Rencor, Determinación y Ostracismo

Indomable. Parte 65.

Alcatraz fue diseñado para retener a prisioneros que causaron constantemente problemas en otras prisiones federales, una "prisión de último recurso" para mantener el peor de los peores criminales que no tenían esperanza de rehabilitación. Habilitada desde inicios de los años 30, fue remodelada poco después cuando los Quirks apareciesen por el mundo. Una prisión de esas características ya no era tan fiable, después de todo, por lo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos invirtió una gran parte de sus fondos en una remodelación para que pudiese cumplir su función propiamente, sobretodo teniendo en cuenta el gran número de villanos que estaban empezando a aparecer por todo el planeta.

Constituida en 4 bloques, de A al D, este último alojaba a los peores reclusos, celdas primitivas, sin muebles, apenas un baño, un escritorio y una manta para dormir. Todos estos reclusos condenados a cadena perpetua tenían su idea de que iban a pasar allí el resto de sus miserables vidas. Debido a esto, en sus pocos tiempos de ocio, solían hacer la vida imposible a los demás para, de alguna forma, ganar poder entre ellos. Trabajar allí, siendo un recluso, era una joya. Aunque allí dentro había un recluso que no trabajaba, no hacía nada. De hecho, parecía que los guardias siempre le ignoraban en los chequeos, como una especie de intocable a pesar de haber llegado hace poco tiempo al lugar e increíblemente jóven.

Nuestro protagonista Izuku se encontraba sentado en su cama reposado en contra de la pared. Tuvo la suerte de conseguir un libro viejo que le interesó para matar el tiempo. Su compañero de celda, para su sorpresa, no parecía mal tipo, del todo... Ethan Smith, 32 años, algo moreno de piel llevaba unos largos 5 años dentro de esa prisión.

No era del todo desagradable charlar con él, incluso parecía algo culto. Trabajó como profesor algunos años después de sacarse la licenciatura en arquitectura, inclusó impartió algunas conferencias mientras viaja por Italia, uno de los mejores años de su vida. Pero, también era un pedófilo. Desde su rostro se podía vernotar el arrepentimiento. Por lo menós, aparentaba ser así.

Violó a 4 niños. Por lo que por muy correcto que llegase a ser no dejaba de ser un imbécil.

Izuku llevaba un par de días allí. El primer día de todos, los reclusos se volvieron locos al ver a alguien tan joven entrar a ese lugar. Todo tipo de sonidos se escuchaban de los reclusos mientras los nuevos caminaban en fila y eran llevados a sus celdas.

Izuku pensó que era un lugar bastante molesto. Tendría que remediarlo luego. El fue llevado a su celda, para que al entrar la cerrasen detrás de él. Todos tenían puestas esposas antiquirks en las muñecas y en los tobillos, conectadas por cadenas que fueron liberadas al dejar a Izuku dentro de su celda, la cual estaba cerrada por una puerta mecánica. Se encontraban monitoreadas con cámaras para añadir precaución. Dentro de la sala era inútil usar cualquier tipo de Quirk. Ethan que se encontraba allí, se sorprendió al ver que ese joven que seguro no llegaba a los 20 años estuviese metido en ese lugar. Pensó que debería haberse metido en algo gordo para estar allí.

Ethan: Soy Ethan... -dijo el americano en su idioma, el cual Izuku entendía a pesar de que no era demasiado bueno gracias a haberlo estudiado en su momento-.

Izuku: Izuku-desu. -respondió secamente en su tono sin dirigirle la mirada, mientras se iba a la litera libre de arriba-.

Ethan dudaba si preguntarle pero su curiosidad era severa, por lo que al cabo de unos largos segundos se decidió por hacerlo.

Ethan: ¿Y tú, qué haces aquí. Además, eres Japonés? -preguntó sin tapujos interesado por saber, aunque no de notar por el tono desinteresado y sin ánimo de su voz-.

Pasaron unos cuantos segundos hasta que Izuku decidió por responderle.

Izuku: Solo espero algo.... "O a alguien" -pensó para sus adentros-.