Capítulo 20 _______

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Sentí mis labios separarse en shock por su descaro. Sí, Harry y yo podíamos ser acusados de ser un poco pegajosos, nunca tuve miedo de las muestras públicas de afecto, pero estos dos iban más allá.

Harry pensaba lo mismo, y dijo—: Está bien, pónganse en marcha.

—Los ahuyentó con la mano—. Acabamos de llegar. Quiero a _______para mí solo.

—Pero, ¿no podemos pasar la noche? —pidió Lynne—. Queríamos estar lejos de la casa de Liam esta noche si pudiéramos. Sin ofender, Señor Campeón, pero tu familia me vuelve loca.

—¿Qué pasa? —pregunté. Amaba a los Jacobson y no podia imaginar estar molesta con ellos.

—¡Esa Gran no deja de hacer charlas sobre el sexo inapropiado! —dijo Lynne. Harry, Liam y yo estallamos en carcajadas—. ¿Qué? —dijo, irritada—. ¡Es cierto! Es muy entrometida y siempre me pregunta si soy cuidadosa. Le tendré que hacer saber que soy una miembro orgullosa deser portadora de la tarjeta de Virginidad.

Me reí más fuerte. —¡Oh, Dios mío, Lynne! ¡Para! —Agarré el brazo de Harry como apoyo—. ¿Cómo no puede gustarte Gran?

—Oh, me cae bien, pero es una rompe pelotas.

Harry y Liam cayeron uno sobre el otro riendo.

Liam y Lynne finalmente aceptaron la derrota y sabían que no podían permanecer allí con Ele y Louis ocupando ya la habitación de invitados. Así que empezaron a salir. Lynne me abrazó con fuerza y me dijo que pronto deberíamos hacer algo seriamente de chicas, como ir de compras y tomar un café. Estuve de acuerdo.

Así que ellos estaban en camino cuando Liam tomó la mano de Lynne para llevársela por la puerta, y eso es lo más lejos que llegaron.

Ambos se quedaron sin aliento, pero Lynne fue quien habló—: ¿Qué es eso? ¡Liam! —gritó de miedo.

Él la atrajo hacia sí y le sonrió con adoración, tomando su cara entre las manos. —Está bien, nena. Es la ascensión —dijo con reverencia—. Sólo agárrate a mí.

Sentí el brazo de Harry tirándome hacia su pecho, pero no podía apartar la mirada de la magia de lo que pasaba. Vi todo transformarse y noté sus habilidades, al igual que lo hicieron ellos. Tenían algún tipo de afinidades. El de Lynne era agua y el de Liam era aire. Mi mente de inmediato regresó a Capitán Planeta, un espectáculo que solía ver cuando era niña.

Lynne se asustó. No tenía idea de cómo usarlo o siquiera por dónde empezar. Todo en lo que Liam podía pensar era en todas las travesuras que podía hacer con su don. Empecé a hablar, a pensar en algo valiente e inspirador y algo que sirviese como guía.

Los ojos de Lynne se encontraron con los míos justo antes de que su mirada recorriera la sala y jadeó. Todo sucedió en una rápida sucesión que fue casi demasiado rápido como para seguir.

La habilidad de ella salió despedida sin su consentimiento mientras entraba en pánico, rompiendo el rociador contra incendios de la pared por encima de su cabeza, y lanzando a Ele un chaparrón de agua, quien, eligió el peor momento para deambular por el pasillo.

Sentí la mente de Ele mientras el agua, de una asustada Lynne, rociaba su piel. Ella gritó y cayó de nuevo en la pared de manera espectacular, más enfadada que cualquier otra cosa. Levanté la mano para evitar que el agua salpicara, conteniéndola. Ele me dio una mirada de disgusto por mi acción. Empecé a correr, pero ella gritó que me detuviera. Escuché sus pensamientos, pero traté de apagarlos mientras se asustaba por lo sucedido.

No hubo suerte.

—¡No me toques! —gritó y se apresuró a la habitación. Cerró la puerta. Corrí detrás de ella y llamé a la puerta con suavidad, pero me dijo que me fuera.

Me sentí desgarrada. Lynne era ahora mi responsabilidad, al igual que todos los Aces. Ella pasaba por algo sobrenatural, por lo que yo ya había pasado, y era mi trabajo como Vidente lidiar con ello. Ele estaba siendo Ele. Con suerte, lo entendería pronto.

—Lynne —dije distraídamente cuando llegué al final del pasillo y eseé que Ele saliera. Salí del pasillo para ver a Lynne llorando histéricamente en el cuello de Liam y él tratando de calmarla. Harry, por su parte, también trataba de calmarla. Ella murmuraba que no era su intención, que lo sentía.

Fui a su lado, pero no traté de alejarla de Liam. Sabía que sería una mala idea. Así que le toqué el hombro y traté de decirle que todo estaba bien. Ele estaba bien y todo lo demás también lo estaría.

Pronto.

Pero, por supuesto, el toque dramático de Ele ganó de Nuevo mientras irrumpía, saliendo por el pasillo con Louis a remolque. Me miró y dijo—: Ni siquiera te molestes en preguntarme si me encuentro bien. ¡Estoy muy lejos de estar bien con todo esto! Nos vamos. ¡Me niego a quedarme aquí en esta casa contigo y con él! —Señaló a Harry y luego a Lynne—. ¡Y con ella! Ya he terminado. Nos alojaremos en un motel o algo así hasta que crea que es seguro para nosotros irnos a casa.

—Ele, por favor —intenté inútilmente.

—¡No! —chilló y sacudió el brazo lejos de mi mano—. No, _______.

Nunca me llamaba _______. Esto era malo. Esto era muy malo.

—Lo siento —dije sin convicción.

Se burló. —¿Ahora lo sientes, cuando me has mentido y lo has escogió por encima de mí?

—No —le contesté con sinceridad y silenciosamente despidiéndome de ella—. Siento haberte hecho daño.

Ella nunca nos entendería a Harry y a mí. Nunca iba a estar bien con lo que podía hacer yo. Nunca se acostumbraría al hecho de que yo maduraba y me alejaba de ella, que no podíamos ser las amigas despreocupadas de la preparatoria para siempre. Las cosas cambiaron.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora