bad reputation» minlix

LVI

Habían pasado ya unas cuantas semanas, todo parecía haberse calmado finalmente, Minho podía disfrutar de ver a su bonito novio con una sonrisa en el rostro cada día, sus ojos ya no se veían tristes, se veían diferentes.

Diferentes pero hermosos como jamás los había visto, en sus ojos veía un precioso resplandor que lo hacía sentir tan feliz como nunca.

Luego de un gran tiempo Felix había comenzado a ir con un psicólogo que lo derivó a un psiquiatra debido a los ataques de ansiedad que había tenido recientemente.

Minho se encontraba caminando por los pasillos de la preparatoria con tranquilidad, Hyunjin se encontraba a su lado y le hablaba de los vídeos de que había visto en Youtube un día atrás.

—Creo que me volví adicto a los vídeos donde hablan de un tema en particular, quiero decir, me gustan los vídeos donde hay una persona hablando de cierto tema en concreto, sea cual sea, solo contando historias que no necesito saber mientras yo me quedo como idiota escuchando todo lo que dicen mientras el tiempo pasa y yo me olvido de hacer mis deberes.— Contó el menor que seguía caminando mirando hacia cualquier sitio. —Tienes un anillo nuevo.

El castaño asintió con una sonrisa y levantó la mano para que pudiera ver el anillo con detalle.—Se suponía que Felix me lo regalaría por el cuarto mes ya que se quedó algo enojado cuando le regale uno por el tercer mes juntos y quiso comprarme un anillo a mi, pero lo encontré sin querer, cagué el regalo.

—¿Arruinaste tu regalo de aniversario?

Minho sonrió. —Algo así, los cumplimos la semana que viene.

—¿Por qué siempre descubres los regalos que son para t-

Ambos se quedaron con la vista clavada en uno de los pasillos del instituto con la boca levemente abierta, era la última semana de clases antes de las vacaciones y estaban viendo a un grupo de policías entrando por la puerta principal.

Aquel grupo de tres le preguntó al alumno más cercano dónde se encontraba la dirección y se dirigieron allí, lo que sucedió en ese lugar era algo que ninguno sabía, o quizás sí.

En cuanto escucharon la voz del director saliendo por los parlantes en todos los pasillos del establecimiento llamando a ciertos alumnos Minho sonrió, ahora si estaba entendiendo la situación, era el único que la entendía.

—Lee Taeyong, Lee Jeno, Jung Yoonoh, requerimos de su presencia en la dirección ahora mismo.

Minho se esforzó por guardarse la media sonrisa que se creó en él al instante, logró dejar su rostro neutro y observó al grupo de tres chicos caminando por los pasillos hasta llegar al lugar donde los habían llamado unos segundos después.

Al instante pensó en Felix que había regresado al estudio nuevamente y que ese día había faltado, ya había dado los exámenes más importantes por lo que no era muy necesario que siguiera yendo a clases, no era raro que faltara pero ahora entendía la verdadera razón.

—¿Qué está pasando?— Escuchó el bajo murmullo de Hyunjin que tenía el ceño fruncido mientras que observaba fijamente la puerta de la dirección.

Todos tenían la vista clavada en aquel lugar buscando respuestas, ya habían pasado unos cuantos minutos y no se sabía nada de lo que estaba sucediendo dentro de aquella habitación.

El ambiente era tenso, todo estaba en silencio.

De manera repentina se vio a uno de los policías saliendo de la dirección a paso seguro, hacía pasos largos y tenía la frente en alto.

Seguido salieron los tres alumnos que habían sido nombrados un tiempo atrás con las manos esposadas en sus espaldas y la cabeza gacha mientras eran apresurados por los otros dos policías que caminaban detrás de ellos.

El silencio en el establecimiento fue atroz, nadie entendía lo que estaba pasando y por qué se habían llevado a aquellos chicos.

El pasillo se llenó de murmullos como era costumbre y el timbre sonó, seis minutos tarde del verdadero horario de clases, haciendo que todos comenzaran a moverse dirigiéndose a sus respectivas aulas.

Nadie dejaba de hablar, todo había vuelto a la normalidad, los nombres de los mismos tres chicos se escuchaban por todas partes.

La mayoría de comentarios hablaban de teorías del por qué Yoonoh, Taeyong y Jeno habían sido detenidos, algunos decían que por un error, otros decían que tenían problemas con drogas y algunos pocos otros decían que se lo merecían.

Aunque realmente nadie tenía razón, los únicos con razón eran los pocos que ya conocían los crímenes de aquel trío, principalmente porque habían sido sus víctimas o porque las conocían.

En resumen, el establecimiento estaba hecho un desastre.

Minho subió las escaleras de la institución con la mente perdida, cuando se había despedido de Felix un día atrás este le pidió que le diera un fuerte abrazo y que le deseara suerte sin una explicación anterior, él solo lo hizo sin preguntar.

Ahora lo entendía, y le deseaba toda la suerte del mundo.