Rencor, Determinación y Ostracismo

Las memorias que fueron encerradas. Parte 24.

Hanare, era una kunoichi de la aldea de la cerradura. Fue una pequeña niña que tuvo la mala suerte de ser abandonada a muy corta edad ; sin padres,ni recuerdo de ellos, durante la 3ª Gran Guerra Shinobi. Sin lugar alguno al que dirigirse, se paraba, tambaleosa, de un lado a otro mientras caminaba cansada entre las llanuras verdes. Miraba las nubes y se fijaba en ellas, sus formas. Era lo único le ayudaba a superar sus malos momentos. Quería ir a la Villa pues creyó que allí se podrían encontrar, pero se perdió durante la travesía. Por suerte, se encontró con niño que parecía ser un shinobi de la Hoja. Fue muy simpático con ella, y la llevó en su espalda de nuevo hasta la Villa. Siempre recordaría la imagen de ese niño, inclusive, cuando fue enviada muchos años después a una misión de espiar a Konoha.

Su aldea sobrevivía gracias a saber estos secretos. Fue capturada, pero esto solo fue una treta para utilizar el jutsu de sus ojos. Durante su estadía de capturada en Konoha, pudo estar con Kakashi y pasar el día con él. Se sintió realmente bien por haber podido verlo y pasar el día con él. Realmente se sintió bien. Incluso cuando los tres mocosos aparecieron delante suyo, se sintió bien cuando estos les dieron sus bendiciones. Sin embargo no todo era tan bonito. Ella debía volver a la aldea con la información, y en un intercambio de prisioneros, las cosas se complicaron. Los shinobis de la Hoja pelearon contra los de Llave, y Hanare se retiró rápidamente a su aldea para traer la información. Kakashi la siguió hasta un precipicio, donde, sin escapatoria, acabaron por hablar las cosas Hanare le dijó que pensó de la aldea de Konoha como del lugar al que ella le gustaría estar en el futuro. Su aldea ideal. Por eso, como acto de voluntad hacia Kakashi, ella misma se borró los recuerdos. Kakashi no pudo llevarse a "un shinobi que había perdido su orgullo", pues había traicionado a su aldea. A sabiendas de que lo hacía por él. Con una mirada triste, la mujer se marchó, dejando a Kakashi mirando las nubes, recordando la charla que tuvieron el día anterior. La vida de un shinobi estaba llena de estas situaciones, al fin y al cabo. Tenían que ser firmes.

El destino los había vuelto a reunir ahora. Ella, defendía lo poco que quedaba de su aldea con una resistencia insuficiente. El líder de la aldea, ya no se encontraba, y poco eran los que quedaba vivos. Cadáveres d ambos bandos se encontraban entre las calles. Algunas familias huyeron y otras quedaron para defender a su hogar. Sin embargo, ella no dejaría de defenderlo, aún en la situación en la que estaba. Había pasado muchas situaciones malas en beneficio de su aldea, y no se rendiría tan fácilmente.Una kunoichi junto a dos Shinobis, atacarían a distancia tirándole unos kunai, los cuales esquivaría y bloquearía con otro. Después el ataque pasó a ser físico, y esto le estaba complicando las cosas a Hanare. Mientras retrocedía y saltaba, trataba de uno en uno, mientras intentaba separarlos para poder ganar algo de ventaja. En un "descuido" suyo, se olvidó de la kunoichi mientras peleaba contra los otros dos shinobis. Esto la dejó descubierta. Se giró rápido y logró cubrirse del golpe con el kunai. Sin embargo, esto la dejó abierta a los ataques de los shinobis. Los cuales aprovecharon la oportunidad y, uno de ellos, logró cortarle en su ojo derecho.

Hanare: ¡Ahgg! -gritaba con dolor mientras se sujetaba el ojo y retrocedía-.

Los tres shinobis sonrieron, pues ya la tenían en el bote.

Detrás suyo, Kakashi no tardó en moverse. Desapareció de donde estaba, dejando un gran cráter en el suelo, de la fuerte pisada. Apareció delante de la kunoichi , la cual pudo ver por unos instante la silueta de un sujeto, que, mientras todo se movía en cámara lenta, el a una gran velocidad muy superior a su entorno, sacó una especie de espada de elemento rayo con la cual cortó rápidamente la cabeza de la kunoichi de Iwa sin que se diera cuenta. Pasaron unos instante, y los que se dieron cuenta de la presencia del tipo y de lo que hizo,  intentaron clavarle uno una katana, mientras otro tiraba unas piedras de su boca con un jutsu de roca saltando hacia atrás. Kakashi pasó a clavarle su espada en el abdomen y ponerse detrás de él para que este recibiera el jutsu de su compañero, lo cual lo acabó matándolo. Después acabó con el sujeto que estaba aterrizando mandando una ráfaga de ki que lo desintegraría junto a parte de los alrededores.
Una vez acabado, se dirigió a mirar de asistir a la kunoichi. Cuando se giró y la vio, pudo observar una cara reconocida para él que lo miraba de forma muy sorprendida con su único ojo sano.

Kakashi: ¿H-hanare? -preguntó estupefacto-. ¿Eres tú?

Hanari: ¿¡Kakashi?! -le contestó también muy impresionada-.

Sin embargo por abrir los ojos de la impresión acabó quejándose del dolor mientras se sujetaba la parte del ojo, pues lo forzó sin querer. Kakashi lo vio esto y se acercó a ella.

Kakashi: Espera un momento, creo que puedo ayudarte con esto. -dijo para pasar a transformarse en Ssj Dios Rojo, cosa que impresionó mucho a la mujer, y poner su mano cuidadosamente en su cara, para curarle la parte dañada del ojo. La cual pudo recuperarse afortunadamente al no ser una herida grave-. Ahora, trata de abrirlo. -le dijo una vez acabado, volviendo a la normalidad, con una sonrisa bajo la máscara-.

Hanare abrió el ojo y pudo notar que ya podía ver, así que no pudo más que sonreír y abrazar a nuestro a nuestro guerrero, el cual le correspondió el abrazo.

Hanare: Quien diría que te volvería a ver..., -decía abrazada-. Gracias -le dijo mientras dejaba de abrazarle y le sonreía algo apenada-.

Kakashi: No hay de que Hanare, pero si me permites ponerme serio -dijo para voltear a ver a la Villa semidestruida-.

Hanare: Las pequeñas aldeas siempre somos víctimas de las guerras entre las grandes, -decía entristecida y furiosa-.

Kakashi: Ciertamente, y el ejército de Iwagakure llegará pronto a la aldea de la Nube. -dijo serio-. Ese maldito Onoki y su avaricia. - entonces pasó a dirigirse a Hanare-. Me ha alegrado mucho volverte a ver, pero tengo que marcharme urgentemente a resolver..., algunos asuntos. Entonces le dió la espalda y le dijo.

Kakashi: Cuídate. -con su mano derecha en alza-.

Kakashi sabía que la Kunoichi a pesar de todo, era fiel a su aldea, y que no la abandonaría por nada.

Hanare miro a su aldea la por la cual había luchado toda su vida joven y vivido desde pequeña.  Medio en ruinas, ahora, no había nada a lo cual podría salvar.

Hanare: ¡Espera! -dijo dirigiéndose a Kakashi, el cual apunto de irse, volteó su mirada a ella.

Ella por su parte se acercó al hombre.

Hanare: ¿Podría ir contigo? -le dijo para voltear a ver lo que quedaba de la aldea-. Aquí, ya no me queda nada por lo que quedarme..., -le dijo mientras miraba tristemente a su aldea-.

Kakashi por su parte asintió, pero le dijo que seguramente acabaría metiéndose en problemas, pues estaba en una "misión importante". Ella se lo pensó pero acabó aceptando.

Kakashi: Decidido pues, -dijo con una sonrisa-, para coger su mano y llevarla a él, los cuales acabarían por perderse en el bosque al cabo del rato.

¡ZA WARUDO!

Cuando los líderes de Kumogakure se enteraron de los planes del Tsuchikage, rápidamente, armaron un ejército de defensa que formaba una línea horizontal y cubría varios kilómetros por toda la frontera que dividía el País de Kumo con el del Sonido. Sabía que estaban en una situación políticamente vulnerable, sin embargo, se llegó al consenso de que Darui, un discípulo del tercer Raikage sería el nuevo sucesor. Este se encabezó como líder de las filas en contra de las fuerzas de Iwa, y se encontraba,en este momento, llegando cerca de la frontera de u región, dentro de un páramo boscoso.

Cerca del lugar, pero encima de un árbol se hallaba una silueta femenina, cubierta por una capa larga que le llegaba hasta poco antes de sus talones, estando de pie. La capa, de color gris con adornos negros en la parte de abajo y por dentro. Por la parte de atrás, marcada con el kanji de la escuela de la tortuga. También portaba una máscara blanca, con unos rasgos animales que asemejaban a la cara de un dragón con algunos tonos azules y  rosas. Esto se complementaba bien con un pelo rosa que caía forma calmada por su nuca, justo hasta tocar sus hombros.   Su conjunto, en general, hace identificación a su equipo, con el logo que marcan las enseñanzas de su maestro común, y el dragón que tienen a su disposición en la máscara.

Estuvo un rato mirando como se movían las tropas de Nube desde la distancia observando en silencio. Se diría que no le importaba lo más mínimo lo que sucediese, más, lo único que le importaba, era que sucediese algo, y que ella pudiese estar allí, para nutrirse poder y aprender dela experiencia. Tal vez, así, conseguiría algo que le mueva, sacar algo en claro, algo que le impulse a ser más fuerte. Se levantó de la rama del árbol en la que veía todo, y desapareció rápidamente del lugar.