Nuestro nuevo hogar. Parte 9.

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Un Dios y una ángel atraviesan el espacio a una velocidad mucho mayor a la de la luz. Son Goku Y Schnee, la nueva encargada de guiar y servir a su Dios durante la eternidad. La jornada en la que Goku se hizo Dios y estuvo con los demás fue extenuante. Deseaba por darse un buen descanso. Al fin y al cabo, había estado 100 años con Daishinkan entrenando y estudiando antes de la proclamación, y se veía cansado. Schnee lo miraba de reojo. Ella había sido informada de la identidad de su nuevo Dios. Su "historia", por así decirlo, comprendía de su raza, y de lo que este sujeto en particular llegó a hacer durante el Torneo del Poder. No sabía mucho más. De su personalidad, de sus pensamientos, pero eso lo averiguaría con el tiempo.

Schnee: Le noto cansado, señor.

Goku: Si.., ha sido un "día" largo, por así decirlo. -mientras dibujaba una sonrisa en su cara.

Schnee: No se preocupe, cuando lleguemos le haré un banquete para que pueda descansar a gusto.

Goku: ¡¿Enserio?! ¡Gracias Schnee-"chan"!

A Schnee le gustó la sinceridad e informalidad de Goku, y su sonrisa que, por que no decirlo, le resultaba sumamente atractiva.

Schnee: Por supuesto, ese es mi trabajo, estoy aquí para servirle en lo que usted diga.

Goku: Vale, vale, pero tómatelo a la ligera, ¿quieres? No me gusta que estén tan pendientes de mi para todo, yo también se cuidarme, jejeje.

A Schnee le gustó su actitud, mostraba una independencia para con respecto con ella que cualquier otro Dios no tomaría. La mayoría eran bastante egocéntricos e ineptos.

Goku: Pero primero debo presentarte a mi hijo, a ver si llegamos ya.

Schnee: ¿Tiene un hijo actualmente, señor Goku? -ella sabía que estuvo casada con una humana y que vivió con ella en el planeta Tierra junto a sus hijos. Pero ninguno de ellos podría haber durando tanto tiempo vivo-.

Goku: Si..., es algo complicado, lo encontré en muy mal estado y me prometí criarlo como si fuese de mi propia sangre. Aunque.., ahora ya lo es, jejeje.

Schnee: Esta bien, llegaremos pronto.

Al cabo de mas o menos 10 minutos, estos llegaron al planeta de Kaio-sama. Se encontraron con un Izuku meditando, tratando mejorar su control del ki que solo en un mísero día podría haber conseguido. Este se dio cuenta de la presencia de su padre y fue a por él, Kaio-sama hizo lo mismo. Pero cuando Izuku vio a su padre se quedó sorprendido.

Izuku: Padre, ¿eres tú?- preguntaba el pequeño Izuku, pues era comprensible, la apariencia de Goku había cambiado mucho, ahora con un aspecto mucho más salvaje e imponente-. ¡Te ves genial! - exclamó con estrellitas en los ojos-.

Goku: Jajaja gracias Izuku.

Izuku: ¿Y quien es ella, papá?

Goku: Te presento a Schnne, ella será mi nueva ángel por toda la eternidad.

Schnee: Hai, así es, encantado de conocerte pequeño Izuku. -dijo con una sonrisa angelical mientras le acariciaba la cabeza-.

Izuku se ruborizó un poco, extásico, con la sonrisa de la que sería ahora su "nueva madre".

Izuku: I...igualmente. -dijo tratando de disimular su vergüenza, cosa que le pareció muy tierno a la Ten-shin-. Pero después se acordó del motivo de la ida de su padre. ¿Entonces, ya eres un Dios papá?

Goku: Así, es. Dijo sonriendo.

Izuku: ¡Genial!, ¡felicidades papá!

Goku: jeje, gracias hijo, pero algún día si entrenas lo suficiente, serás el siguiente.- dijo con una sonrisa-.

Rencor, Determinación y OstracismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora