Llegó casi la noche, el sol se estaba escondiendo y nosotros nos encontrabamos cenando en el comedor y con “nosotros” me refiero al chico Skater a Marc y a mí, yo seguía con mi vestido de baño me gustaba que me mirarán y no sé porqué, tal vez es el hecho de que molestaba mucho al chico Skater y eso me gustaba muchísimo.
—¿Por qué sigues vestida así?— pregunta el chico Skater.
—Porque me gusta que me miren.
—Yo soy el único que te debe mirar— dijo disgustado.
—Y yo también— dijo Marc.
—Bueno, Marc también pero sabes a lo que refiero— sigue diciendo disgustado.
Llego el cretino de Matías para cenar con nosotros, tomó asiento.
—Nuestra supervisora quiere hablar con nosotros— dice.
—¿Para qué?— pregunté.
—Mañana comienzan las practicas para los juegos así que debemos estar más que preparados— dice el chico Skater.
Asentí con la cabeza; después de cenar nos dirigimos al cuarto de los chicos, pensamos que era un buen lugar para tener nuestra reunión, llegamos y Matías se sentó en su cama, Marc se quedo parado junto a un televisor, el chico Skater se sentó en su cama y yo me dirigí donde él, no me senté a su lado, me quedé de pie a su lado y el suavemente me abrazo la cintura.
Matías notó algo extraño.
—¿Desde cuándo ustedes dos son tan cercanos?— pregunto Matías.
—Es por la competencia— dice el chico Skater.
—Sí, ya sabes que somos más unidos por la competencia— dije.
Nos siguió mirando extraño.
—¿Y tú qué haces aquí? No puedes estar aquí— preguntó Craig mientras entraba a la habitación.
—Está aquí porque vamos a tener una reunión Craig y si no te importa puedes retirarte que la reunión no es contigo— respondé de manera grosera el chico Skater.
—Ay, no te molestes, él solo quiere llamar la atención y dañar nuestro ambiente— dije.
Rodó los ojos y se quedó ahí parado como una estatua.
Después de unos segundos llegó nuestra supervisora para darnos la grandiosa charla.
—Buenas noches chicos, voy a ser directa y concreta, mañana comenzamos los entrenamientos así que los quiero a todos con una buena disposición, algo me dice que con nuestra nueva integrante vamos a dar mucho de que hablar...
—Pero obviamente cosas buenas ¿Verdad?— interrumpí.
—Claro que sí Adrastea— prosigue— así que todos con una buena actitud mañana ¿Bien?
—Bien— dijimos todos.
—Ahora los quiero ver dormir y no se trasnochen con el celular y tú Adrastea a tu habitación— dice.
—Muy bien— dije.
—Yo la acompañó a su habitación— dice el chico Skater.
—Mejor yo lo hago— dice Craig.
Se miraron con odio.
—Que lo haga Agustín— dice la supervisora.
El chico Skater me tomo de la mano y miro a Craig victorioso, abrió la puerta y salimos, caminamos a mi habitación y cuando llegamos a la puerta nos miramos fijamente.
—¿Viste cómo ese idiota te quería llevar a tu habitación?— me preguntó.
—Sí, es todo un imbécil, pero no le hagas caso mi chico Skater precioso— apreté sus cachetes.
—Mi chica Skater preciosa— me tomó de la cintura— me encantas, te quiero mucho, eres un estrella ¿Lo sabías?.
Me sonroje muchísimo y volteé la cara sin dejar de apretar sus cachetes.
—Lo sé, igual que tú ¿Sabes? Me encanta que Marc este de acuerdo con esto— lo señale él y a mí.
—¿Sabes? Hace mucho no estaba así con él, ya sabes, antes eramos muy unidos y por las circunstancias ahora hablamos y nos entendemos, hiciste que eso pasará y en verdad me alegra.
—Ustedes tienen algo muy especial, por favor, nunca vuelvan a perderlo.
—Te lo prometo— dice sinceramente.
Confío muchísimo en él, no quiero que me decepcioné, enserio tengo mucha confianza en él.
—Yo creo mucho en la manera en como deben ser las cosas y también en que la gente debe ser y no pretender, dime ¿Tú pretendes?.
—Yo soy así, lo que ves es lo que soy. Tenemos que despedirnos.
—Es verdad— le di un beso en los labios, abrí mi habitación y entré, el se fue, dejando una sensación de alivió.

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Una Chica Skater
Fiksi RemajaÉl era un chico Ella era una chica ¿Puedo hacerlo mas obvio? Él era un punk Ella hacia ballet ¿Que mas puedo decir? Él la quería Ella nunca lo diría Secretamente ella lo quería también Pero los amigos de ella metieron sus narices Ellos tenian un p...