Capítulo 7: Bienvenida a palacio.

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¿Sabes esa sensación de que algo va a cambiar en tu vida? Pues eso es lo que sentía yo esa mañana al salir de la academia. Fue una sensación rara pero a la vez aliviadora porque había conseguido desencadenar todos los nudos que me ataban con el pasado. La noche anterior tuve que salir a dar una vuelta porque los nervios podían conmigo y conseguí olvidarme de todo esto durante unas horas.

A las ocho de la mañana me desperté,  me puse el uniforme que me habían traído desde palacio y cuando estuve lista me miré en el espejo. No vi a la niña destrozada que llegó a este sitio sino que vi a una mujer fuerte que llevaba la ropa más bonita que había vestido en su vida. El uniforme consistía en una camisa blanca con unos vaqueros acompañados de una chaqueta estilo domador granate, que hacía que me viera más elegante. A las nueve todos los miembros de la junta directiva me estaban esperando en la salida de la academia junto con un carruaje que me llevaría a mi nueva vida. Todos me desearon mucha suerte y me agradecieron que llevara su nombre hasta palacio. El director me dijo en varias ocasiones que si necesitaba ayuda que no dudara en buscarle, se notaba que era un buen hombre.

Después de despedirme de cada uno de ellos y agradecerles sus buenos deseos, el conductor del carruaje me abrió la puerta y me senté en esos cómodos asientos. Me sentía como una de esas princesas en las que había creído cuando era niña y en las que ya no lo hacía. De pronto, el carruaje comenzó a moverse y yo comencé a dejar atrás mi hogar, el sitio donde desperté pero sobre todo donde dejé atrás a la persona que era para convertirme en la que vendría. Fui observando durante todo el camino el paisaje que me rodeaba, Vikram era precioso. Estábamos a principios de noviembre y casi todo estaba ya cubierto de nieve, me gustaba porque en la nieve me veía. Al fin y al cabo la nieve era como yo: fría, fuerte y en ocasiones débil. Pasada una hora comencé a vislumbrar el palacio, estaba en lo alto de una cima por lo que estaba apartado del pueblo pero a pocos kilómetros de él. Tenía tres grandes torres blancas, eran muy altas y sobresalían por encima de todos los edificios de la ciudad. Estaba rodeado de grandes jardines con sorprendentes fuentes que hacían que mostrara un aire regio. Unas grandes escaleras que  me invitaban a entrar en aquel maravilloso monumento, que el ser humano había sido capaz de levantar.

No era consciente de que cada día me iba a levantar con unas vistas impresionantes pero no me quería dejar embaucar por la riqueza o por todo lo que mis ojos veían porque principalmente yo venía a trabajar. Si os digo la verdad muchas veces pensaba que pasaría cuando me tocara enfrentarme a  uno de los ataques de los rebeldes pero nunca sentí miedo, al contrario sentía que sería la oportunidad para demostrar mi valía porque no había llegado y ya sabía que tendría que defender mi puesto para que no me lo arrebataran por el hecho de ser mujer.

De repente, el carruaje se paró enfrente de las grandes escaleras. Miré hacia el frente, vi que las puertas estaban abiertas y me sorprendió porque me fijé en que dos filas de soldados me esperaban para que yo pasase por el medio de ellos y me dieran la bienvenida como su nueva compañera. Subí las escaleras mientras saludaba y me paraba a hablar con alguno de ellos. La mayoría resultaron muy amables pero había otros que seguían reticentes a mi llegada. Cuando llegué a la puerta, un señor me estaba esperando con una libreta en sus manos y con una sonrisa un tanto falsa.

—Bienvenida a palacio señorita Ivanov—saludó el hombre colocándose sus gafas mientras me miraba—Soy Maksim, el consejero real—se presentó.

—Gracias, estoy encantada de conocerle—respondí tímidamente.

—Espero que sea consciente de que su trabajo requiere de una gran compromiso y de una gran lealtad a esta corona—comenzó a decir mientras caminaba hacia dentro del palacio—Le voy a explicar una serie de normas, así es que es conveniente que esté atenta—en ese momento me di cuenta de que el primer día no iba a ser tan fantástico como pensaba.

La vengadora de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora