LXXII

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Minho observó la entrada de su casa con una sonrisa en el rostro, había escuchado cierta voz particular desde la distancia.

─¡Feliz navidad! ─se aturdió debido a la emocionada voz de su madre al abrir la puerta principal de la casa, encontrandose con Yongbok parado allí.

─Feliz navidad, igualmente.

Vio a Haerin tomando al menor entre sus brazos, abrazándolo con una sonrisa en el rostro. ─¿Cómo la pasaste anoche? ¿Cenaste con tu familia?

Felix asintió. ─Cené ramyeon junto a mis padres y luego se fueron a dormir. No hay mucho espíritu navideño en mi casa.

Con el labio inferior abultado su madre se separó del rubio. ─Igualmente aquí si que hay mucho espíritu navideño y tienes un regalito aquí, en realidad dos. Santa Claus trajo algo al árbol y un regalo llegó mágicamente al cuarto de Minho.

El chico sonrió y asintió. ─Lo sé, Minho hyung me habló un poco de eso. Santa Claus es muy considerado.

─Santa Claus vio que fuiste un buen niño y trajo regalos para ti, no fue mucho esfuerzo. Bien, nosotros no abrimos los regalos todavía, ve junto a Minho y dentro de un ratito les llevaré chocolatada caliente.

Tras asentir el menor se acercó a Minho que se encontraba sentado en un puff a un costado de la sala, recibiendolo con los brazos abiertos. Sin dudarlo abrazó al castaño y se sentó a su lado por consecuencia, escondiendo su rostro en el cuello del mayor.

─Hola, dulzura. ─murmuró Minho sobre la piel del menor mientras lo tomaba entre sus brazos, dejando que Felix se acurrucase encima suyo.

Mientras tanto el menor cerró los ojos, aspirando el ároma del contrario. Como siempre pudo identificar aquel notable olor a colonia impregnado en su cuello ─Mm.

Minho sonrió al notar esto y solo acomodó al rubio entre sus brazos, separándose lentamente de él hasta que quedó sentado junto a él. ─¿Cómo estás?

─Aliviado, supongo. Mi madre se la pasa huyendo de la casa, y si no es ella es mi padre ─suspiró mientras apoyaba su mejilla en el hombro del castaño ─. Es triste que ahora que no tengo nada que ocultar todo haya terminado tan mal, siempre pensé que luego de confesarlo viviría más tranquilo y no tendría que preocuparme, pero no, me siento culpable porque sé que van a separarse.

─Si van a separarse por algo así dudo que su matrimonio hubiese durado mucho tiempo más aunque no hubieras dicho nada, seguro cualquier pequeño detalle desataria caos entre ellos. No eres el culpable, nunca podrías ser el culpable de un matrimonio fallido. ─Respiró profundamente, sintiendo la tristeza que Felix transmitía, no quería que fuera así. No quería que Felix tuviera que transmitir tristeza, él no debía sentirse así. Quería verlo sonriente, con los ojos levemente cerrados mientras se reía de cualquier cosa que pasara frente a él.

Felix alzó una ceja mientras lo observaba. ─¿En qué tanto piensas?

El mayor lo miró igualmente, chocando sus miradas sin timidez. Podía verse a si mismo reflejado en los brillosos ojos de Felix. Sabía que este estaba más desanimado de lo que se mostraba y que posiblemente no quería estar allí. ─Sabes que puedes quedarte aquí Yongbok. Mis padres saben que la situación en tu casa no es muy buena y dudo que no te dejen quedarte aquí, hay muchas habitaciones de sobra y baños que ni siquiera usamos, puedes quedarte aquí.

El chico negó con una leve sonrisa. ─No es necesario Minho. Agradezco mucho que tu y tu familia estén para mi pero no creo que sea lo mejor que me venga a vivir aquí, no puedo evitar a mis padres por más que quiera. Falta muy poco para que me vuelva mayor de edad y me iré de mi casa, voy a intentar disfrutar lo más que pueda con ellos ─arrugó la nariz ─, al menos con mi padre.

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora