Clase A «MarkHyuck»

35. Reunión nocturna para tontear entre amigos

La luz solar de esa madrugada se filtraba por la ventana de mi habitación logrando que las sombras de los pájaros que pasaban volando fueran visibles para mí. Habría sido más hermoso si ese hubiese sido mi despertar en la mañana, sin embargo; era justo la hora que iba a usar para dormir después de que toda la noche Chenle y Renjun se quedaran en casa para jugar videojuegos y charlar de cosas sin sentido.

Los pies de Chenle aún reposaban encima de mi cabeza pero ahora eso era lo de menos al lado del sueño descomunal que cargaba.

Para cuando desperté, la cama era un desastre sin cobertor y tanto Renjun como Chenle veían películas desde la alfombra con un plato de cereal en sus piernas.

—Hasta que despiertas—dijo Chenle, tomando de su jugo.

—¿Qué hora es?—mi vista estaba jugándome en contra y todo lo que podía hacer era cerrar los ojos para acabar con lo borroso que veía las imágenes.

—Son casi las doce, genio.

Renjun negó con su mirada reprochándome a la vez que me pasaba el plato de cereal—Si no despertabas en una hora te íbamos a echar agua—bien, no sonaba tan mal—Del retrete.

—Son un asco.

Chenle se hizo el ofendido, no obstante; no reclamó.

—¿Es esa una película infantil?

—Sí, ya cállate que no me dejas escuchar—reclamó el mayor del lugar.

Hice mi labor de comer mi cereal pero entonces los dos pares de ojos que tenía como invitados me miraron expectantes cuando los créditos de la película sonaban de fondo.

—¿Están bien? ¿Por qué me miran así?

Renjun de inmediato miró al otro menor, regalándose miradas interrogativas. Estaban teniendo una conversación con sus ojos y me estaban cruelmente excluyendo.

—Pues verás, Hyuck...

—¿Cuándo piensan Mark y tú hacerse novios?—preguntó sin poder esperar por más Chenle.

La leche escapó de mis labios y toda mi garganta pico haciéndome toser en aquella cama. La tos que poseía tuve que prolongarla mucho más tiempo para idear una respuesta dado a que ni yo mismo sabía cuando eso pasaría.

—Bueno, Mark y yo... Mark y yo estamos dándonos nuestro tiempo.

¿Era eso verdad?

La palabra "novios" jamás fue implicada desde que lo nuestro comenzó. Todo lo que podíamos hacer era actuar como tales sin una etiqueta formal aún, ¿estaba mal acaso? En lo personal no me molestaba, pero en ocasiones por mi mente quería que pasara.

Jamás había tenido una relación formal, quizás quería seguir las típicas reglas sociales; tener nuestro propio día de aniversario y poder llamarlo como mi novio sin sentirme avergonzado. Aún no sabía qué estaba esperando, debía preguntarle.

Pero entonces las inseguridades me atacaban, porque Mark. Oh, él aún tenía muchas cosas propias que arreglar como para pedirle afrontar una relación en ese momento.

—Llevan saliendo dos meses, ¿no ha sido suficiente?

Demonios, Renjun, lo haces difícil.

—Aún hay muchas cosas que debemos aclarar, no sólo lo nuestro, sino también individualmente como personas—trate de asentir, dándome ánimos—Cuando tenga que pasar, supongo que simplemente sucederá.

Ambos chinos se miraron nuevamente a los ojos, lucían bastante sorprendidos.

—Creo que es lo más maduro que te he oído decir desde que te conozco—manifestó Renjun sin vergüenza.