je te laisserai des mots ; jaedo

[ les joues ] ; 39

Jaehyun invitó a Doyoung a que se sentara en el comedor mientras entraba a buscar algunas toallas para secarse. El joven por su parte se sentía en el mismo paraíso, admirando con más atención el lugar en el que sus cartas reposaban todas las noches, el suelo al otro lado de la puerta.

Una pequeña sonrisa se instaló en sus labios.

El lugar era acogedor y cálido para pertenecer a una persona gris como lo era su vecino; aunque en lo más profundo de su mente, Doyoung pensaba que aquel color ya no coincidía con lo poco que había conocido de él.

Por lo menos a su lado, Jaehyun reía.

Y además ¡Poseía un hermoso piano!, una persona gris con un piano... Tal vez la música le ayudaba a pintar su vida...

—Toma —Jaehyun le extendió una toalla y una camisa de pijama—. Ya debes saber en dónde está el baño. Es igual a tu apartamento, pero al revés.

—Pero yo...

—Es para que no te resfríes, no quieres más gastos, ¿verdad? —Doyoung con sus mejillas rojas, asintió haciendo sonreír a Jaehyun—. Entonces ve, ya traigo el chocolate, se está calentado.

Doyoung con algo de pena, se dirigió al baño observando la casa organizada y acogedora, un par de pinturas y cuadros adornaban las paredes de color dorado y beige, era todo tan distinto a su apartamento...

Cuando llegó al baño, se secó quitándose la camisa y la apretó en el lavamanos para que así toda el agua saliera, lo mismo hizo con la manta y después secó su cabello y cuerpo evitando todo el tiempo observarse al espejo porque sabía que debía tener un aspecto deprimente. Finalmente tomó la camisa de Jaehyun temblando y la acercó a su nariz oliéndola con sus ojos cerrados. Sonaría extraño, pero nunca se iba a cansar.

Cuando se la colocó, su piel se puso de gallina al notar que era un poco más grande que él. Sus mejillas estaban rojas a más no poder, sentía el calor acumulándose allí.

«eras el único.»

______
Solo paso a agradecerles por los votos y comentaios que ha recibido la historia. Muchas, muchas gracias n.n