Capítulo 30 ______

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Todos nos quedamos ahí durante unos segundos más antes de movernos. Cuando finalmente miré a Jen, luchaba contra las lágrimas.

Rachel la tomó y la abrazó con fuerza. —Mamá —susurró Jen—, ya no tengo que preguntarme qué se siente ser como tú y papá. Ya lo sé.

—Jenna, siempre tuve la esperanza de que lo harías, nena. —Esnifó, muy propio de una dama—. Siempre traté de creerlo por ti. Bish es

—Lo sé —dijo Jen y se echó a reír—. Es increíble.

Sentí a mi nariz arrugarse. —De acuerdo, vamos todos a tratar de recordar que es mi hermano.

Se rieron y luego Radioactive de Imagine Dragons resonó por toda la habitación. Rachel tomó su teléfono del bolsillo y contestó. La miré boquiabierta. —Hola, cariño No, estoy bien. Jenna y yo hablábamos sobre algo significante. —Sonrió a Jen—. Sí, lo prometo. Siento haberte asustado. —Escuché a Peter en la mente de Rachel mientras decía algo sobre consiguiendo su bonito trasero más tarde. No pude contener mi grito de asombro. Rachel se rió y luego dijo—: Peter, _______ está en la habitación conmigo. —Él se rió de una forma un poco avergonzada y dijo que le dijera a Harry y a mí que fuéramos mañana y que la vería más tarde—. Está bien. Te amo, cariño. —Le dijo que también la amaba, algo feroz. Le sonreí y miró hacia otro lado. Se aclaró la garganta—. Supongo que escuchaste eso, ¿eh?

—¿Sobre ir mañana? Sí.

—Sólo llamaba para comprobarme, dijo que el latido de mi corazón se estaba volviendo loco.

—Me imagino —dije secamente.

Gran interrumpió. —Muy bien, suficiente ustedes dos. Sé que mi hijo es como McDreamy donde los haya. —Gran me golpeó en el trasero. La miré fijamente con la boca abierta—. Tenemos trabajo que hacer. Desnúdate.

—¿Desnudarme para qué?

—Voy a tomar medidas para tu vestido. ¡Desnúdate!

Rachel me salvó más o menos. —Puedes tomar sus medidas con la ropa puesta, mamá —reprendió.

—Oh, sé que puedo. —Me señaló—. ¡Pero mira su cara! ¡Ja! Sólo quería ver su rostro fruncido de esa forma. —Siguió carcajeándose a mi costa y la dejé porque Gran era Gran.

Pasamos las siguientes dos horas midiendo y viendo vestidos en línea

que nos gustaban, así Gran podría conseguir algo parecido a nuestros gustos. Dijo que haría el de Fiona después. Tan pronto como volvió Harry, nos fuimos a lo de papá.

—¡Vamos! —intervino Fiona y abrió la puerta de par en par con gusto. Yo iba al frente con la mano de Harry en la parte baja de mi espalda. Quedé agradablemente sorprendida por el lugar. Aparentemente Fiona puso su propio toque en las cosas—. Oh, Dios mío, _______. Juro que te ves más bonita cada vez que te veo.

—Gracias —dije y traté de no ser torpe, así que fui directo a su abrazo. Así es como papá nos encontró.

—Niña —suspiró. Mis pies me propulsaron hasta que prácticamente estrangulaba al hombre. Se rió un poco en mi pelo—. Estoy tan contento de que estés tan feliz de verme como yo a ti. —Se echó hacia atrás y me besó en la frente—. Bish y Jen están en el estudio. Oye eso rima.

Me reí. —Me alegro de que sigas siendo tú, papá.

—Me tengo que quedar así ahora. —Sonrió y estiró un brazo a Fiona, que fue de buena gana a su costado. Maria corrió desde la cocina y tomó el otro brazo. Parecía tan natural y cómoda con los dos. Sentí que mi pecho dolía con felicidad por él—. Gracias a Dios.

—De acuerdo —le dije—. Voy a ir a ver a Bish y luego vengo a ayudar en la cocina.

—Oh, ¿lo harás? —dijo dulcemente—. Soy una cocinera horrible. Tu padre me dijo que eres muy buena con macarrones con queso.

Reí. —Entonces te mintió.

Se volvió a él riendo mientras salíamos del estudio. Abrí la puerta escondida y Harry se estrelló contra mi espalda cuando me detuve. Mis ojos se desorbitaron. Bish tenía a Jen arriba del piano, mientras él permanecía de pie entre sus rodillas. Y el hombre debe de haber estado muerto de hambre porque devoraba su boca allí mismo, en el Baby Grand.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora