XVII

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Ambos chicos se encontraban en la casa del menor sentados en el sofá de la sala.

Minho le mostraba las fotos que había sacado en el bosque con emoción al ser las primeras fotos que tomaba con su nueva cámara.

- Estás salieron muy bonitas. - Habló con una notable felicidad.

Dio vuelta la cámara para que Felix pudiera verlas en la pantalla de la cámara.






- Hablando desde el aspecto fotográfico no son fotos tan buenas pero son espontáneas, no hubo todo un trabajo detrás, solo saque la cámara y saque fotos que servirán como recuerdos, las imprimire en papel fotográfico, ¿quieres una?- Preguntó el mayor con un tono alegre en su voz.

- Mm si, son bonitas, me gustan, me gustaría tener una. - Terminó de hablar el rubio con la mirada clavada en las baldosas, no quería mirar a Minho porque sabría que su mente colapsaría de nuevo y comenzaría a delirar.

- Desde que volvimos me evitas la mirada, ¿qué sucede?-

Mierda.

Felix lo miró, intentó sostenerle la mirada pero sus ojos bajaron hasta los labios de Minho y solo se rindió, bajando su mirada al piso nuevamente, haciendo que el mayor riera.

-¿Qué es lo que tanto te frustra?-

- Me siento raro desde que me abrazaste en el bosque, no se por qué pero ese abrazo me hizo sentir mejor al instante y en general me hizo muy bien. -

El mayor quiso levantar el mentón del rubio y verle la cara, podía notar el color carmesí en las mejillas del chico, pero antes de que hubiera podido decirle algo, el menor huyó con la excusa de que tenía frío.

En realidad si hacía frío.

Agradeció que Felix trajera un acolchado desde su habitación.

Unos minutos después ambos se encontraban acostados en el sofá mientras intentaban ver una película en netflix en la televisión del menor.

Ambos estaban cubiertos con la misma frasada, lo que hacía que se encontraran bastante pegados.

Minho había quedado bastante conmovido con lo que había dicho el menor sobre el abrazo que habían tenido unas horas atrás por lo que se le había pegado como un chicle.

Desde que habían llegado al hogar de Felix había estado totalmente pegado a él, era la primera vez que veía al rubio sonreir tanto y eso lo alegraba considerablemente

Había elegido ver una película de terror en Netflix, no sabía si a Felix le gustaban o no, pero su objetivo era asustarlo y poder abrazarlo con una excusa, era un plan raro pero podía funcionar.

Para su desgracia a Felix no se le movía ni un pelo mientras veían la película, las escenas más tensas ya habían pasado,  se acercaba el final y el menor ni siquiera había dado señal de estar afectado.

Mientras las horas pasaban la situación se iba volviendo más extraña, ni siquiera entendían como habían terminado cubiertos con un acolchado calentito y viendo películas.

Minho solo tenía en mente que el tiempo pasaba y que quería estar cerca del menor el mayor tiempo posible antes de irse de su casa.

Quería verlo pasar en la escuela y poder saludarlo como harían dos amigos que se conocen desde siempre pero ni siquiera sabía si era su amigo, solo un conocido o si lo ignoraría cuando volviera a verlo.

No quería hacer de cuenta que nada había pasado, quería hacerse más cercano al menor, realmente lo quería.

- Yongbok. - Llamó Minho con la mirada clavada en el menor que le devolvió la mirada al instante.

- Prefiero que me digas Felix, Yongbok es muy formal. - Respondió con una sonrisa en su rostro. Le gustaba la relación que tenía con su hyung aunque no supieran que eran, pero le gustaba su compañía.

- Cuando mañana nos veamos en la preparatoria, ¿vas a ignorarme?-

Felix frunció el ceño mientras negaba una y otra vez. -¿Por qué te ignoraría?-

-¿Por qué no me ignorarías?-

Los dos se miraron buscando que el contrario respondiera pero nada pasaba y solo se miraban.

- Me gusta tu compañía, podríamos salir de nuevo algún día, supongo que la sesión de fotos está cancelada pero podemos volver al bosque, nos quedaba mucho por recorrer. -

Minho le sonrió para luego asentir. - Puse la película de terror para que tuvieras miedo y poder abrazarte pero no funciono, así que, ¿puedo abrazarte?, tu dijiste que mis abrazos se sentían bien. -

El menor se acercó más al contrario y apoyó su mejilla en su pecho para después pasar sus brazos por su torso y aferrarse a él como si fuera un pequeño Koala. - No lo preguntes y hazlo, es vergonzoso. -

El mayor envolvió entre sus brazos la pequeña cintura de Felix para atraerlo a él y quedarse así en silencio.

- Hyung, ¿qué somos?- Preguntó el rubio con los ojos cerrados, centrándose en la sensación que Minho le transmitía.

- No lo sé, no creo que importe. Podríamos considerarnos casi amigos o algo así, no se nada de ti. -

- Mm, mis padres son Australianos, yo soy coreano, mi nombre es Lee Yongbok pero me dicen Felix porque ese iba a ser mi nombre originalmente. Nací un quince de septiembre, sigo la filosofía de vida de Camus... me gusta la pizza y fumar cannabis. - Finalizó el menor mientras hacía un pequeño puchero. - Ya todos saben que me drogo, no tengo por qué ocultarlo. -

- Ya sabes que me llamo Lee Minho, nací un veinticinco de octubre, desde pequeño hice muchas actividades extracurriculares pero las que más me gustaron fueron la fotografía y la danza, me gustan los dulces y me incomodan los lugares muy poblados. - Felix observó al mayor como si estuviera esperando a que dijera algo más.

-¿Mm?-

- No voy a decir nada sobre tu vida privada, tu puedes hacer lo que quieras y no voy a decirte nada. - Terminó de hablar Minho al mismo tiempo que acariciaba la cintura del menor por encima de la ropa.

-¿No te importa que todos en la escuela hablen de mi? ¿No te importan los rumores?- 

El mayor negó atrayendo al contrario lo más cerca suyo como pudo.

- No me importan. Los dicen personas bajo el anonimato de los murmullos, seguro nunca se te acerco nadie a decirte nada personalmente. - Terminó de hablar con calma mientras veía los ojos de Felix.

Esta vez no se veían tristes, se veían diferentes, con un brillo bonito.

Bajo su mirada hasta los labios del menor, hoy tenían un lindo color rosa, además de estar tan bonitos como siempre.

Felix había dejado de mostrarse tímido con su hyung, eso estuvo totalmente claro cuando apoyó su mano en la mejilla del chico y delineó sus labios con su dedo pulgar.

Estaban muy cerca, debían acercarse unos centímetros más y sus labios se encontrarían juntos.

Fue el menor quien decidió comenzar a acercarse lentamente.

Sentía como los labios del castaño rozaban los suyos con delicadeza y lentitud.

Solo debía moverse un milímetro y estarían besándose.

El sonido de la puerta abriéndose los aturdió al mismo que se separaban con rapidez como si el cuerpo del contrario quemara, quedando los dos alejados bajo los acolchados y la mirada del padre de Felix. 

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora