solo vayamos a mi habitación un ratito cortito y luego te llevo a tu casa, ¿bien?, tengo que contarte algunas cosas de la fiesta de graduación.—Suspiró —Me gustaría tener una compañía en un día tan especial como ese va a ser, digo, tengo un hermoso novio y sería una estupidez ir solo.

—¿Me estás invitando a tu fiesta?

El castaño asintió. —¿Así o más claro?

—Me gustaría ir pero allí habrán personitas a las que no tengo muchas ganas de ver a decir verdad.

—No creo que vayan, no aparecieron en la preparatoria en todos estos días como para que sí vayan a una fiesta. Ven conmigo, juro que no va a pasarte nada, voy a estar contigo todo el tiempo que quieras.

Felix se acercó a Minho para dejar un beso sobre los labios del chico. —Está bien, voy a ir contigo.

—Entonces…— Se paró mientras tomaba la mano del menor. — Tengo que contarte muchas cosas.