Rencor, Determinación y Ostracismo

La Villa escondida entre los cerezos. Parte 29.

Al día siguiente, nuestros protagonistas se despertaron pronto y fueron a hacer un entrenamiento matutino. Estos breves entrenamientos ayudaban a Karin a aprender lo básico del ki, además de servir para no perder condición en el caso de Naruto e Izuku. Cuando acabaron, se dirigieron a desayunar rápido para continuar con la misión. Ahora, se estaban juntando con el equipo Gai.

Gai: Bien, ya estamos todos, así que podemos seguir.

El camino fue normal y pacífico. El equipo Gai iba hablando, como siempre. Hasta que en un momento del camino fueron emboscados por unos shinobis renegados. Helada se les quedó la sangre cuando supieron que ahí estaba ese mercenario llamado Ryu, pero poco les duró porque cayeron inconscientes rápidamente por un golpe en la nuca a cada uno. El equipo Gai vio esto con impresión igual que el mercader, solo que este no se enteraba de nada de lo que pasaba.

Gai se alertó porque no pudo ver cuando se movió, era realmente rápido.

Pasó a atar a los shinobis y los dejaron allí, atados a un árbol, inconscientes. Cabe que, tuvieron algún percance similar por le camino, pero era rápidamente neutralizado. Sin reparar en nada, siguieron el camino sin perjuicios durante todo el día, hasta llegar a un aldea cerca del pequeño País de los Vegetales, que delimitaba el gran País del Viento, y el gran País de la Arena. Una vez llegaron fueron gustosamente recibidos por la familia del mercader, el cual invitó al equipo entero a una cena. Una mujer llamada Oyuki, y una niña que era la hija de ambos. Se encontraban todos rodeando una gran mesa.

Tazu: Gracias a los shinobis de la Hoja y a  Ryu y su equipo he podido llegar a salvo!, ¡a su salud caballeros! -expresaba con alegría el mercader mientras levantaba su pequeño vaso junto con los demás que también acompañaban al señor en la bebida.

Todos: ¡Salud! -dijeron para tragarse el sake de un trago, todos a la vez-.

Era un ambiente jovial y fiestero. Izuku era la primera vez que estaba en una fiesta semejante. Comieron bastante, platillos muy exquisitos a opinión de todos. Además tomando alcohol, solo faltó un poco de ello para que empezase a delirar por el lugar. Naruto se reía de el tranquilamente. Al principio, claro, porque cuando empezó a seguir con la bebida su risa se fue acentuando e intensificando, a su vez, mientras sacaba a relucir su verdadero ser, y empezaba a molestar a Izuku haciendo payasadas.

Naruto: Izukuu...- decía arrastrando las palabras-, no puedes beber alcohol..., si tu madre lo sabe armará-un e-escándalo, ¿sabes?

No se sabía si lo decía preocupado o alegre. En realidad, solo quería ver como reaccionaria Izuku, para divertirse un poco. 

Karin: Naruto, cariño, -decía mientras le miraba sonriente-. 

Ella había estado bebiendo tranquilamente, y parecía más tolerante al alcohol. Estuvo con Naruto sentada casi todo el tiempo hablando con él, y otras veces, con la niña pequeña llamada "Aiko", hija de mercader. Una niña muy activa y risueña, estuvo también jugando con Izuku. A este punto, este no tenía la máscara puesta, le daba algo igual que supiesen su cara. Se diría que Gai se dió cuenta de esto, pero sería mentira. Quien se dió cuenta fue Neji, que no bebió, y se fijó en la cara del muchacho. 

Karin: Izuku ya se ha ido. -decía mientras señalaba como Izuku estaba jugando un poco con Aiko-.

Naruto: ¿S-se atreve a ignorarme? -decía juguetón-. ¡Ven aquí n-niño del demonio! -decía mientra se acercaba a él y le hacía una llave de judo en el suelo, totalmente improvisada producto de su embriaguez mientras se reía.  Mientras tanto, Gai y Lee, empezaron absurdas competencias, y al final, acabaron tumbados en el suelo por intentar beber más alcohol. Ganó Gai claro, con lee llorando cómicamente mientras Tenten se reía de él.