Rencor, Determinación y Ostracismo

El festival cultural. Parte 50.

(¡Gracias por el apoyo hasta ahora! Llevo una media centena de capítulos la cual no me habría esperado ni de lejos llegar a hacer en un principio. Y la verdad, aunque no seamos muchos, uno solo me basta para motivarme a sacar más, es algo que disfruto haciendo. Si seguimos así, no dudo en que llegaremos al centenar; por eso, este será un capítulo especial, que lo disfrutéis.) 

Rosalía de Castro. Orillas del Sar.

A través del follaje perenne
Que oír deja rumores extraños,
Y entre un mar de ondulante verdura,
Amorosa mansión de los pájaros,
Desde mis ventanas veo
El templo que quise tanto.

El templo que tanto quise...
Pues no sé decir ya si le quiero,
Que en el rudo vaivén que sin tregua
Se agitan mis pensamientos,
Dudo si el rencor adusto
Vive unido al amor en mi pecho.

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Llevaba gran  parte del día con Kaguya, tranquilamente. Al principio Izuku ayudaba un poco en la obsesión de Kaguya con los pergaminos, y acabó por enterarse de algunos de sus "proyectos" que le resultaron la mar de prácticos. Uno de ellos, un pergamino de teletransporte, en el que, añadiendo algo de chakra, era capaz de llevar personas o cosas, de forma limitada, de un lado a otro, teniendo como destino el planeta 7. Aunque no es más que una forma mejorada de los antiguos usados Jutsus de Invocación Inversa.

Izuku: Esto será muy útil, si quiero ir a entrenar al planeta de papá alguna vez podré usarlo, ¿verdad? -le pregunto a la Diosa Conejo-. 

Kaguya: Cuando haga más de esos, por ahora los necesito. -le contestó-.

Izuku: Oh... - respondió algo desanimado. Bueno, no importa, creo que voy a ir a dar un paseo, volveré en un rato. -dijo para dirigirse hacia la salida, dejando sola a Kaguya con sus quehaceres-.

Salió a la calle para quedarse paseando un buen rato por el lugar viendo a la gente. La verdad es que algunos tenían pintas algo raras, debido a los quirks,  algunos tenían orejas o colas de animales, otro simplemente eran raros. Por el camino, se encontró ll que parecía ser un villano algo raro. Parece ser, que se encontraban intentando sabotear el festival, para que, de esta forma, se cancelaste, y todo recayera en su culpa y así hacerse famoso. Que mejor lugar que un festival de héroes. En el otro lado se encontraba Izumi, la cual, por haber tenido que oír a comprar artículos para el festival a altas horas de la madrugada, no estaba ya en el festival, y se encontró con estos sujetos. 

Desde allí, empezó una batalla en la que Izumi trataba de capturar al criminal mientras este huía. Llegaron cerca del festival, dentro de una especie de arboleda. Acorralados, Gentle Criminal decidió pelear de una vez y dejar de huir. Noquearla era todo lo que quería ya que, a pesar de criminal, nadie le quitaría sus buenas maneras. 

En una parte de la pelea, en la que Izumi lograba tirarle troncos y objetos con su telequinesis, Gentle se vio seriamente acorralado por una estratagema bien pensada, por lo que gracias al poder de su compañera, La Brava, logró hacer conseguir una fuerza y velocidad sobrehumana a Gentle, lo cual agradeció a su compañera. Gracias a ello, pudo conseguir sobreponerse a Izumi y dejarla en el suelo.

Gentle Criminal: Lo siento, joven heroïna... Ponte a dormir por mí por un rato. -le dijo dándole un golpe en el cuello que le dejaría semi-consciente-. La Brava, tenemos poco tiempo, debemos ir al festival. -le dijo a su compañera mientras esta asentía-.

Izumi: He luchado contra gente más fuerte que tú, -decía mientras trataba de ponerse en pie-, no dejaré que arruines el festival... -decía mientras pensaba en todos sus amigos, los esfuerzos que hicieron para tener un buen festival, y también, esa niña Eri, la cual era su primera vez de salir a algún lugar apartárselo bien, no podía fallar.