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Felix tenía el labio inferior abultado mientras recibía a gusto las caricias en el cabello que Minho le daba, viendo cada tanto la sonrisa en el rostro de este.

El menor tenía la atención centrada en la música que escuchaba mientras observaba la pantalla de su celular.

—Esa canción es muy triste.

Minho siguió escuchando la voz de aquella persona que desconocía con cierto afecto, no sabía lo que estaba diciendo pero le transmitía una sensación extraña.

—Suena triste pero la letra es hermosa, al menos para mi. Por cierto, es mi canción favorita.—Contó Felix con una leve sonrisa, para él la música era una parte importante en su vida, sin ella no podría vivir y no exageraba, por lo que aquella canción era realmente importante para él. —¿Tu tienes canción favorita?

—No, no tengo, hay canciones con las que me obsesiono y escucho constantemente durante un periodo de tiempo pero no tengo una favorita, no puedo, si eligiera serían muchas.

Felix guardó el móvil en su bolsillo y se acercó al mayor, gateando sobre la cama, hasta llegar a su lado, apoyó su cabeza en el hombro de Minho y tomó su mano.

—Desde que llegaste a la casa te estás comportando más dulce de lo que siempre eres, haces que me den ganas de comerte a besos todo el tiempo.— Confesó Minho sin vergüenza alguna al mismo tiempo que escuchaba la baja risa del contrario.

—Mañana cumpliremos tres meses, no es la gran cosa pero en serio estoy realmente feliz de haber pasado todo este tiempo contigo. Quizás piensas que me estoy volviendo super empalagoso y tienes razón, pero tu eres la razón de mi dulzura, por lo que también eres la razón de mi sobrecarga de azúcar, no puedes quejarte.

—Yo no me queje, me gusta que seas así.

El menor sonrió en silencio. —Tu mano es pequeña, no tanto como la mía, pero tus manos son pequeñitas.— Habló Felix con una notable felicidad mientras giraba los anillos en los dedos del contrario.

—¿Te gustan los anillos?—Preguntó Minho con cierta curiosidad, Felix había hablado de ellos múltiples veces.

—Sí, me gustan, pero no me gusta gastar dinero en cosas así, sinceramente prefiero gastar dinero comprando dulces, es un mejor gasto a mi parecer.

—¿Te gustaría tener un anillo?— Volvió a preguntar el castaño buscando una respuesta específica por parte de Felix.

—Mm, sí, aunque se que podría perderlo con facilidad, soy muy desastroso con las cosas así.

—Entonces..— No pudo continuar cuando el rubio tapó su boca rápidamente.

—Ni siquiera pienses en comprarme un anillo, no gastes dinero en cosas caras para mi, gasta tu dinero en… no sé, compra lo que quieras pero que sea para ti.

—Pero yo quiero comprarte un anillo, a ti te gustan y quieres uno, yo puedo dartelo si quieres.— Insistió Minho con un leve puchero que el contrario no vio.

El peso en su hombro desapareció y Felix levantó su cabeza. —No quiero que me compres nada, estoy satisfecho y feliz con tu presencia.

—Ven aquí.

Minho atrajo el cuerpo de Felix hacia él, abrazando su torso con cuidado de no hacer doler su abdomen mientras se dejaba caer hacia atrás en la cama.

Rápidamente subió las cobijas que habían esparcidas por la cama y los cubrió a ambos mientras seguía abrazando el cuerpo del menor, quedando en cucharita.

—¿Y si me duermo ahora?

—Probablemente me duerma contigo y nos despertariamos mañana, luego te enojarías contigo mismo porque no hiciste tu tarea y perdiste mucho tiempo del día durmiendo.— Respondió Felix mientras daba media vuelta para poder devolverle el abrazo a Minho. —Si fuera por mi ya estaría dormido pero se que tu también lo harás.

—No podría verte dormir plácidamente mientras yo estoy haciendo mi tarea de contabilidad, seguro terminaría durmiendo contigo, así que no tendría sentido. Además no podría resistirme a admirar de cerca la carita de bebé enojado que tienes cuando duermes

—¿Bebé enojado?

Minho asintió. —Cuando duermes tienes el ceño fruncido y los labios abultados, te ves realmente bonito.

—Lo único que logras diciéndome eso es que me sonroje, idiota.— Se quejó el rubio con las mejillas y orejas rojas, intentando parecer enojado, claramente fallando en el intento.

—Eres precioso de todas las maneras posibles, Felix.

–Tu lo eres aún más.— El menor tocó la punta de la nariz de Minho con su dedo indice lentamente.

—Entonces… ¿dormimos?

—¿Para qué decirte que no si vamos a hacerlo igualmente?

Felix apoyó su cabeza en el hombro del contrario y abrazó su torso para acomodarse allí y cerrar sus ojos.

Minho sentía que podía morir cada vez que Felix hacía eso, por alguna razón todo lo que el menor hacía generaba unas grandes oleadas de ternura y felicidad extrema para el castaño que solo sonreía.

Tomó la cintura del chico y cerró sus ojos igualmente.

Lo único que había en su mente además del chico encima suyo era que le quedaba poco tiempo de clases, ya había dado su examen final, ahora solo tenía que esperar a que le dieran su nota y depende de eso tendría que seguir yendo a clases por más tiempo o no.

Suspiró, no le gustaba para nada asistir a la preparatoria, y no era porque le molestara la tarea o el despertarse temprano, no podía soportar cruzarse a Yoonoh por los pasillos y notar la sonrisa arrogante que siempre tenía en el rostro.

Estaba feliz de saber que dentro de poco tiempo iría a la universidad y no volverían a verse, aunque al mismo tiempo no quería irse, tendría que alejarse del bonito chico que ahora mismo estaba abrazando por unos meses.

Escuchó una respiración lenta y tranquila cerca suyo, supuso que Felix ya se había dormido por lo que sonrió levemente.

No pasó mucho tiempo más hasta que cayó dormido mientras contaba ovejas.

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les dejo la canción que estaba escuchando Felix al principio.


estos capítulos están siendo de "relleno" pero dentro de muy poco estos capítulos terminaran y vendrá el final.

no sé cómo superar que dentro de poco esta historia se va a terminar :(

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora