when I think Of you

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Jean








El tiempo había sido tan placentero a su lado, pasó tanto tiempo y yo simplemente no lo sentí.

Entré a mi casa para suspirar profundamente y recargarme en la puerta. Recordé la primera vez que hice lo mismo y sonreí.

Subi a mi habitación dudosa de pensar que si me asomaba por la ventana él estaría allí. Dejé mis cosas en mi cama, lentamente me acerqué a la ventana sin prender mi luz, pude ver que él ya estaba ahí, con su luz encendida, mirando el cielo, como si esperara a alguien, no pude evitar sonreí de nuevo.

Abrí mi ventana, y me senté en el cómodo que había a un lado de ella, inmediatamente Timothée miró, ambos sonreímos, más la forma en la que él lo hizo, me causo un no se qué, sin poder controlarlo me ruborisé.

- ¡Tu telefono! - Gritó del otro lado señalando su celular.

Tomé el mío, había una llamada entrante de él, reí por eso.

- ¿Hola? - Pregunté sarcástica.

El se rio de mi, y de nuevo esa maldita sensación extraña emergió al escuchar su peculiar risa causando que mis mejilla se pusieran rojas.

- Hola. - Respondió con voz ronca.

Un silencio brotó por algunos segundos, él y yo nos mirábamos de ventana a ventana con el teléfono en el oído.

- ¿Cuándo podré ir a ver ese árbol de más cerca? - Preguntó impaciente.

- Ya te dije que cuando quieras, es decir, un día que no hayamos caminado tanto.

- ¿Ya quieres dormir? - Pude escuchar un gran suspiro del otro lado de la línea.

- Necesito bañarme, me siento toda pegajosa, tú también deberías.

- ¿Qué tal si no duchamos y después seguimos hablando? - De nuevo esa melódica voz ronca salía de él, no podía evitar morder mi labio al pensar en lo sexy que era.

Está sensación era nueva, pues hablé muchísimo con él esta tarde, conocí más de él y su familia, me habló de cuanto ama cocinar bagels, de su pasión por el arte, hasta de un rap que hizo en la preparatoria, ya no era una sensación por "instinto" esta vez era más pura, y no podía evitarla, de pronto ni quiera intente evitarla.

- Me parece excelente. - Colgué el teléfono.

- ¿¡Siempre te vas sin despedir o qué?! - Gritó del otro lado

Yo me reí de su desesperación. - ¡No desperdicies agua! - Me fui a mi baño, de nuevo sin voltear atrás, algo me decía que si lo hacía, tardaría mil siglos en bañarme.

Me duche tan rápido, como si tuviese una clase de cita a la que iba tarde. Cuando salí del baño, me di cuenta que estaba lloviendo, el agua caía en dirección a mi ventana, por obvias razones, si yo salía, me mojaría por completo al igual que mi habitación.

Marqué a Timothée para decirle. Su teléfono sonaba, más no respondía.

- Ya ya ya, ya salí, bueno no, a penas me sequé los dedos con la toalla, y mi teléfono no detectaba mis huellas ni el tacto, por eso me tarde en responder. - Respondió agitado y hablando más rápido que un rapero.

Yo me reí inmediatamente por lo que había dicho. - Te dije que no gastaras agua. - Le regañé. - Está lloviendo y el agua da para mi casa, ¿Puedes ver?

Se escuchó como salía de un cuarto e iba a otro. A través de la intensa lluvia por mi ventana, está la cubría impidiendo la visión considerablemente, más pude ver la silueta de Timothée.

Pronto se me cortó la respiración, pues seguía en toalla, podía mirar su torso desnudo y pálido.

- ¿Jean? - Escuché de nuevo la voz de Timothée.

- ¿Ya... Ya viste? - Intenté sonar normal.

- Sí... Que mal... Oye, pero eso no quiere decir que no podamos hablar ¿Cierto? - Aquello me sorprendió, a la vez que me alegró demasiado.

- No nos lo impedirá. - Respondí directamente.

Un silencio brotó de nuevo de ambas líneas.

...

No podía creer que lleváramos tanto tiempo hablando por teléfono, normalmente odio hablar por teléfono, pero sin duda, disfrutaba demasiado esto. Cada minuto que pasaba hablábamos de tantas cosas, casi podía decir que conocía más de la mitad de su vida.

- No puedo dejar de sonreír. - Timothée rio nervioso.

- Yo tampoco, me duelen las mejillas. - Respondí con una risa similar.

- Me has hecho reír demasiado Jean. - Suspiró.

- Y tú a mi. - De pronto pensé en que él y yo sentíamos lo mismo.
Un mensaje hizo que se derrumbara, Michael había intentado marcarme.

- Son las 3 de la mañana, creo que es hora de dormir. - Respondí algo incómoda.

- ¿Todo esta bien? - Timothée preguntó preocupado.

- Si... Sólo estoy cansada.

Algo dudoso y un poco decepcionado se le escuchó. - Bien, descansa.

- Espera... - Timothée esperaba que terminara la oración. - Gracias por hoy.

- Los momentos lo haces tú, yo sólo te acompaño. - Esa voz ronca de nuevo me hacía estragos.

- Los momentos los hacemos los dos. - Respondí sin pensar.

Al darme cuenta de mi respuesta, colgué inmediatamente.

Demonios, que fue eso. Corrí a verme al espejo, una sonrisa salió de mi, la cuál dolía increíble por tanto sonreír.
-¡Jean tienes novio por el amor de Dios! - Me grité, para después tirarme en el suelo.

Cielos, no puede estar pasándome esto.

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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora