Una unión. Parte 66.

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El rostro ensombrecido de Izuku se dejó ver una vez esté levantó su cabeza.

Izuku: ¡Me niego!

Taylor: ¡¿Qué?!, ¡¿Cómo que te niegas?! -preguntaba impresionada por la respuesta pues estaba segura que no se negaría-.

Izuku: Pues que me niego. ¿Tienes cera en las orejas? -preguntaba algo burlón-.

Taylor: ¿Q-qué acaso quieres permanecer aquí toda tu vida? -preguntó furiosa y sin creerse la respuesta que le habían dado-.

Izuku: ¿Y si es así, pasa algo?

Después de unos segundos de incredulidad, incluso para los guardias que escuchaban desde atrás, decidió hablar.

Taylor: Debes estar loco..., pero muy bien, si eso es lo que quieres. Llevadlo a su celda, -ordenó a ambos guardias que procedieron a hacer lo mandado, llevándose a Izuku de nuevo a su celda compartida-. "Derrumbaré ese orgullo tuyo y te convertiré en uno de mis títeres, tenlo por seguro, Izuku..." -pensaba ingenuamente la mujer sin saber en que problemas se estaría metiendo, a ella misma, e incluso, a los demás.

***

En una galaxia muy alejada de donde se encontraba el peliverde, en un cierto planeta, se encontraban tomando un par de copas una pareja de shinobis; una mujer de pelo rosáceo con una buena figura y junto a un hombre de pelo negro en su totalidad vestido en una capa de color gris, y una cabello corto y laceo que le tapaba uno de los ojos. Ambos sin embargo parecía que se encontraban bastante felices y algo sonrojados, en especial la mujer. Habían tomado unas cuantas copas en lo que parecía ser una especie de taberna de aspecto rústico. Debían admitir que la cerveza de ese local estaba realmente deliciosa, tanto como para hacerse adicto.

Sakura: ¿Y-y que tal si vamos al planeta de esos que utilizaban esa..., esa especie de magia. ¿te acuerdas? Donde los moteles de enamorados..., podríamos pasar allí la noche y dar una vuelta por la ciudad... ¿Qué te parece? -le decía en un tono coqueto a su novio, mientras le agarraba y lo atraía hacia ella, y este algo sonrojado solo le apartaba la mirada-.

Sasuke: Sabes que me encantaría, pero tenemos algo que hacer, ¿no me digas que te olvidaste? -le preguntó mientras esta intentaba recordar sin éxito-.

- Sate sate sate, -se oyó desde el otro la lado de la barra-. ¿Haciendo planes sabrosos, eh? dime, dime, cuéntame... -decía un cantinero de pelo rubio pervertido; en lo que se llama una "forma chibi" -.

Pero fue recibido por un puñetazo en la cara de Sakura que le estampó contra el suelo, saliéndole un notorio chichón en la cabeza-.

Sakura: ¡No es de tu incumbencia, Meliodas!. -le dijo algo enfadada con una vena en la cabeza-.

Meliodas: Ayy, no entiendo a las mujeres... ,-musitó en un tono por lo bajo para que no se le escuchase, aunque esta lo hizo-.

Sakura: ¡¿Qué dices?! -decía gritando a un chibi Meliodas, cogiéndolo de la camisa-.

Sasuke: La boda del señor Goku y de mi madre, es hoy. -dijo Sasuke, sacando a Sakura de su asunto, la cual se sorprendió al haberse olvidado de tan importante evento-.

Sakura: ¡Oh no! ¡Me olvidé por completo! -dijo preocupada-. ¡Tenemos que irnos, tengo que arreglarme, no puedo ir así! -gritó Sakura mientras empezaba a sacudir a Sasuke-.

Sasuke: Vale, vale... -decía algo mareado del constante balanceo-. Tranquila tenemos tiempo. -dijo mientras se levantaba de su asiento mientras a su vez hacía un portal detrás suyo-.

Sakura: ¡No vemos Meliodas! -dijo rápidamente cruzando el portal en dirección a Sakuragakure-.

Sasuke se despidió con un leve ademán con la mano mientras cogía como si nada bastante barriles de cerveza que había comprado a Meliodas para servir en la ceremonia. Cruzó el portal y este se cerró detrás de él-.

Rencor, Determinación y OstracismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora