Capítulo 23 Harry

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Desperté con la melodía de los latidos del corazón de _______ volviéndose locos.

Me levanté de golpe y descorrí los cobertores un poco para inspeccionarla. Le di la vuelta hacia mí y finalmente vi lo que ella estaba soñando. Suspiré.

Soñaba con caminar hacia el altar y ver mis pies descalzos. Y ella tenía una hermosa sonrisa en su rostro.

No importaba que no fuera a haber un altar hasta el cual caminar, le sonreí a mi chica durmiente y me escabullí suavemente para no despertarla. El sol apenas se asomaba por las cortinas, pero quería levantarme y alistarme. Tenía grandes planes para nosotros, y _______, aunque ella aún no lo sabía, tenía una gran noche con Gran y mamá.

Cosas de la boda.

Me preocupaba que se sintiera abrumada y no estuviera preparada para todo ello, pero por la mirada en su rostro en este momento, supuse que la preocupación era infundada. Así que fui a afeitarme. Quería hacerlo anoche, pero después de que holgazaneamos en la bañera por siempre, sólo quería ir a la cama, sostener a mi chica y olvidarme de todo lo demás.

Por supuesto que Liam y Lynne en la habitación de al lado no tenían nada de eso. _______ durmió pacíficamente en mis brazos, pero yo estaba preocupado por ella y no podía quedarme dormido. Por lo tanto, me vi obligado a escuchar a esos dos y sus raros actos sexuales por lo que pareció una eternidad.

Lynne era una risitas, les diré eso. Y Liam, bueno.

Simplemente asqueroso.

—Veo que tuviste una noche interesante.

Me di la vuelta para mirarla mientras me sacaba la camisa por encima de la cabeza. Ella estaba toda desparramada en la cama como si perteneciera ahí. Dios, siempre perteneció ahí. Sonrió —¿Ya estás vestido?

—Síp. Levántate, preciosa. Tengo planes para nosotros.

—Oh, ¿sí?

—Ajá. —Me abalancé, cerniéndome sobre ella en mis brazos, y la besé con facilidad.

Peinó mi pelo con sus dedos.

—Necesitas un corte de cabello.

—¿Pensaba que te gustaba el pelo largo?

—Me encanta, pero se está volviendo un poco exagerado, chico surfista. —Sonrió—. Además, ¿no quieres verte increíble para las fotos de nuestra boda? —Me quedé en silencio y esperé. Ella simplemente continuó sonriéndome como si no tuviera secretos en absoluto. Al final se echó a reír—. Sé que planeas entregarme a tu mamá y Gran esta noche. Te las arreglaste para quedarte dormido por unos cuantos minutos anoche y me sentí como si me estuviera entrometiendo.

Sentí mi sonrisa. —Pequeña entrometida.

—Ajá —agregó ella, y paso su mano por mi cabello otra vez—. Me vestiré.

—¿Viste algo? —le pregunté suavemente—. ¿Viste a dónde vamos?

Su frente se arrugó en confusión. —No. ¿A dónde vamos?

—Vístete. Me alegra que lavaras tu ropa anoche antes de acostarte. Deberíamos, uh —comencé, y esperé un respiro— traer algunas de tus cosas aquí.

Intentó no pensar en la casa que se suponía que iba a comprarle, pero no pudo evitarlo. Vi la lucha en ella y eché un vistazo para verla con las rodillas dobladas mientras se masticaba la uña del pulgar. Había una sonrisita posada en sus labios. Su cabello estaba despeinado, y no escapó de mi atención que ni siquiera intentara arreglarlo en absoluto cuando despertó. Estaba así de cómoda conmigo, aquí, en mi casa.

Me hizo sonreír como un tonto.

—Me encanta esa sonrisa —confesó, e inclinó un poco la cabeza—. ¿Qué significa eso? —preguntó, apuntando hacia mi camisa—. ¿Qué pasa con todos los patos?

—¿No lo sabes?

Negó con la cabeza —¿Y qué pasa con el pato rosa?

—No lo voy a decir.

Ella se rió y yo me empapé como una esponja.

Cuando salimos del dormitorio, Liam y Lynne salían también. Evité el contacto visual y le pregunté a Liam cómo llegó aquí. Él dijo que condujo mi camioneta, ya que yo tenía el auto de su papá. Le dije que iba a tomar la camioneta de vuelta y que nos íbamos. Le tiré sus llaves. Él me tiró las mías y las cernió en el aire fuera de mi alcance utilizando su habilidad.

Levanté una ceja con molestia hacia él. Oía la risa de Liam mientras saltaba para agarrarlas, pero sólo agarré la mano de _______ y la arrastréhacia la puerta, gritando para que Liam cerrara cuando se fueran.

_______ se rió de mí todo el camino por las escaleras desde mi departamento, pero sólo seguí adelante. Llamé al centro para ver quién estaba ahí. Le dije que me encontraba en camino y ella dijo que estaría esperando.

—Gracias, Honey —le dije y colgué.

_______ me dio una mirada de ¿Qué diablos?, pero la bloqueé de mi mente y luché por mantener una cara seria.

—Entonces, esta es tu camioneta —dijo tímidamente. Bajó su dedo por la parte delantera.

—¿También tiene un nombre? Me sorprende que Lola aguante que la engañes así.

—Ja. Ja. —Sonreí y abrí la puerta—. De hecho, sí tiene un nombre. —Tomé la mano de _______ y la ayudé a entrar en la puerta lateral. Incluso tenía que admitirlo, era una camioneta grande—. Y Carla no está celosa. Sabe cómo compartir.

Cerré la puerta, pero todavía podía escuchar su risa mientras caminaba hacia mi lado. Me subí al interior y de verdad sentí un suspiro de alivio. Había pasado una eternidad desde que conduje mi camioneta.

_______ ni siquiera había estado en ella. Eché un vistazo para verla mirándome. Uno de sus pies se encontraba en el asiento bajo ella y su cabeza estaba inclinada hacia un lado.

Dije—: Eres tan hermosa.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora