bad reputation» minlix

XXIV

Minho estaba sentado en silencio en aquella habitación, perdiéndose de la conversación que sus amigos llevaban.

- Quiero estudiar neurociencia, ¿de qué me sirve saber qué sucedió durante la revolución francesa? - Se quejó Jisung al mismo tiempo que trazaba círculos en sus sienes con sus dedos.

No estaba prestando atención a la conversación,  su mente estaba navegando en sus recuerdos y Felix estaba presente en ellos, con su sonrisa bonita y su risa chillona.

Quería verlo reirse de estupideces con el a su lado, no le gustaba verlo tan destruido y triste, hacía que él también se entristeciera.

Quería hacerlo pequeñito, más pequeño de los que era, para poder guardarlo en una cajita y protegerlo de cualquier cosa que pudiera sucederle.

Quería poder cuidarlo siempre, quería abrazarlo, quería llenar su rostro de besos, quería hacerlo sentir tan querido y amado como nunca.

-¿Minho?-

La voz de Chris lo sacó de sus pensamientos, notó que tenía la mirada de siete chicos encima suyo.

-¿Si?-

- Desde que llegamos a mi casa estás con la mirada perdida y con tu cabeza en las nubes, ¿en qué tanto piensas?- Habló esta vez Changbin mirándolo con una mirada extraña. - Mm, quizás... es algún chico...-

Minho frunció el ceño, siempre le decían lo mismo.

- Tengo más preocupaciones además de mi vida amorosa, tengo una vida como estudiante, ¿sabes?- Respondió con cierta molestia aunque nadie se lo había tomado en serio realmente, en cambio se habían acercado a él.

- Lo sé pero últimamente dejaste de prestarnos atención por estar pegadito a Lee Felix, así que nos contaras que es lo que sucede con él y por qué es más importante que nosotros. -

Los siete se acercaron a él, se pondría rojo si seguían así, o quizás ya estaba rojo, no lo sabía.

- Es mi amigo y está pasando por un momento duro, es todo. -

Claro que eso no era todo pero era lo que le contaría a sus amigos, ellos eran capaces de ir y decirle a Felix que le diera una oportunidad.

-¡Oh vamos Minho!, no somos idiotas... o no tanto. - Comenzó a hablar Hyunjin a su lado con aquel tono que siempre usaba para molestarlo. - Sabemos que Felix siempre te atrajo, él te gustaba antes de que comenzaran a hablar, ¿qué es lo que sucedió?-

Todos lo miraron fijamente, estaba totalmente rojo. Ya estaba cansando de que lo hicieran sonrojarse, él no solía sonrojarse nunca.

- Felix siempre me pareció un buen chico, por más de que todos ya sepamos que se droga y su vida es complicada, eso no interfiere en su forma de ser, las pocas veces que tuve contacto con él fue muy amable y educado, es un buen chico para ti. - Habló Seungmin con una sonrisa en su rostro. - Deberías hacer que lo conozcamos algún día, tenemos que aprobarlo. -

Todos rieron un poco, a esta altura ya eran obvios los sentimientos de Minho.

- Falta poco para tu cumpleaños hyung, puedes invitarlo a él a la reunión que siempre haces en tu casa, Changbin hyung se lleva bien con Wooyoung sunbae, no será tan incómodo. Puedes decirle que invite a sus amigos. - Jeongin terminó de hablar con una sonrisa de emoción y luego aplaudió. - Es perfecto, debes aceptarlo, por favor.

Hubo un silencio y todos los ojos del lugar estaban encima del chico Lee.

- Lo invitaré, quizás no acepte. - Minho suspiró. - No hagan tanto alboroto por él, Felix jamás se fijaría en mi. -

-¿Por qué piensas eso?- Preguntó Woojin que se encontraba al lado de Chris.

- Él estuvo con muchas personas mucho más atractivas y mejores que yo en todo sentido, ¿por qué se fijaría en mi teniendo a tantas personas a su alrededor?- Volvió a hablar el castaño con un pequeño puchero. - No tiene sentido. -

- Nosotros ya te hemos visto con Felix y se que hay algo entre ustedes dos, la manera en la que se hablan o como pueden comunicarse sin siquiera decir una palabra, hay algo especial entre ambos. - Contó Hyunjin con interés en la conversación, para luego suspirar, fingió estar derramando lágrimas y pasó el dorso de su mano por sus ojos. - Mi hyung se enamoró finalmente. -

Todos volvieron a reír y la tarde finalizó con dulzura, había sido una de las tantas bonitas tardes que pasaban juntos, tan cálidas y tranquilas como siempre.