Amargos recuerdos. Parte 42.

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Habían pasado un par de días en los que estuvieron muy tranquilos. Al no haber nadie por el lugar, podían entrenar sin llamar demasiado la atención, ya que sabía que si se ponían a entrenar al "estilo saiyajin", seguramente, acabarían por destruir el lugar y llamar mucho la atención, así que preferían meditar o usar jutsus que por lo general, no eran tan destructivos. 

Karin aprendió el Kamehameha, pero solo era capaz de usarlo una vez ya que le desgastaba casi todo el ki que había conseguido cosechar con sus entrenamientos. Naruto por su parte, fue obligado a estudiar por Kaguya muchos pergaminos los cuales, acabó escribiendo ella misma. La mayoría de ellos de muy alto nivel, pues no por nada era considerada la madre de todos los shinobis. 

Izuku, por su lado, aprendió cual era su afinidad de chakra predilecta, el agua (suiton), elemento con el cual se sentía afín desde que nació. A partir de allí, aprendió varios jutsus sencillos como: Suiton; Suijinchu (Gran pilar de Agua), además de otros más complejos como el Suiton: Daibakufu no Jutsu (Jutsu de Gran Cascada), en el que se necesitaba de una fuente de agua para poder realizarlo; nada demasiado problemático, pues al usar la primera ya tenía suficiente como para usar la segunda.  Este segundo Jutsu fue bastante difícil de dominar para Izuku, no como el primero que casi lo logró hacer perfecto al instante, pues no requería de tanto control de chakra, y tuvo que usar la gran idea de Naruto de los Clones de Sombra, para progresar más rápidamente.

En cuanto a la vida en sociedad, ninguno de ellos tenía trabajo, excepto Karin que logró que se interesasen por sus habilidades curativas. Se encontraba separada de Naruto ya que este se había ido para "hacer sus necesidades un momento". Cerca del lugar, ocurriría un atraco en el que una persona inocente quedaría herida por un criminal harto extraño llamado Vihara Headgear, el cual tenía los hombros subidos hasta formar una capucha encima de su cabeza. Una mujer que trataba de coger a su hija, la cual estaba de rehén por el hombre, acabó herida por un golpe que le hizo estrellarse con la pared dejándola en muy mal estado. El villano acabó siendo vencido por un par de héroes que llegaron poco después por lo que no hizo falta de su intervención, pero aprovechando la situación, Karin se acercó a la mujer en mal estado.

Karin: Si puede moverse, por favor, intente morderme el brazo, se recuperará. -decía mientras le extendía su brazo derecho lleno de marcas de mordida. La mujer la escucho y algo dudosa, lo hizo, pues supuso que esta mujer tenía una especie de quirk de curación. Cosa que acertó, ya que, al cabo de unos segundos, la mujer empezaría a sentir como poco a poco sus dolores se iban calmando, hasta quedar lo suficientemente bien como para no necesitar más ayuda.

Una vez todo se calmó, la mujer agradeció infinitas veces a la chica por salvarle la vida. Claro esto fue visto por la gente que había por los alrededores que comentaban la buena acción de la chica. Una mujer mayor que casualmente se encontraba por el lugar, al ver la interesante particularidad de la chica, se acercó a ella.

Anciana: Buenas jóvencita, -le decía amablemente a Karin la cual respondió con una sonrisa-.

Karin: Muy Buenas. 

Anciana: La particularidad que tienes es realmente interesante. Podrías ser muy buena en la medicina, ¿nunca pensaste de trabajar en un hospital?

Karin: Gracias, pues no la verdad nunca me lo plantee, ¿como le puedo llamar, por cierto?

Anciana: Cierto, que descortés de mi parte, perdona jovencita, me llamo Chiyo, pero me conocen por mi nombre de heroïna, Recovery Girl, llámame como gustes.

Karin: Encantada señora Chiyo, yo me llamo Karin.

Chiyo: La verdad es que quería proponerte un trabajo, si no tienes ninguno ya, claro. Me dedico a curar a los jóvenes héroes en la academia U.A, que seguramente conocerás, -mientras Karin fingía que sí lo conocía-, aunque también trabajo en algunos hospitales. Últimamente tengo demasiado trabajo y no me vendría para nada mal tener a una asistente que me ayude. Por supuesto, se te pagará bien.

Rencor, Determinación y OstracismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora