XV

1.8K 249 18
                                    

Habían pasado varios minutos y el menor había dejado de llorar mientras tenía a sus padres al frente. Él estaba sentado en su cama con las piernas cruzadas y sus padres estaban sentados en un pequeño banco que tenía en su habitación frente a la cama.

-¿Tienes algo que decirnos Felix?- Preguntó su madre con curiosidad mientras miraba a su hijo a los ojos.

Soy gay, me drogo, fui a reuniones donde habían muchas personas inconscientes todas las veces que dije que iba a dormir a casa de Woo, tengo una vida sexual activa, han abusado de mi entre varias personas. Todos en la preparatoria saben sobre mi vida privada y hablan de ella, me siento mal emocionalmente y quiero irme de esta casa porque me siento incómodo con ustedes.

─No. ─Respondió Felix con frialdad mientras apoyaba su espalda en el respaldo del sofá donde se encontraba sentado.

-¿Sabes que un mayor de edad no puede hablar contigo de temas importantes sin consultarlo con tus padres no?, eres menor de edad aún. - Habló su madre con la voz cansada, le asintió con curiosidad. - Nos han enviado un mensaje desde el hospital donde has ido recientemente para mandarnos tu examen de sangre, ¿qué pasó?-

El corazón de Felix paró por unos segundos, ¿en serio se enterarían de esa manera?

Mierda, mierda, mierda.

¿Por qué no podía solo mantenerlo en secreto?

- Ya vieron el análisis, ¿qué debería decirles? - Preguntó el menor intentando salir de aquel tema de conversación para poder ir a su cuarto y encerrarse lo antes posible, debería haber ido a la preparatoria.

- Los valores del examen de sangre están mal y te han detectado rohypnol en el organismo, ¿lo has consumido por tu cuenta o alguien te lo dio, recuerdas eso?-

Finalmente decidió soltarse y hablar, después de todo quería hacer una denuncia y no podría sin sus padres.

- No lo consumí por mi cuenta, alguien me dio una bebida y sentí algo feo en ella, supongo que habrá sido ahí. - Respondió con nervios, estaba jugando demasiado con sus dedos, era demasiado obvio que estaba nervioso y sus padres lo notaron al instante.

- Hablanos de que pasó, estamos preocupados por ti. - Finalmente su padre habló al mismo tiempo que se acercaba a él lentamente para bajar un poco el cuello de la polera que tenía puesta, notando las marcas notorias en su cuello. Realmente se sorprendió porque no eran simples chupones, eran demasiados y habían mordidas realmente fuertes, supo que en algún momento habían sangrado. -¿No te hicieron esto a voluntad no?-

El menor negó y su padre lo atrajo hacia el con fuerza, pegandolo a su cuerpo con dulzura. - ¿Bebé por qué nos ocultas algo así?, nosotros tenemos que saber este tipo de cosas. Se que tienes una vida privada y lo respetamos pero debes decirnos de cosas así, somos tus padres Felix. - Terminó de hablar el hombre dejando un último beso en la cabeza del rubio.

-¿Por qué lo ocultaste?-

- Yo me enteré de todo esto ayer, sospechaba pero no lo sabía si no hasta ayer, lo oculte porque tenía miedo, aún tengo mucho miedo, no se si ustedes me culparían a mi por ir a esa fiesta o que harían. - Confesó con la voz baja, su madre también se acercó para verlo más de cerca.

- Muestranos que te han hecho Lix. - Dijo la mujer señalando su polera.

Felix asintió cabizbajo, él no tenía una relación demasiado buena con sus padres por la diferencia entre ellos pero él siempre se había comportado muy bien con ellos, por más que fueran distintos los amaba y aquello no cambiaría.

Quitó rápidamente su polera quedando expuesto desde el torso hacia arriba, se sentó en el piso junto a su padre, quedando de espaldas a ellos.

Ellos lo observaron en silencio, era horrible.

Habían decenas de moretones, chupones, mordidas y hasta algunas manos habían quedado marcadas en su piel con un color rojo.

Los brazos de su madre lo envolvieron desde su espalda con una dulzura que terminó de hacer que confiara en ellos, por lo que les contó más.

- No sé si a ustedes realmente les importe esto pero para mi es horrible y realmente estoy sufriendo por todo lo que está pasando, ni siquiera se quienes han sido y eso me está poniendo mal. - Contó Felix mientras se aferraba a los delicados brazos de su madre. - El doctor me ha dicho que han sido al menos dos chicos, quizás fueron más. Quiero hacer una denuncia. -

- Veremos que podemos hacer Felix, conseguiremos una manera de ayudarte, lo juro. - Habló su padre con la voz calma, finalmente decidió dar media vuelta y abrazar a los dos mayores que lo observaban.

Su madre se encontraba llorando y las lágrimas caían por sus mejillas cada unos segundos.

- Felix no nos ocultes más cosas por favor, queremos que estés bien, confía en nosotros siempre, te amamos y queremos lo mejor para ti. - Su padre le dijo con una débil sonrisa. - Por favor. -

El menor se quedó estático en aquel lugar con la mirada perdida en las baldosas.

Su consciencia sabía que debía confiar en sus padres, pero también sabía que ellos no eran personas que le generaran demasiada confianza. Por eso mismo había mantenido tantos secretos.

¿Por qué confiaría en ellos?

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora