Capítulo 75 _______

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—Oh, ¿así que ahora soy tu mejor amiga?

Luchó contra una sonrisa, y entonces me abrazó. —¡Oh, _______! ¡No puedo creer que te casaras primero que yo! Se suponía que sería yo quien pavimentara el camino y fuera la rebelde que se casaba demasiado rápido. —Me mostró su mano. Había un anillo en su dedo.

—¿Te lo pidió? —le pregunté y eché un vistazo a Louis, quien se hallaba recostado contra el coche. Me saludó con la mano y caminó por el jardín.

—Sí —dijo ella, y miró el anillo como si fuera el sol, la luna y las estrellas todo en uno—. Y tú tienes que ser mi dama de honor. Aunque aparentemente yo no fui la tuya.

Decidí que tenía que decírselo. —Mira, Ele, fuiste ruda y horrible conmigo. Te marchaste, sólo te fuiste, después de llamarme fenómeno, y ni siquiera querías hablarme. Estaba preocupadísima por ti. ¿Cómo puedes hacerme eso, luego venir aquí y pretender que todo está bien porque averiguaste que me casé?

Tenía la boca abierta y lucía sorprendida. Louis envolvió un brazo alrededor de su cintura y me miró con simpatía. Él sabía cómo podía ser ella. —_______ era demasiado para digerir, ¿de acuerdo?

—Eso lo entiendo. Pero era tu amiga, y a la primera señal de problemas, me abandonaste.

—Estaba asustada.

—¿De mí? ¿Qué he hecho para que estuvieras asustada de mí? — casi grité. Sentí los dedos de Harry frotarme el pulso en la muñeca, intentando calmarme.

—No estaba asustada de ti.

—¿Entonces de qué?

—¡Estaba asustada de que estuvieras siguiendo adelante sin mí! — dijo, y la primera ronda de lágrimas apareció—. Conociste a este tipo — señaló a Harry—, y todo cambió. Lucías diferente, actuabas diferente. Simplemente pensé que ibas a dejarme. Y cuando todas esas cosas pasaron lucías tan hermosa y ponderosa, simplemente me sentí insignificante a tu lado. Sabía que me abandonarías tarde o temprano, así que vi una oportunidad y decidí hacerlo primero.

Me sentí fatal. ¿Así era como ella me veía? ¿Como una persona que alardeaba?

Se burló. —Puedo verlo en toda tu cara que ya lo estás malentendiendo —Sonrió—. Mira, sólo lo diré una vez. Estaba celosa, ¿bien? Tú y el universitario aquí presente eran malditamente felices, y nunca peleaban, o lo que sea. Y _______, eres tan hermosa. ¡Ni siquiera lo intentas! Y sólo asumí que eventualmente pasarías de mí, que estaba por debajo de ti, o algo.

—Ele —la regañé.

—No pude soportarlo, _______. —Se sorbió la nariz y apartó la mirada—. No podía lidiar con el hecho de que, finalmente, te estabas dando cuenta de que eres mucho mejor que yo.

Dejé el brazo de Harry y la abracé contra mí. Se resistió por cerca de ocho punto nueve segundos. —_______ —susurró—. Lo siento. Actué como una estúpida, incluso Louis me lo dijo, ¿cierto, Louis?

Él sonrió y se encogió de hombros. —Lo que importa es que ahora estás aquí, ¿cierto?

—No lo sé —contempló—. ¿Eso es lo que importa? —me preguntó.

Esa era la manera de Ele de pedir perdón. Su mente prácticamente me lo gritaba, y aunque Ele no había actuado bien, la gente cometía errores. Además, mi nuevo mundo sobrenatural era bastante difícil de tragar.

—Sí, Ele, eso es lo importante.

—Te quiero, _______ Waggie.

Sonreí, mis ojos llenándose de lágrimas. —Te quiero, Eley Wecky.

Su abrazo se volvió fuerte y sin piedad mientras nos quedábamos ahí de pie, apretándonos mutuamente durante un largo tiempo. Harry y Louis chocaron puños y se alejaron a un lado a conversar, dándonos espacio y tiempo. Una vez que terminamos, decidimos posponer la salida para nuestro viaje hasta más tarde esa noche. Fuimos a cenar con Ele y Louis, y, ¿a dónde más podíamos ir sino al 25 Hour Skillet?

Cuando regresamos y los dejamos en su coche, nos dejaron cuando papá corrió a encontrarnos. —¡Dejaste esto! —gritó, y atravesó el patio con mi bolso.

—Oh, ni siquiera me di cuenta.

—Pensé que iba a tener que enviártelo por correo. —Me sonrió—. Espero que tengan un buen viaje. Probablemente esperaremos hasta el otoño en que empiecen la escuela antes de marcharnos con el clan de Fiona. Quiero verte una vez más antes de irnos.

—Eso suena estupendo, papá. —Él estaba pensando en todo lo que había sucedido. Incluso en Haddock—. ¿Tienes algo en mente?

—No —insistió—. Solo estoy contento porque estás a salvo. —Me abrazó—. Ten un buen viaje, cuídense, ¿de acuerdo?

Asentí. —Síp. Planeo que lo sea. —Comenzó a alejarse—. ¿Papá? — Se dio media vuelta con reticencia, como si supiera lo que se avecinaba—. ¿Por qué llamaste a Haddock para que nos echara un vistazo?

—Los Jacobson estaban encerrados —razonó.

—Ese no es el por qué. Sabes que si hubieras llamado a Peter, él habría venido. —Papá apartó la mirada, como si intentara con esfuerzo no pensar en algo. Sentí su desesperación llenándome—. ¿Papá?

—Lo sabía, nena. Lo sabía —dijo, derrotado.

Sabía exactamente a lo que se refería, pero necesitaba que lo dijera. —¿Qué sabías?

Se sentó en el contén y suspiró. —Sabía que no era tu verdadero padre.

Sentí como si una tonelada de ladrillos me cayera encima. Miré la espalda de mi padre fijamente e intenté respirar. Harry entró en mi campo de visión y me sostuvo la cara entre las manos. —Está bien. Respira, nena. —Respiré. Él me besó una vez—. Esperaré en la camioneta, ¿bien? Tómate todo el tiempo que necesites.

Se marchó, y me senté junto a papá en el contén. No perdí el tiempo porque sabía que sentarme e intentar comprender el asunto no funcionaría ni importaría. —¿Cuánto tiempo lo has sabido?

—Desde que tu mamá se embarazó. —Me encogí. Esa fue esa fue la razón por la que estuvo tan distante después de que ella nos abandonara —. Y esa no fue la razón por la que me volví loco cuando se fue. —Lo miré de sopetón. Me sonrió—. Es mi habilidad. No puedo escuchar tus pensamientos pero puedo conocer tus intenciones.

Me quedé boquiabierta. —Esa era la habilidad del abuelo de Harry,

Ray.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora