Rencor, Determinación y Ostracismo

A solas. Capítulo Especial.

En un báculo peculiar que flotaba sobre el verde césped, se encuentra un sala infinita de espacio, de color blanca, donde en cielo y tierra, se extienden hacia todos lados en baldosas blancas junto con una bruma espesa que la cubre por completo. Dentro del lugar, no había nada, a excepción de unas pocas cosas, y una gravedad en la que cualquiera se partiría los huesos con solo entrar. Unas pocas columnas, acompañadas de algunos muebles en el interior,y dos puertas. Se encontraban tres personas entrenando. Una de ellas mayor que los otros dos. Un hombre con pelo largo de color plateado y una cola de mono, con ropas no muy comunes, se encontraba peleando en contra de dos jóvenes, uno peliverde con toques negros, y otro con el pelo de color blanco y rojo, ambos con una cola, de igual forma que el mayor. Estos se encontraban tratando de conectar un golpe al mayor, mientras que este solo se movía perezosamente de un lado a otro mientras los esquivaba-.

Goku: ¡Vamos chicos, no lo estáis dando todo! -decía mientras cogía un puñetazo de Izuku y lo tiraba hacia atrás, para esquivar un puñetazo de Todoroki, el cual sería empujado algo fuerte con un golpecito en el hombro, pero sin hacerle daño, hacia donde estaba pegando, perdiendo el equilibrio y cayéndose al suelo hacia delante-.

Goku: Hoy no estáis concentrados por lo que veo. -le dijo con los brazos cruzados y algo serio-. Bueno no pasa nada, jeje, -dijo cambiando a su tono de siempre-. Voy a salir a fuera un momento, solo unas horas, necesito ocuparme de algo, podéis quedaros descansando. O haced lo que queráis, vendré en poco tiempo para retomar el entrenamiento. -dijo para irse del lugar en ese mismo momento-.

Todoroki: Vaya..., tu padre sí que es fuerte..., ni siquiera le hemos podido tocar. -decía el peliflama mientras hiperventilaba un poco-.

Izuku: Sí..., algún día seré igual de fuerte que él. -comentó mientras recuperaba el aliento y se ponía pie-.

Todoroki: Esa es una gran meta. -decía mientras se reincorporaba de igual forma-.

Izuku: Jeje, vamos a descansar un rato, ¿te parece? -dijo mientras volvían al lugar donde se encontraban todas las cosas-.

Izuku empezó a desempaquetar unos dulces que tenía en una pqueña mochila que había dejado cerca del lugar.

Todoroki ¿Qué es esa puerta? -preguntaba mientras iba hacia ella curioseando-.

Izuku: Pues no lo sé, la verdad, nunca me fijé en ese lugar. -dijo mientras empezaba a mascar una barrita de a saber qué-.

Todoroki se acerca y la abre, para ver una peculiar sala donde se encontraban distintos muebles. Detrás de la puerta, había otra sala similar, con un espacio finito encajado en cuatro paredes blancas y un techo del mismo color. Habían diversos armarios de color blanco y metálico, más bien parecidos a unos archivadores, como una especie de almacén, y una mesa en medio junto con una silla.

Todoroki: Que extraño lugar..., -dijo mientras se asomaba al lugar-.

Izuku: No creo que sea buena idea mirar allí dentro..., - comentó inseguro detrás de Todoroki, sin embargo acabó entrando de igual forma-.

Una vez entraron, curiosearon en los armarios, donde encontraron cosas bastante peculiares.

Izuku: Registro Akáshiko, 274c Bis. Civilizaciones del HIP190-4. ¿Qué es esto? -se preguntaba muy extrañado-.

Todoroki cogió los archivos de Izuku para empezar a leerlos por su cuenta.

Todoroki: ¡Estos son registros universales! -dijo impresionado-. Los registros akáshikos solo son un mito pero se dice que son registros que contienen todos los datos sobre el universo. 

Izuku: ..., no conocía ese  lado tan "friki" tuyo... -dijo algo impresionado pero con un tono de burla-. Supongo que eso son de mis padres, no deberíamos tocarlos..., -añadió algo inseguro-.