Nos encontrábamos a mediados de diciembre cuando en el palacio comenzaron los preparativos para el baile de Navidad. Sería dentro de unos días, en uno de los grandes salones de aquel antiguo castillo.
Con la celebración del baile se quería celebrar la consolidación de la monarquía un año más en el país y la ostentosidad de todos los nobles de Agni. Todavía no había llegado el día y ya estaba comenzando a aborrecer ese dichoso baile debido a que eso hacía que Uriel y yo lleváramos varios días sin hablar apenas. Por otra parte lo agradecía, necesitaba alejarme un poco de él para que mi cabeza tomara las riendas de mi vida y por consiguiente se las arrebatara a mi corazón.
Hoy era mi día libre aunque aprovechaba esos días para ayudar a Dasha con las tareas de palacio porque no podía estar quieta. Nos hallábamos tendiendo las sábanas de palacio en uno de los patios para ponerlas en las habitaciones de los invitados al baile que venían de otros reinos.
—Ojalá yo pudiera ir al baile—dijo Dasha mientras se agachaba a por una de las sábanas para tenderlas, con solo mirarla pude darme cuenta de la ilusión que le haría acudir a una cita como aquella.
—Te cambio el trabajo por una noche—resoplé mientras daba a entender que no me apetecía nada moverme en un ambiente que no era el mío.
—Uriel te necesita allí, por eso te ha pedido que lo acompañes esa noche—me recordó la tarde en la que me había pedido que me necesitaba allí como apoyo por si su padre le hacía algún desplante.
—Y por eso voy a ir porque si por mi fuera me quedaría ayudándote en la cocina—le contesté mientras terminaba de colgar el último juego de cama que nos quedaba.
—¿Qué te vas a poner?—preguntó curiosamente mientras yo la miraba riéndome.
—¿El uniforme?
—¿Estás loca?—gritó asustándome haciendo que el cesto que llevaba en las manos se me cayera—No vas a trabajar, vas como invitada. No puedes ir en uniforme—dijo poniéndose delante de mí impidiéndome el paso—Es tu presentación ante la población de Agni, incluso esa noche puedes llegar a enamorarte—volvió hablar, por un momento envidié toda la ilusión que había en ese pequeño cuerpo a pesar de que no había tenido una vida fácil.
—No puedo enamorarme de otra persona cuando ya quiero a alguien más—confesé dándome cuenta de que lo había dicho en voz alta.
—Lo sabía—contestó tranquilamente mientras me daba la espalda para caminar hacia palacio—Solo hay que ver como lo miras—habló haciendo que con sus palabras me despertara la curiosidad.
—¿Y cómo le miro?—pregunté adelantándome y poniéndome a su lado mientras caminábamos.
—Como si fuera la única persona que te puede cambiar la vida—respondió dejándome sin palabras—Y para que eso pase tienes que deslumbrar en ese baile, por eso te voy hacer el vestido más bonito que pueda—dijo abrazándome por mis hombros.
—¿Sabes confeccionar vestidos?—pregunté sorprendida.
—Algún día me gustaría enseñarle mis diseños a la reina para convertirme en la modista real. Y que todas las mujeres de Agni quieran tener mis vestidos—declaró como si fuera uno de sus mayores sueños—¿Aceptas que te vista la futura diseñadora real?—preguntó en la puerta de palacio.
—No es que me ilusione la idea pero si es contigo sé que todo va a salir bien—dije haciendo que diera palmas por la ilusión.
***
Subí corriendo a mi habitación huyendo de Dasha porque llevaba toda la tarde tomándome medidas y poniendo telas en mi cara de distintos colores para ver si iban con el color de mi piel. Cuando estaba llegando a mi habitación me choqué con Uriel que estaba en la puerta de mi cuarto.
![](https://img.wattpad.com/cover/219480451-288-k73394.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La vengadora de cristal.
Teen FictionUriel, el próximo príncipe de Agni, necesita un nuevo guardaespaldas debido a que el suyo ha muerto en los últimos ataques de los rebeldes a palacio. La vida le sorprenderá trayendo a su vida a Alaia, la que siempre tuvo de compañero al abandono, s...