[ sœurs ] ; 98

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El tallo de las flores se sentía frío ante el tacto de las manos de Doyoung quien las apretaba un poco antes de dejarlas encima de el pedazo de tierra en donde había enterrado a Tempête.

—Oh, te extraño mucho, princesa mía —Doyoung acarició el pasto con delicadeza—. Pero espero que estés bien ahora. Te merecías a un dueño mucho más competente, te merecías todo lo bueno...

El viento le respondió y Doyoung sonrió ahogando un sollozo en su garganta. Se inclinó y besó el suelo acariciando con sus dedos el césped.

—Te ves patético —por un momento creyó que había sido su mente, sus pensamientos hablando muy fuerte, pero después cuando lentamente procesó la voz, se giró aterrorizado.

—¿Yoongi?

Era su hermano mayor. El maldito causante de todos sus problemas.

Estaba allí parado con una barba a medio crecer y un olor terrible alcanzaba a llegar hasta él. Doyoung se encogió intentando alejarse mientras Yoongi daba pasos cortos hacia él riendo.

Estaba feliz de su temor.

—Oh, sigues siendo el mismo inútil de siempre. Das tanta lástima.

—¿Qué quieres? —Dijo con un hilo de voz, mirando con rabia y miedo que Yoongi tenía un pie encima de la tumba de su gata.

—Levántate, idiota. Tenemos que ir a un lugar y agradece que justo pasaba por aquí porque hubiera dejado que fueras solo.

—¿¡Es papá!?

—No, es nuestra querida hermanita.

Doyoung sintió que todo su mundo se derrumbaba.

«Jinsoul es mi otra mitad, ma única constante en mi vida. Ella no, ella no, ella no...»

98. SŒURS

je te laisserai des mots ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora