XXVII

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Felix caminaba con felicidad sobre el pasto de aquel bosque que tanto había deseado visitar nuevamente.

A su lado se encontraba Minho, entrelazando sus dedos con la mano izquierda y tomando su cámara con la mano derecha.

El menor tenía su mente en el chico a su lado, era feliz cuando estaba junto a él, Minho lo hacía feliz, no se encontraba pensando en todo lo que le estaba pasando. Cuando se encontraba con el mayor todo parecía estar bien.

Habló para si mismo.

Este es un buen lugar

Aunque, es muy pronto... da igual.

-¿Estás bien?- Preguntó Minho con la voz suave y serena, al mismo tiempo que soltaba la mano del menor para guardar la cámara en su mochila y enfocarse totalmente él.

- Si, es raro. Todo lo que hicimos juntos fue en tu casa o en la mía, esta es nuestra "primera cita", aunque ya nos hemos besado muchas veces y se muchas cosas de ti. - Comentó Felix con algo de nervios, si, era raro pero se sentía bien.

- Se que los lugares con muchas personas no te gustan así que opté por traerte aquí, además te gustó mucho cuando vinimos la primera vez. -

- Mm, una cita. - Susurró de modo que solo él se escuchara a si mismo. - Me alegra que lo tomes en cuenta, eres muy considerado. -

-¿Cuál sería la gracia de llevarte a un cine si es que no la vas a pasar bien?- Preguntó con un tono de voz que hacía que sonara como un "¿No es obvio?"

- No me molestaría si tu estuvieras conmigo, no tengo que prestarle atención a los demás cuando estás a mi lado. - Finalizó Felix con una sonrisa en su rostro mientras se acercaba al contrario.

Minho esperaba que lo besara, por lo que se sorprendió cuando no sintió los labios del menor contra los suyos.

Sintió como el más pequeño frotaba ambas narices, era un gesto realmente tierno que hizo que también sonriera en respuesta.

Era domingo, el bosque se encontraba totalmente desierto, se suponía que era un día familiar y nadie iba a explorar bosques.

Ambos siguieron caminando en silencio, escuchando el canto de varias aves que se encontraban por allí, relajando el ambiente.

Encontraron un tronco tirado en el piso, lugar donde Minho se sentó. Felix, en cambio, encontró un árbol cercano a allí donde se propuso a si mismo escalarlo hasta donde pudiera.

Para su sorpresa logró subir solo dos ramas antes de rendirse al decir que había subido al árbol equivocado, bajó riéndose en el proceso hasta que notó el teléfono de su compañero apúntandolo, estaba tomandole fotos.

Sonrió y puso ambas manos en sus mejillas como si fuera una flor, posando para él.

Cuando el celular dejo de apuntarlo corrió hacia el mayor para que le mostrara las fotos.

Minho se las mostró con calma, eran bonitas.

- Hyung, no tengo fotos contigo. - Habló antes de hacer un puchero que conmovió al contrario.

Felix pensó, en realidad Minho no era muy fanático de tomarse fotos a si mismo, su Instagram estaba repleto de fotos de él de espalda con bonitos paisajes de fondo y muy pocas fotos donde se veía su cara.

De forma inesperada Minho acomodó un poco su cabello para despeinarlo levemente y colocar su celular en frente suyo, el menor se sentó a su lado y abrazó su torso desde el costado.

El castaño pasó su brazo por encima de los hombros de Felix, quedando de esa manera cuando tomó la foto.

Luego tomaron muchas más fotos, todas pedidas por el menor que hacía que posaran de formas distintas en cada una.

- Quiero tener fotos contigo, no te quejes, se que no aceptarás si te digo que quiero tomarnos fotos otro día. - Habló Felix con otro puchero en su rostro solo para querer conmover al mayor y que aceptara, lograndolo.

Al final habían terminado haciendo caras ridículas con poses tontas riéndose en el proceso, habían tomado demasiadas fotos, en una de las últimas Felix había besado al castaño haciendo que la foto se volviera más dulce, aunque siguieron sacándose más fotos besándose igualmente, a ambos les había gustado como se veían y no tenían nada malo.

También le habían sacado una foto a sus manos entrelazadas, la situación era hermosa.

- No quiero volver a casa. - Comenzó a hablar el menor con su cabeza apoyada en el hombro de Minho.

-¿Por qué? ¿te sucede algo malo allí?- Preguntó el mayor con curiosidad, se había preocupado demasiado rápido.

- No, pero allí no hay ningún hyung bonito que me de besos y abrazos. -

Entonces Minho se preguntó a si mismo "¿Es demasiado pronto?"

No estaba seguro, solo sabía lo que deseaba y tenía miedo de perderlo por una mala decisión.

No sabía que hacer.

Solo se quedó en silencio, esperando a que algo pasara.

- Eres muy importante para mi, Minho. - Comenzó a hablar Felix. - Cada vez que te veo mi corazón comienza a latir con mucha fuerza y me siento nervioso cuando debo hablarte, tengo muchas ganas de besarte cada vez que te veo. Realmente no se que es lo que siento, nunca me ha gustado nadie y tampoco tuve pareja, pero, se que lo que siento por ti no es algo que sienta por un amigo. - Finalizó, Minho percibía el miedo en los ojos del contrario y solo le sonrío.

¿Realmente estaba pasando?

Sintió un gran cosquilleo en su estómago.

- Me pasa lo mismo contigo pequeño, me gustas mucho. - Soltó finalmente con las orejas rojas, sintió como si liberara un peso de si mismo.

- También me gustas, realmente mucho, me siento enamorado de ti hyung. -

Ambos se miraron con cierto brillo en los ojos, aquella mirada había dicho cosas que no podían explicarse con palabras.

Felix estampó sus labios con los del mayor.

Era un beso lento y tranquilo, como el primero que se habían dado en la casa del menor.

Movían sus labios al mismo tiempo, Minho succionaba el labio inferior del otro chico.

Puso al menor encima suyo, quedando sentado en su regazo al mismo tiempo que colocaba las manos en su cintura.

El beso era tan único, como si se transmitieran todo lo que sentían de aquella manera, tan sentimental como nunca.

Finalmente el beso terminó y ambos se miraron con emoción y felicidad, juntaron sus frentes para quedarse de esa manera.

- Te quiero. - Habló Minho al mismo tiempo que acariciaba la cintura del menor por encima de la tela.

- Yo más. -

Se sonrieron mutuamente, unas sonrisas bobas que solo se entregarían un par de enamorados.

- Se mi novio, juro que te haré feliz como nadie te hizo feliz antes. - Pidió Minho con algo de miedo, su voz sonaba suave pero ansiosa al mismo tiempo.

- Lo seré solo si me das otro beso. -

El mayor rió antes de comenzar otro beso entre ambos, esta vez era más rápido y sus lenguas se habían encontrado al instante.

Nadie estaba allí, no tenían miedo por si alguien los vería.

Felix envolvió sus brazos en el cuello del contrario y sintió la lengua del castaño sobre la suya, danzando un mismo compás.

En cuanto se quedaron sin aire ambos volvieron a mirarse como lo habían hecho unos instantes atrás.

- Tengo el novio más bonito del mundo. - Volvió a hablar el menor con una sonrisa emocionada en su rostro, dejó un último beso en los labios de Minho y lo abrazó con fuerza.

La tarde siguió entre besos y abrazos por parte de ambos.

Simplemente hermoso.

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora