XXXI

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Habían pasado ya unas cuantas horas pero Felix no se había ido de la casa del mayor.

Ambos estaban en la habitación de Minho y el rubio estaba sentado en el regazo del contrario, abrazaba su torso mientras ocultaba su cara en el cuello de su novio.

- Nunca antes he tenido pareja, ¿tu?- Preguntó Felix con curiosidad, no era algo que realmente quisiera saber con urgencia pero esa pregunta llegó a su mente y no se la guardo.

- Tuve una novia cuando era niño, fue algo muy tonto, tenía diez años y ella nueve, era mi compañera en la escuela primaria, no me gustaba mucho pero se me había confesado y le dije que quería ser su novio, duramos dos meses, dos meses de picos a escondidas de la maestra y cartas cursis. Luego tuve un novio a los trece, fue todo a escondidas, nuestros padres no sabían que eramos homosexuales, fue algo corto pero muy bonito. Mi única relación seria fue con un chico que conocí en una fiesta cuando tenía quince años, el chico tenía diecisiete y me dominaba totalmente, fue lindo, realmente me gustaba pero duramos muy poco, conoció a un chico más lindo que atrapó su corazón, no me dolió mucho, yo realmente quería que fuera feliz por lo que lo dejé ir.-

Felix salió de su escondite improvisado y lo miró a los ojos. - A mi nunca me ha gustado alguien antes, mi vida siempre se basó en besos y sexo sin compromiso con chicos, al menos desde que tengo catorce. Nunca he besado a una chica... bueno, besé a Dahyun pero estabamos ebrios. - Contó para luego reirse al recordar la situación.

- Aunque después de todos ellos, a mis casi diecisiete años, comencé a hablar con un chico que cambió mi mente y forma de ver las cosas por completo, le tengo un cariño inmenso que no se puede demostrar con palabras. Quizás lo conozcas, no es muy alto, tiene el cabello teñido de un lindo rubio ceniza, tiene unas mejillas hermosas con unas pecas que lo hacen parecer un galleta con chispas de chocolate, sus labios son preciosos y me dan ganas de besarlo todo el tiempo, también tiene un corazón de oro y es hermoso de todas las maneras posibles, lo amo mucho, se llama Lee Yongbok, todos le dicen Felix, ¿lo conoces? -

Las mejillas y orejas del menor se pusieron totalmente rojas y sonrió con algo de vergüenza. - También te amo idiota, te amo como a nadie. -

-¿Ah, si? demuestralo. - Desafió Minho con una sonrisa en su rostro, no lo decía en serio pero quería saber que era lo que haría.

Al instante Felix se abalanzó sobre el mayor y atrapó sus labios entre los suyos.

No era un beso como los que se habían dado hace unas horas, llenos de pasión y deseo, este beso era más tranquilo y demostraba todo lo que no se podía expresar con palabras.

Movían sus labios en un mismo ritmo lento.

Minho había terminado con la espalda pegada a la cama con el menor encima, había pasado sus brazos por detrás de la cintura del chico.

Se escuchó el ruido de la puerta de la habitación abriéndose con rapidez y se vio a la madre del mayor viendo la escena con los ojos abiertos para volver a cerrar la puerta para que "siguieran con lo suyo".

Pero ambos menores ya se habían separado, totalmente sonrojados.

Un piso abajo, una mujer bajaba de las escaleras con un puchero en su rostro.

Su esposo la miraba con una sonrisa. -¿Y, que ha pasado?- Preguntó con descaro al ya saber la respuesta de su pregunta.

- Ganaste, tenías razón, arriba Minho esta besándose con Felix. - Respondió de mala gana mientras sacaba un poco de dinero de su bolsillo y se lo daba a su esposo.

Claro que todo aquello era un juego, a ellos no les molestaba ver a su hijo con otro chico.

Solían apostar por cosas tontas siempre y esa era una de ellas.

Ellos se habían dado cuenta del enamoramiento de su hijo antes de que el mismísimo Minho lo supiera.

Solo faltaba que el menor les dijera que ya tenía novio, aunque ellos ya lo sabían.

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora