[ sourire ] ; 86

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—Oh... —fue lo único que se escuchó de parte de Jaehyun mientras se instalaba un pronunciado silencio solo interrumpido por el sonido de las cigarras a lo lejos.

Doyoung sintió cómo su vecino se giraba a mirarlo, pero no pudo evitar estar un poco triste. En realidad estaba bastante emocionado por jugar con el hombre del que estaba bastante enamorado. La moneda se alcanzaba a ver un poco debido a que las aguas eran claras, la luna brillaba demasiado y en realidad no era tan hondo y el puente no era ni remotamente alto, pero ya era imposible traerla sin que se mojaran.

—Perdón —murmuró Jaehyun llamando su atención.

—No es tu culpa, no es tu culpa en lo absoluto —la voz de Doyoung se quebró un poco. Era un imbécil, ¿por qué estaba tan afectado?

Jaehyun entonces lo observó decidido. Aquello descolocó a Doyoung un poco mientras que su vecino se quitaba el abrigo que tenía puesto y lo tiraba al suelo.

—Oh... ¡No! ¿¡Qué haces!? —gritó Doyoung mientras su vecino pasaba una pierna encima de las varillas del puente.

—Igual siempre quise hacerlo, ya tengo una razón de peso —dijo Jaehyun mostrando sus hoyuelos antes de picar con ternura una de las mejillas de Doyoung a quien le temblaban sus pupilas—. Sonríe que no es el fin del mundo, little bunny.

Y entonces se lanzó al lago. Doyoung no pudo evitar asustarse, aunque inmediatamente hizo un puchero de decepción. El agua le llegaba hasta las rodillas a su vecino.

«si nunca me faltas, entonces jamás será el fin del mundo, Doyoung.»

86. SOURIRE

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El Doyoung de esta historia, el Doyoung de la vida real (por supuesto Jaehyun) y ustedes que me leen, merecen ser felices siempre. Gracias.

je te laisserai des mots ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora