Cuando el sol ya se estaba ocultando detrás de las nubes que traían la oscura y helada noche consigo, Doyoung estaba terminado de leer uno de los textos para su universidad mientras esperaba a que todos los ancianos se fueran para cerrar la escuela. Estaba tomando unas notas que le parecían de suma importancia cuando sintió que alguien se sentaba a su lado. Miró cómo su compañera le sonreía nerviosa.
Debió suponer porqué lo hacía.
—Hola, Doyoung —saludó ella.
—Soo- Yves —se corrigió terminando de escribir la nota sin mirarla—. Es la segunda vez que me hablas, voy a comenzar a pensar que somos amigos.
Eso había sonado muy mal, hasta a la chica le tembló la sonrisa y Doyoung momentáneamente se sintió culpable, pero no podía evitarlo. Malditos celos.
—Sería bueno que lo fuéramos —respondió ella amablemente—. Pero en realidad te hablaba para ver si habías pensado acerca de los gatitos.
—Oh, no —respondió recogiendo todas sus cosas—. Lo siento, no he tenido tiempo, ¿podría confirmarte el otro fin de semana? No estoy pasando por un buen momento.
Ella asintió preocupada mientras salían del lugar. Esta vez Jaehyun no estaba, pero la chica parecía más decepcionada que él.
—Claro, aunque ¿tienes celular? Deberías darme tu número, así te puedo avisar si ya los adoptaron o algo...
Doyoung colocó una mano sobre su nuca incómodo.
—No, no tengo —contestó apenado.
—Y... Tal vez alguien cercano a ti...
Doyoung cruzó sus brazos. Sabía que esas eran sus verdaderas intenciones, se había demorado.
—Como te pudiste dar cuenta estos dos años, no soy muy bueno para hablar con las personas así que no tengo amigos ni nadie "cercano". Me quedaré con la intriga otro fin de semana.
La chica hizo un puchero, pero de repente su rostro se iluminó y sacó una tarjeta.
—Toma, el de abajo es mi número. Me llamas cualquier cosa —dijo ella despidiéndose con una amable sonrisa.
A Doyoung no le agradaba, pero tampoco podía hacer mucho. Él no era nada de Jaehyun, desgraciadamente.
Arregló su mochila y comenzó a caminar hacia el apartamento hasta que sintió que de la nada, le jalaban con mucha brusquedad. Inmediatamente su boca se abrió para gritar del susto, pero se la taparon hasta que escuchó una suave risa y aquel olor se coló por su nariz.
—Hello, little bunny.
Doyoung frunció el ceño molesto mientras sentía cómo su corazón latía rápidamente. Qué maldito susto.
—Maldita sea, YoonOh —soltó hasta que se dió cuenta cómo le había dicho. Jaehyun también estaba sorprendido mientras veía cómo Doyoung se ruborizaba—. No vuelvas a hacer eso en tu vida.
Doyoung siguió su camino malhumorado mientras su vecino le seguía riéndose.
«fue bastante divertido, Jaehyun. Eras medio imbécil a veces, pero eso te hacía todavía más perfecto. »
61. EFFRAYER
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je te laisserai des mots ; jaedo
Romance«Te dejaré palabras debajo de tu puerta Debajo de la luna que canta Cerca del lugar por el cual pasan tus pies Escondidas en los agujeros del tiempo de invierno Y cuando estés solo por un instante... Bésame Cuando quieras Bésame, Jaehyun.» ___ Doyou...