XXV

1.5K 211 21
                                    

Quizás Felix no estaba tan bien como él pensaba.

Se sentía bien, se sentía genial.

Estaba eufórico, su estado de animo había cambiado drásticamente y agradeció estar él solo en su casa.

No había dejado que nadie viniera, por más que Wooyoung y Dahyun habían insistido en ir a su casa.

Había hablado con ambos y se habían sorprendido por como se encontraba, estaba mejor de lo que esperaban.

Pero eso no importaba ahora, ya nada importaba.

Aquel polvo blanco ya estaba esparcido por toda su mesa de luz y sus auriculares hacían que escuchara canciones de Exhorder.

Se tiró en su cama con toda la energía del mundo, no había tomado la mejor elección del mundo pero al menos se encontraba feliz.

Ignoró todos los mensajes de sus amigos que hacía que su celular vibrara y solo se enfocó en ir cambiando las canciones en cuanto ya se hubiera cansado de una, terminando por escuchar "Say hello 2 heaven" de Temple of the dog, una de sus bandas favoritas de todos los tiempos.

Tarareaba la letra con algo de emoción.

Estaba feliz pero al mismo tiempo quería golpearse a si mismo, no estaba totalmente mal.

Había inhalado tanto como para estar inconsciente pero aún no terminaba de afectarle, o quizás sí.

Dio media vuelta mirando el techo de su habitación y suspiró.

-  No debí haber consumido nada desde un principio. -

Su corazón latía con rapidez y una gran adrenalina corría por su cuerpo.

No dudó en atender cuando la música de sus audífonos se apagó y la canción que tenía de tono de llamada comenzó, no sabía quien era, solo contesto.

- Estaba preocupado por ti, te mande muchísimos mensajes pero solo los leíste y no respondiste, pensé que quizás te habías enojado conmigo, ¿cómo estás?- La voz de Minho se escuchó al otro lado de la línea tan dulce como siempre.

- Estoy bien, no debes preocuparte por mi, ¿tu cómo estás?- Respondió Felix con emoción, ni siquiera tenía verdadero control con lo que hacía o decía, responderle a Minho había sido una mala idea.

- Te escuchas raro, ¿en serio te encuentras bien? puedo ir a tu casa si es que necesitas ayuda. -

-¡Ya! no estoy mal, pero si quieres venir puedes hacerlo, estoy solo y me aburro mucho. - Terminó de hablar con cierto entusiasmo.

Se formó un gran silencio en medio de la llamada que hizo que Felix gruñera.

-¿Consumiste algo?-

- Claro que si, es lo que suelo hacer cuando me siento mal. - Confesó de forma inconsciente, su voz sonaba cansada pero hablaba con felicidad.

- Ya mismo voy para allí. -

La llamada finalizó y Felix se quedó con un puchero en su rostro mientras escuchaba las canciones de su lista de reproducción pasar una tras otra.

Su lista de reproducción con canciones de Chris Cornell terminó y decidió poner la primera que vio sin prestarle atención a que era, American Idiot de Green Day comenzó y cerró sus ojos.

Perdió la noción del tiempo.

Fue consciente de que había pasado mucho tiempo cuando sintió las cálidas manos de Minho tomando las suyas.

Quitó sus auriculares y lo observó.

- Dejaste la puerta abierta Yongbok. - Habló el mayor con calma. -¿Qué es lo que hiciste?- El rubio señaló la mesa de luz a su lado, Minho abrió sus ojos cuando vio aquello.

-¿Qué? ¿Tú quieres?- Preguntó con simpleza al mismo tiempo que se levantaba con rapidez de su cama para tomar una caja debajo de uno de sus muebles y entregársela. - Esto vale mucho dinero, agradecelo. -

El castaño tomó la caja entre sus manos y la abrió, era pequeñita pero estaba bastante cargada, allí había un poco de dinero suelto, algunos porros armados, unos pocos sobres transparentes con contenido blanco, negó para si mismo, decidió que había visto suficiente y cerró la caja nuevamente.

-¿Cuánto aspiraste?- Preguntó Minho con la voz más grave, parecía enojado, claramente no lo estaba pero sonaba serio.

- No lo sé, lo máximo que pude. Dejé de contar en la tercer línea. -

El mayor atrajo al contrario a él para poder abrazarlo con fuerza. - No hagas más esto, por favor, te harás daño. - Habló con tranquilidad nuevamente, dejó varios besos en la sien del menor.

-¿Qué es lo que piensas que busco hacer?-

Otro silencio incómodo reinó en aquella habitación mientras Minho se sentaba en la cama y Felix se sentaba sobre su regazo.

- Vivir ha sido una tortura para mi desde que los rumores sobre mi persona comenzaron, es insoportable, nadie lo nota, a nadie le importa lo que yo piense, les parezco un objeto más que una persona. Todo es horrible, pensé en quitarme la vida varias veces pero soy cobarde para hacerlo de una vez. - Confesó al mismo tiempo que abrazaba el torso de Minho con fuerza. - Se que soy un idiota, solo... no te canses de mi y me abandones, no ahora, te necesito conmigo. -

- No me iré, tranquilo, estoy contigo. - Minho dejó caricias en la espalda del otro chico. Sabía que Felix no estaba en todos sus cabales, se encontraba en la mismísima mierda en realidad y justamente por eso había ido a visitarlo,  no quería que hiciera nada malo mientras se encontrara inconsciente.

- Minho hyung, ¿por qué el estómago me cosquillea cuando te veo? siempre me dan muchas ganas de besarte y abrazarte, cuando me pongo a pensar en todo eso siempre termino avergonzado, eres muy especial para mi. - Contó Felix con entusiasmo, parecía un niño pequeño.

-¿Qué es lo que sientes?- Preguntó el mayor con el ceño fruncido, aquello había sonado como una confesión, pero no le había prestado atención, no era consciente de lo que decía.

- No lo sé. - Felix se separó del torso del contrario y se quedó mirándolo para después tocar sus labios con su pulgar. - Quiero besarte, todo el tiempo. -

- Puedes hacerlo. -

El menor le sonrió para después abalanzarse contra él y besarlo con prisa.

La tarde había sido larga.

bad reputation» minlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora