Estaba sentada frente al fuego viendo como el atardecer se instalaba en el cielo. Siempre que observaba ese momento del día recordaba a Uriel porque era su momento favorito para desconectar de todos los problemas que tenía en palacio. Desde allí pude contemplar como Dimitri hablaba con mi padre, estaban en una conversación demasiado entretenida y por eso me di cuenta de que estaban hablando de algo importante. Se le veía mejor desde que había ido a palacio a visitar a su mejor amigo, era como si Dimitri hubiera encontrado aquella paz que le habían arrebatado durante los últimos meses. No le había preguntado por aquel chico al que ambos queríamos porque sabía que saber de él me haría mal pero lo que no sabía es que esa misma noche me enteraría de que de el destino de Uriel había cambiando en un solo instante.
Alguien se sentó a mi lado rodeándome los hombros haciendo que yo apoyara mi cabeza en su hombro. Miré hacia arriba para encontrarme con los ojos de Nick, siempre brillaban como si en su interior hubiera una luz permanente que iluminaba la tristeza de los míos y la hacía más pequeña. No habíamos hablado de a donde queríamos que fuera nuestra relación pero yo sentía que ambos teníamos caminos diferentes pero a veces nos engañamos a nosotros mismos para hacer felices a los demás.
—¿Qué haces aquí? —preguntó con su sonrisa permanente.
—Estaba viendo el atardecer—respondí amablemente.
—¿Sabes que tú eres más bonita que esa puesta de sol, no? —dijo señalando al cielo y haciendo que yo sonriera.
—No seas mentiroso.
—Yo nunca miento cuando se trata de ti—soltó mientras yo levantaba la cabeza para quedarme cara a cara con él. Me perdí en sus ojos que siempre me contaban cosas, eran como un libro abierto, como la pluma de un escritor que no puede parar de escribir para contar, para hacer sentir aquellos que lo leen pero sobre todo su mirada me inspiraba. Me acerqué lentamente, rocé su nariz con la mía y le besé intentando sentir que dentro de toda aquella tranquilidad que nos invadía había algo en mi vida que todavía se movía, se desestabilizaba, algo que me hacía vibrar cuando todo dentro de mí era nostálgico y deprimente.
Nos separamos, me sonrío y apartó un mechón de mi rostro para dirigirlo a mi oreja. Solo me miraba a mí, como si no hubiera nadie más en el mundo, como si Dimitri y mi padre no estuvieran contemplando la escena a tan solo a unos metros porque cuando se trataba de mí Nick siempre me hacía sentir especial.
—¿A qué ha venido esto? —preguntó sorprendido.
—A que adoro que me hagas sentir así—respondí cogiendo su mano.
—¡Vaya! —exclamó haciéndome sonreír—Has pasado de odiarme a adorarme—comentó mientras yo estallaba en carcajadas—Entonces dentro de nada le tendré que pedir la mano a tu padre aunque creo que ahora mismo no es el momento—bromeó mirando como mi padre nos observaba.
—El que me odiaba eras tú porque te humillé delante de tus compañeros—le recordé haciendo que me mirara seriamente.
—Nunca te odié—me aclaró mientras cogía mi barbilla para que le mirara—Me odiaba a mí mismo por haberte juzgado sin conocerte—me reconoció.
—Las mujeres también sabemos defendernos aunque no queráis verlo.
—Tú me lo demostraste—aceptó. Y en ese momento me di cuenta de que había cambiado la manera de vernos de muchas personas. Siempre habíamos sido para la sociedad el sexo débil, a las que había que proteger y a las que había que salvar pero en ese tiempo había podido cambiarle la mentalidad a mucha gente de Agni que todavía no creía en el poder que teníamos dentro de nosotras.
—Siento interrumpiros—dijo mi padre sacándome de mis pensamientos—Tenemos que hablar—declaró seriamente.
—¿Ocurre algo, Viktor? —preguntó Nick preocupado.
—Fidel ha descubierto que Uriel y la reina colaboran con nosotros—soltó Dimitri haciendo que me levantara de mi sitio.
—¿Cómo ha sido? —pregunté alterada.
—Al parecer Maksim los escuchó hablar y le contó todo.
—¡Estúpido! —maldije entre dientes—¿Y qué ha pasado? —cuestioné preocupada porque sabía que con una traición como aquella Fidel no se quedaría quieto.
—Dasha me ha dicho que ambos están encerrados en sus respectivas habitaciones pero en palacio hay mucho movimiento de soldados y de personas que nunca habían estado allí—respondió haciendo que mi padre interviniera.
—Fidel está organizando algo en contra de ellos—murmuró pensativo.
—¿Y qué vamos hacer?
—Tenemos que saber cuáles son sus planes, Dasha está dispuesta a informarnos—dijo mi padre tranquilo.
—Hay que entrar en palacio—propuse nerviosa.
—Alaia—me llamó Dimitri—Tienes que tranquilizarte—me aconsejó.
—Tú sabes por qué me pongo así porque conoces a Fidel tanto como yo y sabes que es capaz de cualquier cosa con tal de destruir a Uriel—expuse haciendo que me miraran atentamente—Además, no debemos poner en riesgo a Dasha, a ella no—me negué.
—Ella quiere hacerlo porque sabe que ayudándonos los ayuda a ellos—se acercó Dimitri cogiendo mi mano para que me tranquilizara.
—Esta vez no vamos a fallar, te lo prometo mi niña—dijo mi padre acercándose para abrazarme.
Deseaba entrar en ese palacio por muchas cosas pero sobre todo porque no podía pensar que Uriel y la reina Olya estuviesen sufriendo. No podía pensar en que a Uriel le pasara nada antes de que pudiéramos hablar, de que supiera que le había perdonado o quizás aclararle que nunca le había odiado. Traté de pensar con la cabeza fría pero el corazón me podía y es que cuando se trata de salvar a la persona que quieres el amor se antepone a la razón. Tardé tiempo en darme cuenta pero esa noche mi corazón se antepuso a todo lo que albergaba mi vida en aquel momento porque dejé atrás las sensaciones que sentía cuando tenía a Nick al lado, dejé atrás la reconciliación con mi padre, mi amistad con Dimitri y Dasha, lo feliz que me hacía sentir que era libre y me dejé atrás a mí porque siempre que se trataba de ti Uriel era como si todo dejara de tener sentido, porque tú eras el sentido de mi vida y el motor de ella, de una vida que estaba gris desde que me habías apartado de ti.
***
¿Entrarán en palacio?
¿Os ha gustado el capítulo?
Ahora si que entramos en la recta final...Solo quedan cinco capítulos.
¡Nos leemos!
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La vengadora de cristal.
Teen FictionUriel, el próximo príncipe de Agni, necesita un nuevo guardaespaldas debido a que el suyo ha muerto en los últimos ataques de los rebeldes a palacio. La vida le sorprenderá trayendo a su vida a Alaia, la que siempre tuvo de compañero al abandono, s...